Collboni reduce ‘el Born independentista’ a un espacio arqueológico más de Barcelona
El centro, que se calificó de “zona cero de los catalanes” por parte del independentismo, pasa a ser responsabilidad del Museu de Barcelona y provoca la bronca con JxCat
9 octubre, 2023 23:30Noticias relacionadas
“La zona cero de los catalanes”. Esa fue la expresión del ex presidente Quim Torra, que dirigió el Centro del Born entre 2012 y 2015, bajo la alcaldía de Xavier Trias. Ahora esos restos arqueológicos, que remiten a la época de 1714, pasarán a ser responsabilidad del Museu d’Història de Barcelona, el MUHBA, que dirige el geógrafo e historiador Joan Roca. Es la decisión del alcalde Jaume Collboni, con la responsabilidad del concejal de Cultura e Industrias Creativas Xavier Marcé. La idea es que el espacio arqueológico del Born forme parte del programa funcional del Mubha, que tiene más de una decena de espacios en toda la ciudad.
El objetivo del Ayuntamiento, en la nueva etapa de Collboni, es que el Born forme parte del relato de la ciudad, de la urbe contemporánea, y se abandone el Born como símbolo de una cuestión nacional, que es como se contempló con la alcaldía de Trias. La decisión ha provocado el enojo de Junts per Catalunya, el partido con el que Collboni tratará de negociar los presupuestos de 2024. El grupo municipal ha pedido que se explique la medida en la Comisión de Derechos Sociales, Cultura y Deportes y reclama una rectificación. En palabras del concejal de JxCat, Joan Rodríguez, Collboni “ha optado por degradar el Born en un intento de borrar la memoria de Barcelona como capital de Cataluña”.
La medida que ha ejecutado Xavier Marcé busca equiparar esos restos arqueológicos, y los sitúa bajo la órbita del Museo de Barcelona, al entender que se debe explicar de forma global la evolución y la transformación de la ciudad. Se trata de ofrecer lo que Marcé señala como “visión horizontal” de la ciudad. En ese plano figura la sede principal del Palau Padellàs, que alberga el Muhba, con los restos de la Barcelona romana y medieval, junto a otras áreas como las baterías antiaéreas de la Guerra Civil del Carmel, o las casas baratas del Pastor, que explican la transformación de las viviendas de las clases populares en la ciudad. Marcé señala que "se debe explicar la ciudad en función de sus contextos históricos, su evolución hasta la Barcelona contemporánea, sin que ello vaya en contra de la memoria, ni de las exposiciones o actos que se quieran organizar". El mensaje es para JxCat, pero también para los comunes, que hicieron del Born en los años del mandato de Ada Colau un símbolo de la "memoria histórica".
INTERÉS DEL PÚBLICO
En esos cambios se ubica el cambio de cometido de la directora del Born, Marta Marín-Dòmine, que está en el cargo desde 2021. El encargo es que desarrolle un plan municipal de memoria para reforzar el papel de la Modelo y del Castillo de Montjüic como centros de referencia de la ciudad, dentro del esfuerzo por recuperar la memoria colectiva. Pero con Marta Marín lo que se ha convenido es que avance un año su jubilación, y que se mantenga hasta el mes de enero con ese legado sobre la memoria de la ciudad.
La cuestión es que el concejal de Cultura, Xavier Marcé, quiere cambios en los equipamientos culturales de la ciudad para que estén más próximos a la ciudadanía, sin un relato ideológico tan marcado como tenía el Born, que se pensó como un icono del independentismo. Tras diez años desde su apertura –en un emplazamiento que estaba previsto para una Biblioteca Provincial, que se construirá en los próximos años junto a la Estación de Francia—el Born ha sido Centre de Cultura, con Xavier Trias y un Centre de Cultura i Memòria (CCM), con Ada Colau. Ahora será un equipamiento más dentro de la política museística del Muhba.
Los que impulsaron el proyecto, al calor del proceso independentista, se sienten ahora decepcionados. Es el caso del propio Quim Torra, que dirigió el centro entre 2012 y 2015. Torra señaló en un artículo en VilaWeb que el espacio ha entrado en un periodo de decadencia. “Me provoca tristeza e imagino que es un sentimiento ampliamente compartido por muchos catalanes”, aseguraba, para añadir que ahora el Born ya se ve como algo totalmente diferente a lo ideado: “Como dijo un turista hace poco, parece que se haya construido un bello edificio para proteger unas ruinas. ¿Qué quiere explicar el Born, hoy? Nada, ya no lleva a reflexionar sobre el desastre de 1714. No han tenido nada de interés en ocho años”, sentencia, en referencia a los dos últimos mandatos de Ada Colau, en coalición con los socialistas.
Los restos arqueológicos de la ciudad de 1714, tras la guerra de Sucesión española, en todo caso, han generado interés ciudadano. Antes de la pandemia recibió 1,3 millones de personas, cifra que no se prevé superar en 2023. Fue en 2014, con la celebración del Tricentenario de 1714, cuando recibió más público, con 1,9 millones de personas. De ese total, una cuarta parte son turistas. Hay una entrada gratuita que permite ver los restos de las casas y comercios de la época desde arriba, desde una plataforma. Pero para realizar una visita guiada y ver las exposiciones, bajando hasta las mismas ‘calles’ del siglo XVIII, se debe pagar una entrada. Justo antes de la pandemia, esas entradas las pagaron cerca de 80.000 personas.