Ernest Maragall ha rectificado. Un día después de que dijera que Ada Colau conocía el espionaje por parte del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de las conversaciones entre Barcelona en Comú y ERC para formar un gobierno en Barcelona tras las elecciones municipales de 2019, lo que le sirvió para llegar de nuevo a la alcaldía, el jefe de la oposición en el Ayuntamiento ha dicho en Rac 1 que "Colau no estaba al caso. Ni lo he dicho ni lo he pensado".
Este domingo, La Vanguardia avanzó que el CNI se mostró interesado por saber cómo iban las negociaciones entre Barcelona en Comú y ERC tras los comicios municipales ante el temor de que en la ciudad la gobernara un partido independentista. Y, en este sentido, el espionaje español intervino el teléfono de una persona que trabajaba para que se diera un gobierno de coalición de republicanos y comunes en Barcelona, relata el medio del grupo Godó, que citó como fuente la comisión de secretos oficiales de Congreso.
ACUSACIONES INFUNDADAS CONTRA LA ALCALDESA
La información sobre el espionaje de las conversaciones entre Barcelona en Comú y ERC, unas negociaciones que no fructificaron, ha levantado una tormenta política en el Ayuntamiento de Barcelona. Este domingo, después de que se conociera la noticia, el líder de ERC en el consistorio, Ernest Maragall, lanzó la caballería contra Ada Colau, a la que acusó, sin pruebas, de conocer y participar en el espionaje y haberse aprovechado de ello para llegar a la alcaldía por segunda vez. "Para mantener el poder todo vale, incluso la ayuda del CNI", soltó Maragall.
La alcaldesa de Barcelona ha contestado a Maragall a través de Telegram: "Insinuar que he tenido alguna complicidad o connivencia con el espionaje es una barbaridad“, ha dicho Colau. La primera edil de la ciudad ha exigido al alcaldable de ERC que pida disculpas o que el partido republicano le desautorice. El concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí Grau, también de Barcelona en Comú, ya había dicho que era una "calumnia inaceptable".
VALLS HIZO ALCALDESA A COLAU
Este lunes, Maragall ha rebajado el tono contra Colau y los comunes y ha cargado contra el Estado, el CNI y Manuel Valls, al que ha definido como "el candidato del establishment y el candidato del Estado", en las elecciones de 2019. Hay que recordar que en junio de ese año Colau fue elegida por segunda vez alcaldesa tras un pacto de gobierno entre comunes y PSC y el voto a favor de Colau en la investidura del propio Valls y dos de sus concejales, Eva Parera y Celestino Corbacho. Maragall ganó las elecciones por unos 5.000 votos más que Colau -ambos partidos obtuvieron el mismo número de ediles-, pero poco después de las elecciones el exprimer ministro francés dijo que haría lo posible para que Barcelona no tuviera un alcalde independentista.
Tras asegurar que Colau no sabía nada, Maragall ha subrayado que lo más grave es el propio caso de espionaje, "con una responsabilidad muy clara del Estado y del CNI" en la intervención de un proceso de negociaciones entre dos partidos. "Es una intervención política al voto expresado por los ciudadanos" y en la que el propio alcaldable y ERC fueron las "víctimas instrumentales". Los comunes, Colau y el PSC fueron los beneficiados y "Valls el instrumento contratado".
'WHATTSAPPS' CON COLAU
En la entrevista, Maragall ha explicado que recibió este domingo un Whasttapp de Colau en la que le pedía explicaciones por sus declaraciones y que él le respodió que no había dicho tal cosa, que se le malinterpretó, y que no pensaba ni había comentado que ella hubiera estado al caso del espionaje. A este mensaje, ha añadido Maragall, Colau no le contestó y este lunes, la alcaldesa ha pedido al candidato de ERC una rectificación pública o que su partido le desautorice. A Jaume Collboni, líder municipal del PSC, Maragall no le envió ningún mensaje y tampoco recibió ninguno del socialista.
Maragall ha dicho que no sabe si Collboni conocía las escuchas, ni tampoco el PSC. Y sobre si Valls estaba al corriente ha indicado "que no hacía falta que lo supiera". "Quien si lo sabía era el gobierno del Estado. Las escuchas se hicieron con autorización judicial. El Estado nos está diciendo que podemos presentarmos a unas elecciones pero no podemos ganar. Mi teléfono estaba intervenido en abril, un mes antes de las elecciones". Para el edil republicano, el pacto a tres bandas entre comunes, socialistas y Valls ya estaba decidido poco después de los comicios y ha valorado que "se rompió la legitimidad salida de las urnas".