El gobierno municipal de Barcelona ha insistido, durante el presente mandato, en llevar a cabo una naturalización de la ciudad. Para realizar esta polémica planificación, desde el consistorio se ha fomentado el incremento del verde urbano en la vía pública y en los espacios privados, así como la eliminación de elementos que puedan resultar nocivos para la salud.

Para fomentar que el ámbito privado siga la tendencia marcada por la administración liderada por los comunes, el Ayuntamiento ha puesto en marcha una convocatoria de subvenciones por un valor millonario para financiar estas iniciativas.

IMPORTE

El Insituto Municipal del Paisaje Urbano y de Calidad de Vida ha autorizado las ayudas para potenciar la protección y mejora del paisaje urbano en la capital catalana, unas cuantías que se destinarán a las actuaciones de rehabilitación de paredes medianeras, cubiertas verdes y naturalización.

Hierba crecida en la calle de Granados / RP

La convocatoria cuenta con un presupuesto de 1.500.000 euros, de los cuales se destinarán 200.000 euros al ejercicio de este año, 800.000 para el próximo y los 500.000 restantes a 2025.

Pese a esta previsión de reparto, y al tener en cuenta que la convocatoria comporta gastos de carácter plurianual, las asignaciones para cada ejercicio dependerán en última instancia de los presupuestos municipales que se aprueben cada año.

NATURALIZACIÓN

El consistorio barcelonés ha determinado distintos tipos de naturalización de los espacios para incrementar la extensión vegetal en la ciudad. Entre estas acciones, se encuentran algunas como pasar del césped al prado natural, la siembra de baja intensidad en prados floridos de especial interés para la biodiversidad y la creación de setos vegetales mixtos.

El plan municipal también contempla enriquecer los márgenes de los huertos con plantas favorecedoras de biodiversidad, la plantación de rodales arbustivos y árboles frutales en céspedes y la eliminación de las plantas invasoras y restauración con especies de interés.

Respecto a los alcorques y jardineras, que han sido objeto de críticas en la ciudad por su estado, la planificación apunta que son espacios de gran interés donde se desarrollan una gran cantidad de invertebrados que permiten alimentar a diversos grupos de fauna.

Alcorque vacío en la calle de Felipe de Paz / METRÓPOLI

FALTA DE ÁRBOLES

La naturalización de la ciudad buscada por el gobierno municipal contrasta con la falta de árboles que han denunciado los vecinos de la capital catalana en distintos puntos de la ciudad.

Un claro ejemplo es el distrito de Les Corts, donde los residentes lamentaron en declaraciones a este medio la presencia de alcorques vacíos en las calles, al margen del excesivo crecimiento en determinadas jardineras.

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