Jaume Collboni, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona

Jaume Collboni, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona EUROPA PRESS

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Collboni choca con la desconfianza de Trias que pide un acuerdo global de gobernabilidad

Junts vota en contra, de nuevo, de las ordenanzas fiscales y reclama al PSC “gestos políticos claros” mientras los socialistas asumen que deberán cambiar su estrategia

27 octubre, 2023 23:30

La desconfianza impera en la relación en el Ayuntamiento de Barcelona entre el PSC y Junts per Catalunya. Aunque las primeras decisiones del alcalde Jaume Collboni han recibido el aplauso de los sectores económicos de la ciudad, con un “cambio de talante evidente”, con puntos en común con el programa de Junts per Catalunya, el grupo municipal que dirige Xavier Trias se niega a “ofrecer votos gratis” sin un acuerdo global de gobernabilidad.

Junts per Catalunya votó este viernes en contra de las ordenanzas municipales, también en contra de la ordenanza de terrazas, a pesar de que está a favor, porque ya cuenta con el apoyo del Gremio de Restauración, después del pacto alcanzado entre el sector y el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls. La votación expresa la voluntad de “dejar claro que el gobierno de Jaume Collboni no tiene 21 concejales, y necesita negociar un acuerdo global”, según fuentes de JxCat.

"VOTACIÓN DE CARA A LA GALERÍA"

El partido de Xavier Trias entiende que Collboni desea un acuerdo “tripartito” con los comunes y ERC, y que, en realidad, fue Trias quien ganó las elecciones. Ese punto de partida es crucial y se mantiene por parte del grupo municipal. Para demostrar que el PSC está por “otro modelo de ciudad”, las mismas fuentes de JxCat consideran que el alcalde Collboni y el responsable de Economía, Jordi Valls, deberían valorar una bajada del IBI, en línea con lo que aplica el Ayuntamiento de Madrid. Lo que se pide es un “paquete global”, que pasaría por negociar los presupuestos, y, en ese caso, un posible acuerdo de gobernabilidad. ¿Se está ahora en esa posición?

Xavier Trias, en el Ayuntamiento de Barcelona

Xavier Trias, en el Ayuntamiento de Barcelona EUROPA PRESS

La distancia es grande. El equipo de gobierno de Jaume Collboni deseaba iniciar un camino de colaboración con JxCat a partir de esa ordenanza de terrazas, que, de hecho, se prevé aprobar en las dos próximas semanas, y en los mismos términos en los que se presentó este viernes en el pleno del Ayuntamiento. Eso lleva a señalar a JxCat, por parte de los socialistas. “Se verá que han hecho un gesto solo de cara a la galería”, aseguran, porque el acuerdo tiene la firma de Roger Pallarols, el presidente del Gremio de Restauración, y el PSC se ceñirá a lo pactado.

En el pleno hubo comentarios de los socialistas a los comunes, en una línea distinta a lo que sugieren los concejales de JxCat. A Ada Colau se le reprochó sus últimas andanadas contra Jaume Collboni, con la intención, incluso, de reprobarlo en el pleno. Los comunes acabaron retirando una propuesta de reprobación contra el alcalde al verse solos en ese intento, sin el apoyo de JxCat, ni de ERC. “Los comunes quieren un acuerdo, como también lo pide JxCat, pero los pactos hay que trabajarlos”, apuntan los socialistas, irritados con esos ataques de Colau. Es decir, el PSC no tiene ahora una inclinación mayor por un socio que por otro, pese a que el grupo de Trias dé por hecho un pacto con los comunes y con ERC una vez Pedro Sánchez consiga su investidura como presidente del Gobierno en el Congreso.

Jaume Collboni, el día de la presentación de BCN Market, el pasado octubre

Jaume Collboni, el día de la presentación de BCN Market, el pasado octubre AYUNTAMIENTO BARCELONA

En el grupo de JxCat todo depende también de la óptica de sus diferentes concejales. Existe una línea más pragmática, que representa el propio Trias, pero también hay otros miembros que se muestran más duros con los socialistas. La cuestión es que se quiere negociar todo de forma global: las ordenanzas, el presupuesto y la posible entrada en un gobierno de coalición. Y ahora “no se dan las condiciones, porque es el propio PSC el que no está por la labor”, según la óptica de los post-convergentes.

EL 'NO' A UN TRIPARTITO BLINDADO

En esa tesitura, el alcalde Collboni ha admitido, --y lo hizo en el propio pleno tras una pregunta en ese sentido del PP—que deberá establecer otra estrategia y buscar un doble acuerdo: presupuestario y de mandato, con un socio estable.

El obstáculo para los socialistas es numérico. Si llega a un acuerdo con los comunes alcanzaría 19 concejales. Le faltarían dos, que sólo podrían llegar por parte de ERC, que dispone de cinco ediles. Eso dejaría en el otro lado a Junts per Catalunya, que ejercería una oposición dura frente a un tripartito de izquierdas. Y con tres fuerzas políticas en el gobierno municipal la tentación de ordenarlo a partir de compartimentos estancos sería enorme, y es, precisamente, lo que no quiere Jaume Collboni.