Aunque las riendas internas todavía no se han tensado, JxCat quiere salir del pozo con Jordi Turull al frente, y con la ‘compañía’ de Laura Borràs, a partir de la elección de buenos candidatos para las elecciones municipales de 2023. La plaza fuerte es Barcelona, la que condicionará el futuro también de la política catalana. Y la propuesta, por ahora, es una encuesta a partir de distintos nombres: Neus Munté, Jordi Martí y los consejeros de la Generalitat, el de Economía Jaume Giró y el de Salut, Josep Maria Argimón. Este último es el que gana más enteros, por representar el alma convergente de toda la vida, pero que ha contactado con una gran parte de la sociedad catalana como gestor en los momentos más duros de la pandemia del Covid.

Los dos primeros nombres, Munté y Martí, pertenecen al actual equipo del grupo municipal, y son los que ofreció el exalcalde Xavier Trias cuando se conoció la dimisión de Elsa Artadi, que ya había sido elegida alcaldable por Barcelona, tras unas primarias de carácter urgente a las que solo se presentó ella.

UN 'NO' MENOS TAXATIVO

El nombre de Trias, de hecho, es el que más se pronuncia en el seno del grupo municipal de JxCat. Todas las miradas siguen en él, al considerar que podría encabezar la lista, con un equipo de nombres potentes y de futuro para lograr unos buenos resultados en las elecciones. Con el objetivo de ‘salvar’ Barcelona, con un cambio de gobierno que pasara por el PSC y con Ada Colau en la estacada, Trias podría posteriormente dejar su puesto al segundo de la lista para que se preparara como candidato en las siguientes elecciones. Sin embargo, esa posibilidad, por ahora, no convence a Trias, que sigue negando su candidatura, aunque su ‘no’ no es tan taxativo como hace un mes.

Elsa Artadi y Xavier Trias, en un acto de JxCat, en una imagen de archivo / EFE

Con esa opción cerrada –solo en el último momento se podría hacer realidad—JxCat intenta no perder más tiempo. Y esa encuesta interna podría ser determinante. El conseller de Economía, Jaume Giró, está concentrado en sus tareas en el Govern. Pero los postconvergentes lo han situado en esa lista, al entender que puede representar lo que se persigue: apego a una cierta tradición convergente en la ciudad, capacidad de gestión y buenos contactos con la sociedad civil.

El caso que más atrae, sin embargo, es el de Josep Maria Argimon, interesado en cambiar de aires, después de haber protagonizado la etapa más dura en la gestión de la pandemia del covid. Esa circunstancia y el hecho de que el Govern ha comenzado a ser irrespirable, con enormes tensiones entre ERC y JxCat, podrían llevar a Argimon a pensar en sus posibilidades en la alcaldía de Barcelona.

La realidad, en todo caso, impera. Lo que busca JxCat en la capital catalana es un buen resultado, pero se ve muy lejos aspirar a la victoria electoral. Lo que se pretende es facilitar un cambio de gobierno, que deje a los comunes de Ada Colau en la oposición, porque, además se considera que son el socio estructural de ERC. Se trataría de situar una cuña entre comunes y ERC, abriendo el gobierno municipal al PSC. De hecho, ese es el mensaje de Xavier Trias: si JxCat no gana las elecciones, se debe apoyar a los socialistas de Jaume Collboni. Para eso deben servir los votos de JxCat, no para llevar a los republicanos a la alcaldía, ni para prorrogar el mandato de Colau, que se considera nefasto para los intereses de Barcelona.

Pero Trias, --que al margen de si es o no cabeza de cartel está condicionando la estrategia de su partido en Barcelona como nadie— ha lanzado otro mensaje diáfano: quién sea el candidato deberá plantarse en el consistorio y trazar un camino a medio y largo plazo. No servirá de nada si JxCat busca una y otra vez candidatos, sin ofrecer un programa creíble y sólido a los vecinos y vecinas de la capital catalana.

Las fuentes consultadas de JxCat admiten que la ascendencia de Trias es total, y que son conscientes de la posición “irrelevante” que puede suponer una batalla interna entre diferentes aspirantes en unas primarias en las que el ganador lo sea por un pequeño porcentaje de diferencia, o, en todo caso, tras ganar con un 15% o un 18% de votos, que es lo que podría suceder con cuatro o cinco candidatos en liza. Ahora JxCat tiene cinco concejales, y repetir esa cifra o bajar, incluso, a cuatro, sería un auténtico fracaso.

La concejal de JxCat, Neus Munté / EUROPA PRESS - DAVID ZORRAKINO

Lo que las fuentes consultadas apuntan es que el partido querría ese liderazgo de Trias, con una lista en la que estuvieran, precisamente, Neus Munté, Jordi Martí y Josep Maria Argimon en los siguientes puestos y no en ese orden precisamente. Ese grupo de dirigentes, con Trias en la foto del cartel electoral, ofrecería una mayor proyección para poder obtener seis, siete u ocho concejales, vitales para buscar un cambio de gobierno municipal con el PSC.

Mientras, la encuesta interna ofrecerá las inclinaciones por esos cuatro posibles candidatos.

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