Entre banderas catalanas y españolas. Así ha entrado Alberto Nuñez Feijóo en la tarde de este jueves en el mitin del PP en el Turó Park de Barcelona en una tarde nublada, siempre amenazada por una lluvia que no ha terminado de arrancar. El presidente del PP ha querido apoyar al alcaldable Daniel Sirera en un encuentro con varios centenares de vecinos en el que ha apostado por "darle la llave de la gobernabilidad de la ciudad".

Un encuentro humilde, sin grandes montajes ni escenografías y para el que se ha escogido uno de los pulmones verdes de la zona pudiente de la capital catalana, en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi, pero que, sin embargo, ha despertado la hostilidad de algunos espontáneos que, desde la distancia, han gritado "fascistas" en varias ocasiones. Gritos, por otra parte, que han sido respondidos desde el interior con "Viva España".

El candidato a la alcaldía por el PP en Barcelona, Daniel Sirera / EFE TONI ALBOR

El mitin, observado por cientos de personas de todas las edades aunque con predominancia de simpatizantes más mayores, ha tomado rápidamente un cariz orientado a las próximas elecciones autonómicas y generales. Y es que Feijóo --y Sirera también--, saben que ganar la alcaldía de Barcelona es una misión imposible a pesar de la complicidad y camaradería exhibida en el encuentro. No obstante, sí han apelado fervientemente al "voto útil" del centro-derecha, reavivando el relato que ya empezó en 2021 de recuperar la idea del PP como la "casa grande" del constitucionalismo. Durante el acto han sido varios los hombres fuertes del PP que han arropado al candidato, como el alcaldable por Badalona, Xavier Garcia Albiol, el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández y la diputada Cayetana Álvarez de Toledo.

CON LA MIRADA EN MADRID

Tan es así que la gran mayoría de referencias de Feijóo en su discurso han ido dirigidas hacia el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a sus pactos con los independentistas vascos de EH-Bildu, así como a ETA. También ha cargado contra el independentismo, tanto que incluso ha eximido de parte de la culpa de lo que considera el "declive de Barcelona" a Colau. "La señora Colau tiene mucha culpa del declive de esta ciudad, pero no la tiene toda. No es creíble que la solución a los problemas de la ciudad sea de quien fue mano derecha de la alcaldesa durante cuatro años, o por parte de quien ha fracturado la sociedad catalana y barcelonesa", ha asegurado, en referencia al socialista Jaume Collboni y al nacionalista Xavier Trias, respectivamente.

En sus discursos, la seguridad ha jugado un papel central, con especial énfasis en la okupación, tema que han relacionado en repetidas ocasiones con el conflicto de las casas de El Kubo y La Ruïna del barrio de La Bonanova, pero no solo ahí. "El 46% de las okupaciones en España tienen lugar en Barcelona", ha explicado el presidente del PP.

LA BATALLA POR BARCELONA

La llegada de Feijóo en la capital catalana lanza un claro mensaje de que no han claudicado de la lucha por Barcelona. De hecho, para el PP estos comicios suponen una oportunidad de oro. El desmembramiento de otras formaciones que comparten electorado con los conservadores, como Ciudadanos, Valents o Vox --todos ellos partidos que, según las encuestas, no entrarán en el consistorio-- facilita a Sirera el relato del voto útil y un techo electoral de hasta nueve regidores "si todos los votantes (de las formaciones) votaran por él".

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, junto al presidente del PP en Catalunya, Alejandro Fernández, y el candidato a la alcaldía, Daniel Sirera / EFE TONI ALBIR

Las encuestas, por el momento, no le dan un resultado tan elevado y si bien la mayoría de ellas prevén que el partido entrará en el Ayuntamiento, todas se sitúan en la horquilla de entre los dos y los cuatro asientos, precisamente por ello el mensaje ha quedado tan claro: "juntos somos más fuertes" y votar al PP es votar anti-Colau, a quien Sirera le ha otorgado el título de liderar "el peor gobierno de la historia de Barcelona".

El partido se juega mucho en estas elecciones, a pesar de que partan con nulas posibilidades de lograr que Sirera sea alcalde. Si las cuentas salen y, durante la campaña, logran convencer a los votantes de Cs, Valents y Vox, el PP podría obtener una posición decisiva. A diez días de su final --para los de Sirera--, la batalla por Barcelona acaba de comenzar, justo cuando el PP ha comenzado a lograr frutos de su estrategia con el 'fichaje' del exconcejal de Ciudadanos, Paco Sierra, y con el anuncio de que este sábado habrá otras incorporaciones procedentes de ese espacio político

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