Ernest Maragall marca distancia con Ada Colau a medida que se acercan las elecciones. A pesar de que ambas formaciones pueden gobernar juntas si suman tras los comicios de mayo de 2023, hay propuestas de Barcelona en Comú que no gustan a ERC.
Una de ellas es la superilla del Eixample, un proyecto que Colau se apremia a ejecutar para tenerlo listo de cara a primavera. Según Maragall, este tipo de pacificación tendrá los días contados con él y asegura que impulsará un modelo urbanístico diferente a las superilles. "Claramente no habrá, ni mucho menos, continuidad con el modelo actual. No estamos bien. No estamos respetando el Eixample. No estamos respetando la ciudad".
PERVERSIÓN DEL CONCEPTO 'SUPERILLA'
Durante estos tres años largos de gobierno, Maragall y Colau han ido de la mano. Los republicanos apoyaron los presupuestos de 2020 y 2021 y pactaron con los comunes y el PSC, por ejemplo, la conexión del tranvía por la Diagonal. En el caso de las superilles, los republicanos votaron a favor de la pacificación pero con un discurso muy crítico.
Fuentes de ERC opinan que el discurso superilla se "ha pervertido" y que no solo es pintar una calle de colores. El partido republicano sostiene que se tiene que hacer un replanteamiento global de cómo redistribuir el tráfico y ofrecer alternativas de transporte público de calidad si se corta una arteria de circulación en Barcelona.
ABIERTA LA PUERTA A LA PRÓRROGA DE LOS PRESUPUESTOS
Sobre las cuentas de 2023, que los republicanos y el resto de partidos de la oposición negocian ahora con el gobierno de Colau y Jaume Collboni, Maragall ha dicho en una entrevista en el digital Principal que la prórroga de las cuentas municipales para 2023 es un escenario "perfectamente plausible" y ha calificado de esencial para la ciudad la aprobación del presupuesto de la Generalitat. "Si no se aprueban los presupuestos de Madrid y los presupuestos de la Generalitat, cualquier presupuesto que nos presenten aquí será fake, ha avisado.
La propuesta de presupuesto para 2023 de Colau y Collboni pone sobre la mesa cerca de 3.600 millones de euros, unas cuentas récord. Hace unos días, el líder del PSC instó a Maragall a aprobarlo. El año pasado, Maragall se abstuvo después de que en un primer momento anunciara que votaría en contra. El cambio de opinión se debió a que ERC y En Comú Podem pactaron las cuentas de la Generalitat para 2022.