A nueve días de que se decida quién será el próximo alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC) mantiene su candidatura para el Ayuntamiento. Los socialistas ya afirmaron el pasado 28 de mayo, tras quedar segundos en las urnas, que intentarían consituir una alianza para lograr el gobierno municipal y fijaron el objetivo de crear un bloque progresista conformado por PSC, BComú con, de momento, Ada Colau al frente tras descartar hacer el salto a Sumar y con ERC, lidderada por Ernest Maragall.

El republicano, sin embargo, ha expresado en todo momento que su intención es pactar una alianza independentista junto con Xavier Trias, conservador y también el alcaldable de la lista más votada en la capital catalana (Junts). No solo eso, sino que también expresó su voluntad de no pactar con los socialistas a pesar de la candidad de ocasiones en las que han votado similar durante el mandato anterior, cuando el gobierno estaba constituido por comunes y PSC.

PELIGRO INDEPENDENTISTA

Collboni, no obstante, continúa persiguiendo ese objetivo de lograr un acuerdo a tres bandas. Así lo ha asegurado en la que ha sido su primera aparición pública tras el 28 M, en la convocatoria extraordinaria del Consejo de Federación del PSC de Barcelona. En el seno del evento ha alertado sobre los peligros de un gobierno independentista.

"Barcelona ha votado mayoritariamente a las fuerzas de progreso y a las fuerzas no independentistas. Si el resultado de la investidura fuera un gobierno del frente independentista que ahora defiende ERC, esto supondría un paso atrás en la superación del conflicto político y de la política de bloques que ha vivido Cataluña", ha subrayado.

Collboni durante la noche electoral / EUROPA PRESS

Considera también el alcaldable que ese pacto de a tres sería la opción más "estable" para la ciudad, con un gobierno que considera "fuerte" formado por 24 asientos. Más, por lo menos, que los 16 regidores que podrían sumar Trias y Maragall.

"Continuaremos hablando con todo el mundo, a excepción de la ultraderecha, para hacer realidad el mandato popular mayoritario en la ciudad, porque Barcelona no quiere volver atrás, quiere mirar al futuro con confianza y optimismo. Y esto es lo que el PSC garantiza", ha añadido.

Con todo, el plan de los socialistas continúa en la misma línea que el 29 de mayo. Para ello, ya cuentan con el apoyo de los comunes. La alternativa sería un gobierno apoyados por el PP, que dejaría a los morados -y sus nueve asientos- fuera de la fórmula. A nueve días de que se decida quién dirigirá el Ayuntamiento durante los próximos cuatro años, todo está todavía por ver y los principales partidos con representación se miran unos a otros en busca de las fórmulas que les permitan alcanzar la gobernabilidad de la ciudad.

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