Ofertas contradictorias, que acaban en un mismo mensaje: la idea de permanecer en la oposición y plantear una dura batalla frente al socialista Jaume Collboni. Es lo que señala Xavier Trias en sus intervenciones públicas, después de escuchar a los concejales de su partido, a su núcleo duro, que entienden que no se puede actuar de “muleta” del PSC, después de haber sido apartados en el último segundo de la alcaldía, tras un pacto “extraño” entre los comunes y el PP. El objetivo es ofrecer una posible negociación sobre los presupuestos, pero con la convicción de que lo mejor es estar en la oposición y preparar, desde ahora mismo, el asalto a la alcaldía en el próximo mandato.

¿Es una estrategia para pactar con el PSC cuando el Gobierno de Pedro Sánchez comience a caminar, tras el acuerdo con Carles Puigdemont? La ambigüedad se mantiene. Xavier Trias conoce bien esa forma de actuar, desde sus tiempos como mano derecha de Jordi Pujol. Pero lo que prima es el distanciamiento con los socialistas, el cabreo, incluso, por la forma de hacer política de Collboni. Y también se considera que JxCat puede y debe preparar un candidato o candidata para lograr la alcaldía en el próximo mandato. Y eso sólo se puede conseguir, se entiende, desde una alternativa clara a los socialistas, desde la oposición, dejando a Collboni al lado de los comunes y de ERC.

LOS PRESUPUESTOS, EL MOMENTO CLAVE

Xavier Trias ha defendido negociar los presupuestos, sin que ello debiera significar una entrada en el gobierno municipal, pero en los últimos días lo ha relacionado. Si pacta las cuentas de 2024 con Collboni, ello debería implicar “gobernar” con el PSC. Trias se agarra a la frase recurrente de Collboni, que muestra su querencia por un “gobierno progresista”, con los comunes, con la idea de que el partido de Ada Colau será, en poco tiempo, una nueva versión de lo que fue ICV.

El líder de Junts en Barcelona, Xavier Trias, junto al alcalde Jaume Collboni durante el pleno de investidura / EFE

Aunque Trias no enganó a nadie, al señalar desde el primer día que quería un acuerdo con el PSC, con él como alcalde, los resultados de las elecciones, curiosamente, lo complicaron todo. Collboni, que quedó por detrás, con diez concejales, por los once de Trias, puso todos sus esfuerzos en conseguir la alcaldía, con los votos del PP de Daniel Sirera, que sigue “satisfecho” por la decisión. Y eso algunos miembros de JxCat en el Ayuntamiento no se lo perdonan a Collboni, ni tampoco a Sirera, al que ven sin ningún otro objetivo en el consistorio.

Lo que impera es un cierto desprecio por Collboni, y por Sirera. Y aunque Trias insiste en sus intervenciones públicas en que todo eso se debe olvidar y mirar hacia el futuro, en JxCat impera el orgullo de una fuerza política que estaba hundida en Barcelona y que consiguió la victoria electoral.

Hay, sin embargo, algunos movimientos que podrían llevar a Trias a buscar un acuerdo interno, y con él un pacto con el PSC de Collboni. El hecho de que en Sabadell la alcaldesa Marta Farrés haya ‘invitado’ a dos concejales de JxCat a formar parte del equipo de gobierno, a pesar de disponer de mayoría absoluta, puede crear un clima de entendimiento a partir de lo que suceda en el Congreso de los Diputados.

OPOSICIÓN CONSTRUCTIVA, PERO OPOSICIÓN

En distintos foros económicos y políticos la dirección del PSC, con Salvador Illa en primera línea, ha mostrado su predilección por JxCat, siempre que sepa “aterrizar” en la política institucional, después de diez años de proceso independentista. La aproximación en municipios, en el Congreso y en la Generalitat podría ser algo tangible, real, pero todo depende de un grupo de dirigentes de Junts, con Puigdemont al frente.

En Barcelona, por ahora, lo que primera es ejercer una “oposición responsable”, pero, en cualquier caso, “oposición”. Por ello, Trias va oscilando, modulando su discurso, sin acabar de fijar ninguna posición clara.

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