Los sindicatos policiales ven algunas lagunas en el apartado de seguridad del programa electoral de Ada Colau. Los portavoces del Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP-FEPOL) y del Sindicato de la Policía Local de la Unión General de Trabajadores (SPL-UGT) han analizado detalladamente las propuestas de los comunes con Metrópoli. Sin entrar en connotaciones políticas, han concluido que muchas de sus proposiciones son poco realistas, teniendo en cuenta el contexto de inseguridad en el que se encuentra Barcelona.
El apartado de Seguretat i convivència: inclusives i participatives empieza haciendo alusión a la "falsa percepción de inseguridad" que tienen los barceloneses, ya que, en términos objetivos, durante los seis primeros meses de 2022 los delitos se redujeron en un 21% en comparación a los datos de 2019. Estas afirmaciones, a ojos del SIP-FEPOL, son engañosas.
CRIMINALIDAD EN BARCELONA
"Es cierto que los delitos leves, como los hurtos, han bajado. Pero los delitos graves y menos graves han crecido", dice el sindicato. Esto se puede confirmar con los datos del Balance de Criminalidad del Ministerio de Interior, que registra un aumento exponencial del tráfico de drogas, delitos sexuales y riñas tumultuarias, infracciones penales que potencian la sensación de inseguridad.
Los comunes ponen de relieve la problemática de la entrada de droga por el puerto y su relación con los narcopisos. Como solución, proponen una mejor coordinación con la Guardia Civil y con los Mossos d'Esquadra. A pesar de que esta coordinación es necesaria, a ojos del SIP-FEPOL no es suficiente: "Se ha deteriorado la imagen de la policía. Hasta que no haya una autoridad efectiva, seguirán pasando este tipo de problemas", lamentan.
NI EFECTIVOS NI EFICIENTES
Barcelona en Comú explica que el cuerpo de la Guardia Urbana "requiere una nueva dimensión y que sea un cuerpo policial más eficiente y efectivo". "Colau no ha querido que seamos ni efectivos ni eficientes. Nos ha puesto en el ojo del Huracán", aseguran desde el SIP-FEPOL.
Por otra parte, la dirección de BeC hace especial hincapié en la figura de la policía de barrio, que es la de los agentes de proximidad. La UGT remarca que esta figura existe desde los años 90 y que la Guardia Urbana ya es policía de proximidad. También quieren "consolidar la formación del personal más allá de la estricta formación técnica, poniendo especial atención a los valores que tienen que regir la actuación policial".
A ojos de la UGT, es redundante, ya que "todos los policías saben los valores que hay que tener". "El código deontológico está muy regulado a nivel policial. También hacen una formación muy específica en el Instituto de Seguridad Pública de Catalunya (ISPC). Las formaciones en cuestiones técnicas llevamos años pidiéndolas", reitera la unión sindical.
CÁMARAS UNIPERSONALES
La UGT también ha cargado contra el Ayuntamiento por una de sus propuestas, concretamente la que pretende dotar a los agentes de cámaras unipersonales. "Hace ocho años que lo estamos pidiendo. Es un criterio de seguridad y de transparencia con el que se reducen el 80% de las falsas denuncias por actuaciones policiales". Este sindicato también hace años que está reclamando paneles de ventilación para evitar que los agentes sufran golpes de calor, pero el Ayuntamiento no les ha dado respuesta.
Otra de sus demandas es una pistola Taser: "Tiene un uso disuasorio y es mucho menos lesivo que una arma de fuego", aseguran. En cuanto a la propuesta de "incrementar el personal no policial dedicado a la prevención y la seguridad para desburocratizar", la UGT recuerda que la seguridad pública es un monopolio de función pública y que no se debe ceder nunca a otras personas. "No entiendo cómo hace estas propuestas", asegura el portavoz.
OBSERVATORIO DE CONFLICTO Y CONVIVENCIA
Colau también promete que mejorará algunas antiguas comisarías, como la de Sants. "Hemos hecho muchas quejas y denuncias. Esta unidad territorial se tendría que cambiar, no remodelar". La UGT cree que los objetivos del programa electoral no se van a conseguir en cuatro años, pero cree que sí que se podrá mejorar la situación de la Guardia Urbana.
Barcelona en Comú quiere crear un observatorio de conflicto y convivencia, con una línea de subvenciones para fomentar el debate. A ojos del SIP-FEPOL, esto es una utopía. "Hablar de esto en Barcelona implica un desconocimiento del tipo de delitos que hay. No sabe la realidad que hay en la calle. La mediación es una buena propuesta con los vecinos, pero con los delincuentes no se puede mediar", asegura el sindicato.
AUMENTO DE DELITOS GRAVES
La SIP-FEPOL cree que con estas medidas el Ayuntamiento está intentado que la Guardia Urbana no sea un servicio policial: "Está metiendo diferentes actores políticos en la policía debatiendo cosas de las que no tienen información. La seguridad tiene que ser para la policía". El sindicato asegura que necesita un programa electoral en el que se defienda al 100% a la Guardia Urbana y lamenta que Colau haya intentado quitar recursos operativos como la UREP, ya que le parecían "represivos", así que optó por cambiarle el nombre de UPAS a UREP.
Ambos sindicatos coinciden en que la figura de la policía de barrio es útil y efectiva, pero creen que se tiene que actuar con más contundencia contra la criminalidad. "En un mundo sin maldad, las propuestas del programa serían correctas, pero no en la situación de criminalidad y aumento de delitos graves que hay actualmente en Barcelona", concluye el SIP-FEPOL.