El legado de Colau al nuevo alcalde de Barcelona: altos impuestos y la tercera deuda de España
Los comunes aumentaron el gasto público, del que hicieron gala, gracias al endeudamiento, que ya alcanza los 847 millones de euros y al aumento de tasas
14 junio, 2023 23:59Noticias relacionadas
Gasto para cuestiones sociales, para el tejido asociativo, para la cohesión de la ciudad… o para proyectos como la vivienda social, que no han resultado exitosos. El hecho es que el legado de Ada Colau al próximo alcalde de Barcelona, --previsiblemente Xavier Trias como líder de la lista más votada— será costoso: el endeudamiento de la ciudad alcanzó los 847 millones de euros al cierre de 2022, --31 millones más que en 2021-- con lo que Barcelona es la tercera ciudad más endeudada de España, por detrás de Jerez de la Frontera y de Madrid. Con endeudamiento y con el alza de tasas, los comunes, en coalición con los socialistas, pudieron sufragar ese mayor gasto.
Xavier Trias durante la campaña electoral hizo énfasis en esa cuestión, al recordar que él dejó el consistorio sin déficit en sus respectivos ejercicios, --sin aumentar deuda-- con un excedente, incluso, de 22 millones de euros. Lo cierto es que fue la propia Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) la que explicó que Barcelona cerró el pasado año con un déficit del 29% respecto al total de los ingresos corrientes. La autoridad fiscal, aunque también lo hizo respecto a Madrid, consideró que Barcelona merecía un serio toque de atención por el aumento enorme del gasto público desde 2019. La advertencia señalaba que la ciudad podría sufrir consecuencias estructurales por no adecuarse mejor con la financiación que recibe.
AUMENTO DE TASAS
¿Tiró más de la cuenta el gobierno municipal de Colau? El Ayuntamiento de Barcelona se ha beneficiado de un cambio en el ciclo económico, con más ingresos por la vía de los impuestos, pero también por un aumento de las tasas propias, que ha sido el reproche de Junts per Catalunya y de otros partidos de la oposición en los últimos años.
En 2022, el consistorio cerró el ejercicio con un gasto de 3.444 millones de euros, lo que equivale a un 27% más, unos 740 millones adicionales, respecto al último ejercicio de Xavier Trias como alcalde, en 2014. Y en ese aumento se inscriben las partidas de carácter social de las que ha hecho gala Ada Colau, beneficiada también por las ayudas Covid, del gobierno español, durante la pandemia, o por los fondos Next Generation de la Unión Europea.
Pero, ¿qué mano ha tenido la propia Colau? Las tasas han sido la otra muleta de los comunes, con un aumento del 1,5% y la creación de otras nuevas en el último mandato. Entre ellas está la impulsada en 2020 sobre la recogida de residuos, y también, en 2021, el recargo municipal del impuesto turístico. El montante, en ese último caso, no es menor. Supuso unos ingresos adicionales de 30 millones de euros. Desde 2020 esas tasas, de forma conjunta, han pasado de 328 millones a 403 millones, lo que equivale a un 23% más. En 2023, sin embargo, y ante la cercanía de las elecciones, se decidió en el presupuesto congelar las tasas, sin más aumentos.
Esos ingresos adicionales, junto con un mayor endeudamiento, posibilitaron a los comunes atender el mayor gasto. ¿Cómo se ha comportado esa deuda? El último gobierno con alcalde socialista, con Jordi Hereu, dejó la deuda en 1.200 millones de euros. Trias, a partir de 2011, lo que quiso hacer, como Artur Mas al frente de la Generalitat, es reducir la deuda, y lo consiguió hasta dejarla en 978 millones. Ahora, con Trias a las puertas de dirigir la ciudad –si es investido este sábado—deberá afrontar una deuda total de 1.115 millones de euros. Es el resultado de los 847 millones propios del consistorio, más la deuda del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB), que se ha consolidado en el último año.
Se trata del instrumento para atender la promoción de pisos de protección municipal de la que ha hecho gala Colau, con éxitos descriptibles por la falta de entendimiento con el sector privado y con fórmulas que el propio socio de gobierno, el PSC, ha considerado erróneas como la reserva del 30% de vivienda pública para todas las promociones urbanísticas. Ese instrumento tenía una deuda de 165 millones con Xavier Trias de alcalde, y ahora es de 268 millones.
La ciudad sigue adelante, porque genera ingresos, con una actividad económica notable. Pero hay una deuda, producto del aumento de gasto de los comunes, que ahora deberá afrontar y gestionar el nuevo alcalde que salga de la elección de todos los concejales en la votación de este sábado.