A menos de ocho meses para las elecciones, la crisis entre los dos socios del gobierno municipal de Barcelona, los comunes de Ada Colau y los socialistas de Jaume Collboni, se agrava. Ahora por el presupuesto del Ayuntamiento de 2023.
A las diferencias a lo largo del mandato por la ampliación del aeropuerto de Barcelona, el Hermitage, la ronda de Sant Antoni o el concepto de superilla, entre otros temas, se suman ahora las cuentas de 2023, unas de las más importantes porque deben servir, en algunos casos, para terminar proyectos o empezarlos antes de los comicios.
PRESENTACIÓN POSPUESTA
Normalmente por estas fechas, el gobierno de la ciudad ya había presentado la propuesta de presupuesto. El año pasado fue el 29 de septiembre. Este 2022, la puesta de largo se tenía que celebrar el miércoles, 5 de octubre, pero se ha tenido que cancelar ante la falta de acuerdo entre Barcelona en Comú y PSC.
Fuentes socialistas próximas a Collboni indican que "no hay acuerdo" con sus socios en tres temas: la bonificación de la tasa de terrazas (ahora es del 75% y el PSC no la quiere eliminar), las inversiones en los barrios y el paquete de medidas anticrisis.
DAN POR HECHO QUE HABRÁ ACUERDO
Desde el gabinete de prensa municipal niegan que haya desacuerdo entre Colau y Collboni y afirman que la situación actual forma parte de las conversaciones habituales. Las mismas fuentes no dudan que el acuerdo llegará, especialmente porque será el presupuesto con mayor inversión y gasto para hacer frente a la emergencia social.
A lo largo de este mandato, comunes y socialistas han contado en dos ocasiones con el apoyo de ERC para aprobar el presupuesto, en 2020 y 2021. Pero no fue así para las cuentas de 2022, que finalmente salieron adelante por el apoyo de Valents. Los republicanos querían votar en contra aunque finalmente se abstuvieron por el acuerdo entre Pere Aragonès y En Comú Podem para aprobar las cuentas del Parlament para 2022.
¿APOYARÁ ERC LOS PRESUPUESTOS DE 2023?
Las distintas encuestas electorales sitúan al partido de Ernest Maragall como el mejor situado para obtener la vara de mando de la ciudad el 28 de mayo de 2023 y está por ver si los republicanos harán de muleta de Colau y Collboni para dar luz verde a las cuentas.
Por el momento la situación está de la siguiente manera. Según el servicio de prensa del Ayuntamiento, este martes se tenía que producir una reunión que ERC ha anulado y "ha congelado el inicio de la conversaciones" por la crisis en el gobierno de la Generalitat, una situación que el ejecutivo de la ciudad entiende, de ahí que se haya cancelado la presentación prevista para el miércoles. "Hay tiempo suficiente".
ENFADO DE LOS REPUBLICANOS
Sin embargo, ERC niega la mayor: fuentes del partido de Maragall aseguran que no se había producido ningún tipo de conversación y que este martes el concejal de Presupuestos, Jordi Martí Grau (Barcelona en Comú) les había convocado a una reunión previa a la presentación. ERC no ha ido porque no negociará nada hasta que las cuentas las conozcan todos los grupos y haya acuerdo entre Barcelona en Comú y PSC.
En un duro comunicado, ERC ha desmentido a Barcelona en Comú: "No se puede congelar lo que no existe". El procedimiento habitual es que el gobierno presente su propuesta a la resta de grupos y una vez se conozca el contenido, las formaciones valoran si entran o no a negociar". ERC considera "inaceptable" que el gobierno de Colau hable en su nombre.
El presupuesto tiene que ser aprobado antes de acabar el año, aunque en alguna ocasión se ha pospuesto. El gobierno necesita el apoyo de 21 de los 41 concejales del pleno. Si no hay acuerdo se prolongarían las cuentas de 2022, que se situaron por encima de los 3.400 millones.