El PSC se juega la pérdida de la centralidad ante un acuerdo ‘Frankestein’ con Colau y Maragall

Barcelona en el radar, pero sin perder el gran objetivo que supone el Govern de la Generalitat. El PSC valora cómo acomodar las dos cuestiones. Se juega en los próximos días la pérdida de la centralidad política ante un acuerdo ‘Frankestein’ con Ada Colau y Ernest Maragall, que es la propuesta que ha mantenido latente el candidato socialista a la alcaldía, el socialista Jaume Collboni, sabedor, sin embargo, de que Xavier Trias ganó las elecciones. Aunque los socialistas han rechazado con contundencia la propuesta de Colau sobre una alcaldía rotatoria entre ella misma, Collboni y Maragall, el PSC mantiene la candidatura de Collboni, con la posibilidad de que pueda ser elegido alcalde este sábado si se producen votaciones “extrañas”, como las califica Xavier Trias, el alcaldable de JxCat.

El PSC, con un resultado “esperanzador” en las elecciones municipales en el conjunto de Catalunya, mantiene la idea de que puede lograr la alcaldía de Barcelona. ¿Pero ahora, con un acuerdo entre los comunes y ERC? Los republicanos ya han señalado que están en otra cosa, con la voluntad de entrar en un posible gobierno municipal con Xavier Trias. Pese a ello, las negociaciones en el último minuto podrían llevar a Collboni a la alcaldía, aunque fuera a través del voto de dos partidos ajenos a la voluntad inicial del PSC: el PP o Vox.

Esa posibilidad, por parte de Vox, fue descartada, quien ya ha manifestado la intención de votar a su propio candidato el próximo sábado. Tampoco parecen dispuestos a investir a Collboni los populares de Daniel Sirera, quienes exigen al líder socialista que sus votos no los recibirá gratis. Piden como condición que Colau quede fuera del Gobierno municipal, una opción que la alcaldesa en funciones no contempla. Ella siempre ha hecho referencia a un acuerdo tripartito de izquierdas.

JxCAT ESPERARÁ AL PSC

El PSC de Barcelona está muy orientado respecto a ese “acuerdo progresista”, como recuerda Jaume Collboni. Pero lo que valora el partido es el tipo de puertas que abre o cierra esa apuesta. Un veterano dirigente del PSC señala que lo más importante es que “la ciudad funcione, que se ponga en marcha en muchos ámbitos y que mejore de forma clara”, y eso pasa, para una parte importante de los socialistas, por un acuerdo en una segunda fase con Xavier Trias. Es lo que reclama, de hecho, el alcaldable de JxCat, que no quiere saber nada de ERC y que esperará a los socialistas, cuando éstos se sientan “preparados”.

El candidato de Junts, Xavier Trias, frente al alcaldable socialista Jaume Collboni / TWITTER

En el último consejo de federación de Barcelona del PSC, la pasada semana, Salvador Illa, el primer secretario de los socialistas catalanes, celebró los resultados del partido en toda Catalunya, refiriéndose a nombres concretos que serán alcaldes a partir de este sábado. Y se refirió al caso de Barcelona, dejando en manos de Collboni las negociaciones. "Eso lo lleva Collboni y veremos cómo se puede ultimar", señaló, sin dar por hecho en ningún momento que la alcaldía estuviera al alcance de la mano. 

¿En qué momento se puede producir esa circunstancia? Por lo menos, hasta después de las elecciones generales del 23 de julio. En JxCat entienden que nadie haga movimientos hasta ese momento. El partido de Trias pide, por tanto, que cada fuerza política vote a su alcaldable este sábado. Con ello, sería alcalde el líder de la lista más votada: Xavier Trias.

La necesidad del PSC de buscar el momento, pero no sólo en Barcelona, sino en Catalunya, le lleva a valorar con mucho tiento los próximos pasos. En la sede del PSC se considera que la victoria de Trias ha sido el resultado de una especie de plebiscito sobre Ada Colau, que ha ganado con claridad. Pero es que el propio Collboni se desmarcó de la líder de los comunes en el último año de mandato, y abandonó el cargo de primer teniente de alcalde, aunque el resto de concejales del PSC se quedó en el gobierno municipal de Ada Colau. "Ahora volver sobre lo mismo sería complicado", señalan las mismas fuentes, respecto a un nuevo acuerdo con los comunes. 

Esa retirada implica que la aproximación actual a los comunes se vea, por tanto, como “forzada”. Aunque las circunstancias serían otras, porque la alcaldía sería ahora para Jaume Collboni. Pero la permanencia de los comunes en un hipotético gobierno municipal, con la propia Ada Colau, que no ha renuncido a su acta de concejal –ha señalado que sólo lo hablaría con la “organización”, con los comunes, cuando comprobara que el acuerdo con ERC y PSC es imposible— dejaría al PSC con la percepción de que no ha sucedido nada, de que los problemas se pueden enquistar en Barcelona.

LAS PRETENSIONES DE COLLBONI

Sin embargo, lo que pondera también el PSC es lo que “perdería”. Y es que con esa apuesta dejaría en la oposición a JxCat, que es en estos momentos, --a pesar de que sus dirigentes mantienen todavía una retórica independentista— un posible socio de gobierno de cara al Govern de la Generalitat. Y con JxCat el PSC ha gobernado la Diputación de Barcelona.

Ada Colau y Jaume Collboni durante su primer gobierno de coalición / EFE

El gobierno autonómico, además, se abriría ante Salvador Illa, porque la predisposición de JxCat también podría llevar a ERC a valorar muy seriamente su actual oposición frente a los socialistas. El enfrentamiento de los dirigentes republicanos, en particular Oriol Junqueras, con los socialistas podría cambiar, si JxCat se convierte en la fuerza política que apuntala a un futuro gobierno de Salvador Illa. Es decir, el PSC estaría en el centro de la política catalana, y habría roto la política de bloques, convirtiéndose en un socio indispensable para los gobiernos en todos los niveles de la administración catalana, tanto para JxCat como para ERC.

Eso supone, por tanto, que la baza de Barcelona debería esperar, aunque el núcleo político de Jaume Collboni pida paso para acceder en estos momentos a la alcaldía de Barcelona.