Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, tras el pleno del Ayuntamiento, junto a Laia Bonet

Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, tras el pleno del Ayuntamiento, junto a Laia Bonet EUROPA PRESS

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Collboni asume ahora que deberá negociar los presupuestos y la “gobernabilidad” de Barcelona

  • El alcalde socialista ve “legítima” la presión tanto de los comunes como de Junts para ser socios de gobierno tras perder la votación de las ordenanzas fiscales
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27 octubre, 2023 17:14

Gobernar en solitario todo lo que pueda y aprobar cuestiones de ciudad que sean vitales. Ese era y es el objetivo del alcalde socialista de Barcelona, Jaume Collboni, que es consciente de los límites de esa estrategia. Tras perder la votación en el pleno del consistorio sobre las ordenanzas fiscales, a pesar de que se daba por hecho de que Junts per Catalunya iba a secundar la ordenanza de terrazas, Collboni ha asumido que deberá negociar en paralelo los presupuestos de 2024 y la gobernabilidad de la ciudad. ¿Con quién? Tanto JxCat, la fuerza que dirige Xavier Trias, como los comunes de Ada Colau, ejercen toda su presión para ser socios de gobierno.

La ordenanza de terrazas se había pactado con los propios interesados, con el Gremio de Restauración. Ese acuerdo despertó el interés de JxCaT, que había mantenido contactos con los restauradores. Con la idea de que Junts secundara una ordenanza que beneficia a un importante sector económico de la ciudad, el PSC vio su estrategia avalada: pactos en cuestiones concretas y no precipitarse en la elección de un socio de gobierno. Pero el ‘no’ final de Xavier Trias a la ordenanza de terrazas, junto con el resto de ordenanzas fiscales, ha llevado a Collboni a asumir una realidad: Junts y comunes quieren negociarlo todo en un bloque: si el alcalde socialista quiere presupuestos para 2024, deberá hacerlo con quien sea su socio de gobierno.

El líder de Junts en Barcelona, Xavier Trias

El líder de Junts en Barcelona, Xavier Trias EUROPA PRESS

Collboni lo ha señalado en el propio pleno, al señalar su “compromiso para profundizar en las conversaciones, aterrizar propuestas y ver qué viabilidades” existen para ese acuerdo sobre los presupuestos y la gobernabilidad de la ciudad.

Todo pasa ahora por lo que suceda en el Congreso de los Diputados. Aunque el PSC y también JxCat han insistido en que se trata de “dos carpertas distintas”, Collboni quiere esperar. Su idea, manifestada en diferentes actos públicos en las últimas semanas, es llegar a un acuerdo “progresista”, pero las decisiones que ha tomado le han acercado más a JxCat, como la propia ordenanza de terrazas, la decisión de revisar la reserva del 30% de vivienda pública en las promociones inmobiliarias o el cambio de diferentes planes de urbanismo táctico que había defendido la anterior alcaldesa, Ada Colau.

O GOBERNABILIDAD O NADA

Para Collboni lo ideal era lo que ha pretendido hasta ahora, buscando que la aproximación en determinadas áreas acabara traduciéndose en acuerdos de gobernabilidad más adelante: “Si hubiéramos entrado solo en el fondo de la cuestión presupuestaria o de las ordenanzas fiscales, estaríamos mucho más cerca del acuerdo, pero si a este acuerdo se le pone la carga de la gobernabilidad, cosa que respeto y es legítimo, es evidente que se hace más complicado".

Los negociadores de los dos partidos en las últimas horas, para buscar esos acuerdos sobre las ordenanzas fiscales, el teniente de alcalde de Economía Jordi Valls y el concejal de JxCat responsable de Economía, Ramon Tremosa, no pudieron cerrar en el último momento ese pacto sobre las ordenanzas fiscales. Lo que prima es el contexto político, y la oposición de JxCat, por ahora, a un gobierno municipal del PSC. O gobernabilidad o nada. Y en la misma tesitura se mueve el partido de Ada Colau.

Collboni sabe que debe decidir. Ha asumido que no podrá alargar mucho más su primera estrategia, la de aguantar el gobierno en solitario, con solo diez concejales.