Maragall quiere formar parte del gobierno de Trias en Barcelona

Las negociaciones en todas direcciones avanzan, pero Xavier Trias ha progresado con su acercamiento a Esquerra Republicana. Aunque el alcaldable de JxCat señala que desea un acuerdo con los republicanos y con el PSC, por ahora lo que tiene más cerca es un pacto con los republicanos para poder ser alcalde el 17 de junio, cuando se constituyan los ayuntamientos. Y es el propio Ernest Maragall quien más ha insistido en formar parte del gobierno de Trias, incluso con una tenencia de alcaldía si llega el caso.

Trias, el veterano dirigente de Convergència, tiene, en todo caso, un problema. Sabe que cuenta con más opciones que nadie para ser alcalde, pero, ¿después que sucederá? El acuerdo con ERC es “imprescindible”, señalan fuentes conocedoras de la negociación, porque le asegura la alcaldía, pero es del todo insuficiente para poder gobernar.

Serían 16 concejales, los once de Trias y los cinco de Maragall. La voluntad de Trias es consolidar su gobierno con un acuerdo con los socialistas. Y, en realidad, según las mismas fuentes, “no acaba de ver que Esquerra deba entrar en el gobierno”. Su primera y principal opción ha sido el PSC. Trias tenía muy claro que hubiera dado su apoyo a Jaume Collboni, en el caso de que el candidato socialista hubiera ganado las elecciones. Pero también sabía que sería complicado para el PSC hacer lo propio si ganaba él. Y esa es la tesitura a la que se ha llegado.

Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina todo se ha complicado más. Los socialistas, en ese lapso, mantienen la retórica de un gobierno de “progreso”, y buscan erosionar a ERC a partir de la pérdida de poder que han sufrido en todo el territorio catalán.

¿MINORÍA DE BLOQUEO?

El PSC “no renuncia a nada”, como sostiene el propio Jaume Collboni. Consciente de las dificultades, los socialistas recuerdan a ERC una realidad. La posición “central” en estos momentos del PSC ha posibilitado acuerdos con JxCat en distintas localidades, en perjuicio de los republicanos, que reprochan esa circunstancia al partido de Carles Puigdemont. Lejos de Barcelona, ERC ha visto como el PSC ha pactado con JxCat en la Diputación de Tarragona, a pesar de que los republicanos son la fuerza con más diputados provinciales. Ese acuerdo también se ha producido en alcaldías como la de Roses.

El candidato de ERC en Barcelona, Ernest Maragall / ERC

¿Qué implica eso? Las elecciones municipales han dejado a dos partidos, JxCat y PSC, como opciones que podrán dominar la política catalana a corto y medio plazo. ¿Qué quiere ERC? Es la pregunta que formulan los socialistas al partido republicano en Barcelona, con la idea siempre presente de que el propio Collboni podría negociar con JxCat más adelante. O ejercer una dura oposición. Esquerra, sin embargo, ha iniciado su camino. Ha comenzado a negociar con Xavier Trias, para brindarle sus cinco concejales. Para el candidato de JxCat podría ser, ahora, la única salida para ser alcalde, pero los 16 regidores no le garantizarían una gobernabilidad plácida. Al contrario. Se encontraría con los diez concejales del PSC y los nueve de los comunes. Con 19 ediles, eso significaría una minoría de bloqueo, que dejaría a Trias sin capacidad para gobernar. Pero esa posición, por parte de los socialistas, podría cambiar, en función de lo que suceda en las elecciones generales. 

FRENTE A LA MAYORÍA DE JxCAT Y PSC

Los republicanos, en cambio, quieren atar cabos y querrían participar en ese gobierno con Trias, incluso con Ernest Maragall como teniente de alcalde. Para JxCat eso ha supuesto una sorpresa, porque Maragall perdió en la noche del 28 de mayo la mitad de los concejales que obtuvo en 2019. De diez a cinco ediles. “¿No asumirá su responsabilidad?”, señalan fuentes tanto de JxCat como del PSC, que asisten con cierta perplejidad ante a las negociaciones de los republicanos.

Ante esa realidad se dibuja otra. El PSC está aprovechando la coyuntura. Un partido en alza, que puede pactar tanto a su izquierda como a su derecha, y también en el eje nacional, teniendo claro que no desea que se repita un nuevo proceso independentista. El aviso a ERC, por tanto, es claro. Lo que ha pasado en la Diputación de Tarragona, como ya sucedió en la Diputación de Barcelona, se puede repetir en el Ayuntamiento de Barcelona. ¿Es lo que quiere ERC, asistir a una mayoría de 21 concejales entre JxCat y PSC en la capital catalana, y fuera del poder en diputaciones y las principales ciudades de Catalunya?

El candidato de Junts, Xavier Trias, frente al alcaldable socialista Jaume Collboni / TWITTER

Con esas cartas juega el PSC de cara a los algo más de diez días que quedan antes de la constitución de los ayuntamientos. Es Esquerra la que deberá asumir sus decisiones, con una pérdida de poder territorial notable desde la noche electoral.

LA OPCIÓN CON EL PP

La otra posibilidad para Jaume Collboni llega desde el flanco del PP. Y el aviso ha llegado desde la entidad Societat Civil Catalana, que preside Elda Mata. A través de un comunicado, la posición es diáfana: si existe una alternativa frente a un acuerdo entre independentistas, los partidos constitucionales tienen la obligación de apostar por ella. 

El comunicado es preciso. “El gran avance electoral experimentado en Catalunya por los partidos leales al Estado democrático de derecho –en referencia al PSC y al PP-- demuestra que es posible trasladar la Catalunya real, plural, diversa y bilingüe, a unas instituciones gobernadas desde hace décadas por un nacionalismo excluyente, sectario y monolingüe que ha elevado el pensamiento único no mayoritario a la categoría de oficial”.

Y la entidad constitucionalista entiende que “los últimos movimientos de los principales dirigentes de ERC, JxCat y la CUP ponen de manifiesto que el secesionismo empieza a reactivarse para recuperar el terreno perdido y ello se traducirá en nuevos y dolorosos desafíos a la convivencia entre ciudadanos y al Estado democrático de derecho”.

¿Qué hacer? “No hacer frente a esta situación ni es una opción ni sería entendido por el ciudadano que claramente ha expresado en las urnas su rechazo a la perversa ideología nacionalista”.