Todos los alcaldables por Barcelona con posibilidades de ganar las elecciones son conscientes de que deberán llegar a acuerdos con otros partidos. Pero, a pesar de las peticions cruzadas, sobre esos pactos, que serán reiterativas en las próximas semanas, Jaume Collboni prefiere hablar de cuestiones concretas. “No habrá líneas rojas para llegar a acuerdos, entre otras cosas porque todos las acaban traspasando”, señala. Pero el candidato del PSC, que salió del equipo de gobierno con la alcaldesa Ada Colau para centrarse en la campaña electoral, tiene claro que hay una cuestión esencial, a partir del modelo económico que se desee para la ciudad: “El futuro económico de Barcelona y Catalunya depende de la ampliación del aeropuerto”, asegura.

Collboni, en una entrevista en el programa Converses, de la Cadena Cope, con la participación de Metrópoli, señala que esas supuestas líneas rojas las incumplió Ada Colau, al aceptar los votos de Manuel Valls, como dirigente de Barcelona pel Canvi, para ser alcaldesa. Los “incumplió también Ernest Maragall, cuando ERC pidió los votos del PSC para los presupuestos de la Generalitat, y también lo ha hecho Xavier Trias, porque dijo que no sería candidato si JxCat salía del Govern y, finalmente, es candidato”.

Pero, ¿qué se discutirá en la noche del 28 de mayo si los resultados son tan igualados como apuntan las encuestas? Collboni, que desea jugar con las reglas municipales –buscará ser alcalde a partir de los acuerdos que se establezcan quede primero o segundo--, plantea tres grandes cuestiones al resto de candidatos: “Situaré tres condiciones para pedir apoyo: el modelo de crecimiento que se desea, con la ampliación del aeropuerto, la lucha contra la desigualdad, con políticas sociales y un presupuesto expansivo, y la lealtad al Estado y a las instituciones europeas”.

Maria Eugènia Gay, Jaume Collboni y Laia Bonet, en la sede del PSC / EP

La cuestión para Collboni está clara: los partidos independentistas deberán asumir que el momento es otro, y los comunes también deberían interiorizar que se juega el ser o no ser de Barcelona en el contexto de la economía global. Para el candidato del PSC, la ampliación del aeropuerto no es una cuestión menor. Y no esperará, si es alcalde, a que Aena vuelva a abrir la ventana de las inversiones, en 2027. “Si soy alcalde impulsaré una comisión para que esas inversiones lleguen cuanto antes, porque el futuro económico de Barcelona y Catalunya depende de la ampliación del aeropuerto”.

PEDIR A LAS EMPRESAS QUE VUELVAN

A juicio de Collboni lo que se necesitan son conexiones transcontinentales, con Estados Unidos y Asia, para buscar un modelo similar al de Boston. “En Boston el aeropuerto se amplió por las demandas de universidades y de organismos de investigación, que deseban contratar a los mejores profesores e investigadores del mundo”, asegura Collboni, que rechaza la máxima de los comunes según la cual lo que se conseguiría es un mayor turismo, que podría colapsar la ciudad. “No se trata de más turismo, sino de facilitar vuelos directos a inversores, al talento internacional, generando una dinámica en la que debe estar Barcelona para asegurar su futuro en los próximos años”.

La exigencia de “lealtad” tiene un claro destinatario, tanto Xavier Trias, como Ernest Maragall, que se une a una petición: “Lo que planteo es que desde la autoridad pública se pida a las empresas que dejaron Barcelona, por un contexto político negativo, que vuelvan, y me gustaría que el resto de candidatos lo pidiera. Eso significaría, realmente, cerrar la etapa del procés, que perjudicó tanto a la ciudad”. Para Collboni, Barcelona “se merece recuperar la posición de capitalitad económica y financiera de España”, pero añade que también el Estado debe apostar por ello.

Collboni admite que, como teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, --dejó el cargo hace unas semanas para centrarse en la campaña—es corresponsable de decisiones como la superilla del Eixample, en la calle Consell de Cent. “No se trata de ir en contra de la pacificación de determinadas calles, lo que pasa es que los comunes querían hacer hasta 22 superillas como esa, y en ese proyecto sí que no está el PSC, que lo rechazamos. Nuestra alternativa son las manzanas interiores, con zonas verdes. Ya lo hicimos en la etapa de los alcaldes socialistas, y ahora se trata de incorporar treinta, quince en el próximo mandato”. Según el alcaldable del PSC esas manzanas interiores lograrían absorver las emisiones de C02 de 60.000 coches diarios.

LA VIVIENDA, EL PRINCIPAL PROBLEMA

Pero el gran reto del candidato socialista es la vivienda. Durante el mandato del equipo de gobierno de los comunes con el PSC ese ha sido el principal fracaso. Collboni señala que la medida de reservar el 30% para vivienda pública, en todas las promociones, “no ha funcionado”, y “debe cambiar”. La propuesta ahora, si es alcalde de Barcelona, es construir 40.000 viviendas en las áreas nuevas de planeamiento que están en marcha, en el 22@, en la Sagrera Bon Pastor y en la Marina del Parc Vermell y Zona Franca.”Aquí tenemos los terrenos para esa construcción, y de ese total unos 25.000 deberían ser de protección oficial, y de protección oficial de alquiler”.

A juicio de Collboni la vivienda “es el principal problema de la ciudad, que expulsa, por ello, a vecinos de clase media y obrera, que no pueden acceder a un bien esencial”. Para darle la vuelta, además de esos planes de construcción en terrenos que ya son del Ayuntamiento, Collboni contempla colaborar con toda el área metropolitana.

El otro aspecto que preocupa es la seguridad. Para el candidato del PSC, “es la Generalitat la que debe asumir su responsabilidad”, en referencia a la dotación de los Mossos d’Esquadra. Para uno de los distritos con más problemas, Ciutat Vella, Collboni designará, si es alcalde, a Albert Batlle como concejal de distrito, además de seguir confiando en él como responsable de la seguridad de la ciudad.

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