JxCat "encarrila" la operación Trias en Barcelona para "ganar" la alcaldía

A principios de septiembre, Xavier Trias empezará a trabajar en la candidatura con la que se quiere presentar a las elecciones municipales de 2023 en Barcelona. Fuentes de JxCat explican que Trias ahora está de vacaciones y cuando regrese la próxima semana lo hará con la idea de volver al ruedo político. La operación Trias está "encarrilada", reconocen desde el partido. 

Tras la precipitada marcha de Elsa Artadi por motivos personales, que dejó a JxCat sin alcaldable, muchos han sido los nombres que el partido ha explorado para encabezar su lista en las municipales de Barcelona, pero ninguno de los candidatos ofrece las garantías de Trias. "Es la mejor opción que tenemos", subrayan desde JxCat.

Una encuesta encargada por la propia formación parece avalar esta tesis. Sin Trias, JxCat sacaría unos cinco ediles. Con el exalcalde, los resultados se doblan, hasta los 10 u 11 concejales, quizá suficientes para intentar "ganar" la alcaldía. Este septiembre, el partido encargará un nuevo sondeo.

EL SONDEO DE METRÓPOLI

Por ahora, y a la espera de que se oficialice el nombre de Trias, las encuestas publicadas por distintos medios todas van en la misma dirección: las elecciones las ganaría la ERC de Ernest Maragall. El electopanel publicado por Metrópoli el 17 de agosto impulsaba a Maragall hacia la vara de mando de la ciudad. Según el sondeo, el exconseller sacaría 13 concejales, con el 23,6% de los votos, seguido del PSC de Jaume Collboni -11 ediles y un 20,3% de los sufragios- y de la Barcelona en Comú de Ada Colau -10 regidores y un 19,9% de los votos-.

En el centro, Josep Maria Argimon y Xavier Trias, en una visita al Barcelona Health Hub / BHH

LA INSEGURIDAD, EL PRINCIPAL PROBLEMA

Más allá del interés partidista de JxCat, la operación Trias busca poner fin a los ocho años de alcaldía de Colau, apuntan desde JxCat. Actualmente, en Barcelona no se gestionan bien ni los temas básicos. Lo dijo Artadi antes de irse, y a tenor de cómo está la ciudad no parece faltarle la razón. Según el Barómetro municipal de este verano, la inseguridad es el principal problema de Barcelona. Preocupa a un 22% de los encuestados. La segunda preocupación es la limpieza (para el 11,5%). Y la tercera la propia gestión municipal (para un 7,7%). 

Como ha explicado Metrópoli en distintas ocasiones, la candidatura de Trias supondrá un vuelco electoral y obligará a los contrincantes a replantear sus estrategias, también ERC y PSC, dos serios aspirantes a la alcaldía que pueden perder votos en favor de Trias.

El exalcalde, además, se convertirá en el centro de los ataques. Ya en el último pleno, Eva Parera, líder de Valents, cargó contra Trias por haberse echado atrás en el derribo de Can Vies en 2014 y por haber pagado el alquiler de los okupas del Banc Expropiat de Gràcia mientras fue alcalde. Trias tampoco se librará de ser acusado de haber tenido en su gobierno a un teniente de alcaldía que el año pasado fue condenado por corrupción: Antoni Vives.

ALCALDE DURANTE CUATRO AÑOS, ENTRE 2011 Y 2015

Trias fue alcalde de Barcelona entre los años 2011 y 2015. El político dejó atrás nueve años en la oposición municipal desde que fue proclamado alcaldable de CiU en 2002. Perdió ante los socialistas las elecciones de 2003 y 2007 y se impuso a un Jordi Hereu en horas bajas en mayo de 2011 después de que el PSC perdiera la consulta de la Diagonal y ésta se convirtiera en un plebiscito.

Jaume Collboni y Xavier Trias, en Barcelona / TWITTER JAUME COLLBONI

En 2015, Trias fue derrotado por Colau por un concejal de diferencia. En esos comicios, el exconseller cometió un error garrafal: dio por buena la victoria electoral de Barcelona en Comú y no exploró una alternativa de gobierno como si hizo Colau cuatro años después. Eso sí, a diferencia de otros, Trias aguantó los cuatro años de mandato, entre 2015 y 2019, en la oposición. ¿Hará lo mismo Colau si no puede optar a un tercer mandato?

PACTOS POSTELECTORALES

A nueve meses de las elecciones, especular quién será el próximo alcalde o alcaldesa de Barcelona es una tarea digna de adivinos y magos. Salvo que el ganador de los comicios lo haga con una holgada mayoría, la persona que ostentará la vara de mando de la ciudad saldrá de los pactos postelectorales. Y ahí no descarten casi nada. Ni siquiera un pacto entre socialistas y JxCat.