La elevada población de jabalíes continúa siendo motivo de preocupación en Barcelona, especialmente en temporada estival. La presencia de estos animales en los barrios de montaña se multiplica en estas fechas, lo que ocasiona molestias e incluso situaciones de peligro para los residentes de estas zonas de la capital catalana.

Hace tan solo unas semanas, una manada de jabalíes fue avistada en Sarrià en busca de alimento a altas horas de la madrugada, una situación que se repite en otros territorios de la ciudad que se encuentran a los pies de la sierra de Collserola.

Para frenar la sobrepoblación existente en la montaña barcelonesa, el Ayuntamiento ha cerrado un contrato para la caza de estos ungulados hasta el próximo año por un valor que supera los 200.000 euros.

ADJUDICACIÓN

El consistorio barcelonés ha adjudicado los servicios de capturas reactivas de jabalíes en la vía pública a la compañía Astrovet Solutions, que recibirá una partida de 237.346 euros para desarrollar estos trabajos durante este año y 2024.

Al frente de la empresa adjudicataria se encuentra Carles Conejero, coordinador del Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje (SEFaS) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), quien insistió el año pasado en una comparecencia conjunta con la directora del Servicio de Derechos de los Animales del Ayuntamiento de Barcelona, Carme Mate, en la importancia de no alimentar a estos animales. "Alimentar a un jabalí hace que pierda sus instintos y vaya a la ciudad, que es un ecosistema nada favorable donde acaba atropellado y tiene acceso a comida con residuos", insistió.

SITUACIÓN ACTUAL

El Ayuntamiento señala que los jabalíes tienen, en Barcelona, un impacto importante en las zonas ajardinadas públicas y también en las privadas abiertas de la parte alta de la ciudad, pero el consistorio apunta que en los últimos tiempos han superado esta limitación, dejando atrás la frontera de la Ronda de Dalt para alcanzar los aledaños de la Ronda del Mig.

El informe del Servicio de Derechos de los Animales destaca que las afectaciones al verde son de consideración, se repiten en determinados espacios y requieren inversión y recursos humanos para su restauración. Además, se destaca que estos animales ocasionan destrozos en la zona forestal limítrofe con la ciudad, por lo que dañan espacios ricos en flora y fauna.

Un jabalí fotografiado en Barcelona / EUROPA PRESS

Por todo ello, desde el consistorio barcelonés inciden en la necesidad de dar respuesta a la presencia de jabalíes en el ámbito urbano de forma rápida y adecuada, minimizando el riesgo para los bienes materiales y las personas.

CAPTURA REACTIVA

Cuando la Guardia Urbana reciba avisos por el avistamiento de estos animales, se desplazará hasta el lugar si es necesario y decidirá cómo actuar. En caso de requerir a un veterinario, éste deberá llegar a la zona en un máximo de una hora, anestesiar a los animales y proceder a la eutanasia, al transporte con vehículo adecuado propio y a la eliminación de los cadáveres siguiendo los requisitos necesarios como residuo biológico. En caso de ser necesario, se asesorará al agente de la policía barcelonesa que dé el aviso, y éste utilizará un rifle anestésico en caso de emergencia.

En caso de que se detecten anomalías en el estado sanitario de alguno de los animales, se tendrá que avisar a los Agentes Rurales y seguir sus indicaciones. La adjudicataria también tendrá que garantizar el servicio a las tres jaulas trampa colocadas en Llars Mundet y en el parque del Laberinto de Horta.

Jabalíes en una zona urbana de la ciudad / ARCHIVO

El momento de la anestesia para cazar a los jabalíes deberá garantizar la seguridad de las personas que trabajan y de la ciudadanía, asegurar que no causa sufrimiento ni maltratos evitables, evitar el uso de armas de fuego y no dejar residuos sobre el terreno.

¿CAZA O ESTERILIZACIÓN?

La adjudicación de este contrato por parte del Ayuntamiento llega en pleno debate sobre cómo se debe actuar para controlar la población de jabalíes. El presidente de la Federación Catalana de Caza, Sergio Sánchez, defendió esta actividad en declaraciones a Metrópoli: "En los últimos 15 años ha habido una explosión demográfica tremenda, pero gracias a la caza se ha reducido la población en Collserola de 17 a 12 ejemplares por kilómetro cuadrado, que sigue siendo una cifra muy elevada", aseguró. La presidenta de la Asociación en Defensa de los Derechos Animales (ADDA), Carmen Méndez, se expresó en sentido contrario, y subrayó que la caza resulta un elemento desestabilizador de un ecosistema como el de la sierra metropolitana.

Manel López Béjar, líder de un estudio sobre la esterilización de los jabalíes y decano de la Facultad de Veterinaria de la UAB, defendió este método como el más adecuado para el control futuro de estos animales. "Estoy convencido de que será la herramienta del futuro, junto con la gestión del alimento y el agua para los animales", garantizó a este medio tras apuntar que de esta manera se podrían evitar las batidas.

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