"Fue una decisión muy difícil". Así se ha defendido el número dos de Barcelona en Comú (BEC), Jordi Martí, de las críticas recibidas por Junts y ERC tras apoyar al nuevo alcalde, Jaume Collboni, en el pleno de investidura del pasado sábado 17 de junio. Martí ha asegurado en una entrevista en el programa Cafè d'Idees que estaban “ante la disyuntiva de entregar la ciudad a un partido de derechas (Trias) o regalar votos, con regalo envenenado, a Collboni”. El portavoz de los comunes ha explicado que la decisión de votar a favor del socialista --posicionamiento que el partido declinó hasta última hora-- "fue cuando se supo que Ernest Maragall había accedido a gobernar con Xavier Trias". Esta decisión de ERC enterró el pacto de izquierdas solicitado por los comunes en el que entraban los socialistas de Collboni y los republicanos de Maragall, que en última instancia apostaron por un frente independentista.

ACUSACIONES A ERC

A la pregunta de si dentro de un nuevo gobierno de izquierdas estará ERC, Martí no ha querido contestar y ha admitido no haber hablado con Maragall desde el pleno de investidura. El portavoz ha criticado su decisión de querer pactar con Junts: "No entiendo su gesto. Representa lo mejor del socialismo catalán y no puedo entender que hubiera estado satisfecho de ser el primer teniente de alcalde de Trias".

El portavoz de los comunes Jordi Martí Grau / EUROPA PRESS

GOBIERNO DE IZQUIERDAS

Para Xavier Trias, Collboni ha conseguido que los comunes "se mantengan en el gobierno de una forma u otra". Ante esta acusación, Martí ha señalado que "es falso que se haya acordado un sottogoverno para que los comunes continúen en el gobierno". No obstante, el portavoz sí que ha reconocido que cuando fue gerente en el Ayuntamiento, pidió contar con la estructura organizativa y ejecutiva de los funcionarios públicos con experiencia en gestionar la ciudad.

Jaume Collboni y Ada Colau en el pleno de investidura del Ayuntamiento de Barcelona / EFE

Preguntado por futuros pactos, Martí ha afirmado que su objetivo es "reconstruir un gran acuerdo de izquierdas", aunque deberán ver qué Collboni se encuentran, "si el de las alfombras rojas o el que ha aprobado proyectos progresistas". Sin embargo, estos movimientos deberán forjarse después de las elecciones generales del 23 de julio para evitar injerencias en las decisiones. A partir de ahí, Collboni iniciaría una aproximación o bien con los comunes o con los grupos que se presten.

EN CONTRA DE JUNTS

Los comunes siempre se han mostrado contrarios a un gobierno de Junts, al ser la "vieja convergencia" con un modelo de ciudad "que destruiría" lo conseguido hasta ahora por los de Ada Colau. Por esta razón, los morados, aunque reconocen que Collboni no les gusta como alcalde, "es el mal menor y da garantías de seguir con los construido desde 2015". "Es la presión real, ser útiles a los más de 130.000 votantes", ha sentenciado Martí.