El guión estaba escrito y tan solo faltaba la confirmación oficial. El gobierno municipal aprobará este viernes de forma definitiva los presupuestos de Barcelona para 2023 gracias, una vez más, a ERC.

El portavoz de la formación, Jordi Coronas, y el concejal Jordi Castellana, han confirmado este jueves que los republicanos se abstendrán en la votación que se llevará a cabo en el pleno municipal tras días de negociaciones con Barcelona en Comú y el PSC.

"No es nuestro presupuesto, no es lo que nosotros habríamos hecho", ha explicado Coronas, quien ha hecho especial hincapié en que "el margen de negociación ha sido limitado", y han lamentado no poder incidir en partidas como las destinadas a las obras de la Rambla o de la calle de Balmes.

PLAN DE CHOQUE

Castellana ha defendido el plan de choque social y económico que conllevan estas cuentas, en el que se incluyen medidas como el aumento del fondo de infancia para familias vulnerables en 15 millones de euros.

Esta planificación también cuenta con una línea de ayudas de cinco millones de euros para clubes deportivos y entidades, la ampliación en 4,3 millones de euros de la partida destinada a alojamientos de emergencia y 30 millones destinados a la adquisición de vivienda o solares para la promoción de vivienda pública.

Ada Colau, junto a Jaume Collboni y Ernest Maragall / EFE

Los presupuestos conllevarán un incremento de seis millones destinados a la creación de un fondo especial para políticas activas de ocupación, dotaciones extraordinarias en los programas de acción social y otras partidas en materias de movilidad, accesibilidad, comercio, equipamientos, educación y cultural, y bienestar animal.

TRAS LA APROBACIÓN EN EL PARLAMENT

Pese a que los ediles republicanos han insistido en que se ha llevado a cabo una "negociación estrictamente de Barcelona", la abstención republicana escenifica un intercambio para que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento tengan presupuestos el próximo año. Hace tan solo una semana, ERC y los comunes anunciaron un acuerdo para sacar adelante los presupuestos de la Generalitat con un refuerzo en la partida destinada al sistema sanitario catalán.

El acuerdo entre las formaciones encabezadas por Pere Aragonès y Jéssica Albiach está confirmado, pero no es suficiente. Para sacar los presupuestos catalanes adelante, el Govern requiere de una tercera fuerza que aporte otros 27 votos: Junts o el PSC.

El presidente del Govern, Pere Aragonès, y la portavoz de En Comú Podem, Jessica Albiach / EUROPA PRESS

Con las cuentas barcelonesas garantizadas, los socialistas son quienes están mejor posicionados para ofrecer su apoyo en estas cuentas. Aunque su primer secretario, Salvador Illa, no da por cerrado ningún acuerdo, Jaume Collboni, primer teniente de alcalde de Barcelona, dejó claras las intenciones de la formación hace tan solo unos días: "Como fue ERC quien puso el veto al PSC al inicio, ERC tiene una gran oportunidad aprobando los presupuestos del Ayuntamiento para crear un marco positivo para que el PSC los vote en la Generalitat", afirmó el edil el pasado jueves.

ERC, UN SOCIO FIEL

Con la abstención que ERC expresará mañana en el pleno municipal, el partido liderado por Ernest Maragall en Barcelona se consolida como el socio más fiel de comunes y socialistas a lo largo de este mandato.

En cuatro años, los republicanos han sido el único grupo que nunca ha votado en contra de las cuentas planteadas por el gobierno municipal. Mientras que en 2020 y en 2021 expresaron su posicionamiento favorable, para los presupuestos de 2022 y 2023 la formación ha optado por la abstención.

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