La inhumación y cremación de cadáveres constituye para el Ayuntamiento de la Ciudad Condal una lucrativa actividad, sufragada a escote por todos aquellos que han de pasar por sus cajas registradoras. La lleva a cabo la empresa Cementiris de Barcelona SA (CBSA), dependiente de la corporación Barcelona de Serveis Municipals SA (BSM).
La primera de ellas está presidida por el controvertido concejal Eloi Badia. BSM la lidera el socialista Jaume Collboni.
Las magnitudes de CBSA son llamativas. En 2021 facturó 19 millones, cifra similar a la del año anterior.
EXCEDENTES
La entidad declaró un beneficio neto de 2,7 millones. Es inferior al resultado precedente, que se había cifrado en 3,2 millones. Pero supera en un 35% el saldo inicial presupuestado por la dirección.
De tales guarismos se desprenden dos conclusiones. La primera es la elevada rentabilidad del negocio mortuorio.
RENDIMIENTO SUCULENTO
De cada cien euros ingresados, 14 van directamente a engrosar las ganancias del Ayuntamiento.
La segunda son los elevados márgenes que disfruta Cementiris, a costa de los sufridos clientes. Y ello es así pese a que en 2021, según asegura el consistorio, se congelaron las abusivas tasas que viene cobrando por dar sepultura a los seres queridos. La medida se mantendrá este año.
En todo caso, queda claro que los enormes excedentes de Cementiris se deben a la aplicación de unos cánones leoninos, apoquinados por las familias que han tenido la desgracia de perder a alguno de sus miembros.
NECRÓPOLIS
Cementiris no distribuyó dividendos el año pasado. Lo hizo por última vez en 2016, cuando repartió 1,6 millones. Los beneficios amasados desde entonces han permitido acumular un grueso patrimonio de 14,4 millones.
La empresa municipal gestiona nueve camposantos. Son los de Montjuïc, Collserola, Les Corts, Sant Gervasi, Sarriá, Sants, Sant Andreu, Poblenou y Horta. Cementiris valora en libros esos terrenos, construcciones, nichos y tumbas al precio de coste de 51 millones.
MUERTOS POR COVID
En las nueve instalaciones se efectuaron el año pasado 14.637 servicios, de los cuales 7.059 fueron entierros y el resto cremaciones.
De todos ellos, 1.473 correspondieron a fallecidos como consecuencia del coronavirus, frente a los 3.496 de 2020.
MOROSOS
Aparte de enterramientos y cremaciones, Cementiris de Barcelona se dedicó el año pasado a reclamar deudas pendientes que se arrastraban desde 2018, 2019 y 2020. Así, entraron en caja 270.000 euros.
“La gestión efectuada ha supuesto actualizar los datos de los titulares y facilita la acción recaudadora por impago en los próximos años” asevera la memoria de la entidad. Además, permitirá en este 2022 activar a todo trapo las exacciones por vía ejecutiva de las deudas, gracias al convenio firmado con el Institut Municipal d’Hisenda del propio Ayuntamiento.
ESTADO ESPAÑOL
Por lo demás, las cuentas anuales de Cementiris de Barcelona depositadas la pasada semana en el Registro Mercantil, están redactadas exclusivamente en catalán y parecen perpetradas por acólitos separatistas.
Para los amanuenses que han escrito el documento, España no existe como tal. Se refieren al país llamándolo “Estado Español”.
POLÍTICOS AL MANDO
Eloi Badia preside el multitudinario consejo de administración de la compañía municipal. Además, son vocales Montserrat Ana Ballarín Espuña, Francina Vila Valls, Jordi Coronas Martorell, Marta Labata Salvador, Anna-Clara Martínez Fernández, Enrique Gornés Cardona, Albert Dalmau Miranda y Josep Bou Vila.
Este nutrido lote de políticos no recibe emolumentos por el desempeño del cargo. La alta dirección de Cementiris cobró el año pasado en concepto de sueldos 699.000 euros, un 3% más.