Los comunes recogen el testigo de ICV como valedores del PSC en el 'cinturón rojo' de Barcelona

Incorporar al posible adversario en el gobierno municipal. Sin complejos. Las elecciones municipales del pasado mes de mayo reforzaron el dominio socialista en los municipios del área metropolitana de Barcelona. El PSC se hizo con gran parte de las alcaldías ubicadas en este ámbito, posicionándose como primera fuerza política con mayorías amplias o absolutas. Pese a lograr unos resultados que facilitan una cómoda gobernabilidad, los grupos socialistas han optado por incluir en sus Ejecutivos a un socio que, mayoritariamente, han sido los comunes, una fórmula que ya se dio en diferentes localidades tras los comicios de 2019, anulando así la oposición que pudieran ejercer.

Con esta tendencia, los comunes han recogido el testigo de sus predecesores, ICV, una formación que ya jugaba este rol en el cinturón rojo de Barcelona al adquirir responsabilidades residuales en gobiernos de claro control socialista.

PACTOS REEDITADOS

Diversos municipios del Baix Llobregat reeditan esta fórmula desde 2015, cuando los actuales comunes aún se presentaban con la marca de ICV en dichas localidades. Uno de estos casos es el de Viladecans, donde el alcalde Carles Ruiz incluye a esta formación en su gobierno desde hace casi una década. En 2015, el edil socialista renovó un pacto de gobierno con Iniciativa que se firmó por primera vez en 2003. En 2019, y con mayoría absoluta, el PSC refrendó el acuerdo con Viladecans En Comú Podem, un entendimiento que se volvió a alcanzar tras las elecciones del pasado mes de mayo.

El alcalde de Cornellà, Antonio Balmón, tras sellar un pacto de gobierno con Claudio Carmona, líder de los comunes en el municipio AJ CORNELLÀ

El caso de Cornellà es similar. Antonio Balmón gobernó en solitario tras su victoria electoral de 2015, pero mantuvo un pacto de entendimiento alcanzado con ICV en el mandato anterior. En 2019, y tras una mayoría absoluta del PSC, el alcalde firmó un acuerdo de gobierno con Cornellà En Comú, un escenario que se repitió el año pasado.

La situación ha resultado prácticamente idéntica en Sant Boi de Llobregat. La alcaldesa Lluïsa Moret se ayudó de ICV para alcanzar una mayoría en el consistorio en 2015. El pacto se reeditó en 2019 y 2023 con Sant Boi En Comú Podem pese a las mayorías absolutas del PSC. En Sant Joan Despí, el alcalde Antoni Poveda mantuvo un acuerdos con ICV y los comunes respectivamente tras los comicios de 2015 y 2019 pero la actual alcaldesa, Belén García, ha optado por un gobierno socialista en solitario tras la mayoría absoluta obtenida el año pasado.

OTROS ACUERDOS

Aunque con menor frecuencia, el PSC también ha dado luz verde a la entrada de otras fuerzas políticas en sus gobiernos metropolitanos. Es el caso de Gavà, donde la exalcaldesa Raquel Sánchez alcanzó un pacto de gobierno con CiU en 2015. Cuatro años más tarde, gobernó en solitario gracias a su mayoría absoluta pero, en 2023, el PSC optó por sumar a Junts en su Ejecutivo tras perder este dominio en el Consejo Municipal.

Al norte del río Besòs, Núria Parlon es el máximo exponente del dominio socialista, lo que no ha evitado un cambio en la formación del actual gobierno municipal. Pese a que en 2015 y 2019 aprovechó sus mayorías absolutas para gobernar en solitario, el año pasado incorporó al Ejecutivo a los dos concejales de Ciutadans, un partido que sufrió una debacle electoral a nivel nacional, pero que Dimas Gragera logró salvar en el municipio metropolitano.

La alcaldesa de Esplugues, Pilar Díaz, junto al líder de los comunes en el municipio, Jordi Pérez, tras firmar un acuerdo de gobierno AJ ESPLUGUES

Durante los últimos años, el PSC de Esplugues ha mirado a derecha e izquierda para establecer sus pactos. En 2015 y con un resultado electoral de nueve concejales, Pilar Díaz alcanzó un acuerdo con Santi Siquier que se tradujo en la entrada al gobierno de CiU, un acuerdo que se rompió dos años después tras la negativa de la alcaldesa a ceder locales para el referéndum ilegal de 2017. En 2019, los socialistas gobernaron en solitario tras lograr una mayoría absoluta que reeditaron el año pasado, y que dio paso a un nuevo Ejecutivo sin socios hasta el pasado martes, cuando firmaron un acuerdo con los comunes para su entrada al gobierno municipal.

SANT FELIU, UN CASO SINGULAR

La alcaldía de Sant Feliu, capital del Baix Llobregat, ha estado más repartida en los últimos años, en los que se han visto todo tipo de pactos. En 2015, el exalcalde de ICV Jordi San José firmó un acuerdo de gobierno con el PSC. Cuatro años más tarde, los comunes y ERC formaron un gobierno de coalición en el que los tres primeros años la alcaldía recayó sobre Lídia Muñoz, mientras que en el último año la vara pasó a manos del republicano Oriol Bossa.

Jaume Manyoses (Tots Som Sant Feliu), Lourdes Borrell (PSC) y Silvestre Gilaberte (Veïns per Sant Feliu) escenifican su pacto de gobierno PSC

En 2023, el PSC logró la alcaldía tras pactar un tripartito en el gobierno de la localidad que dejó fuera del Ejecutivo a las dos formaciones que lo encabezaron durante el pasado mandato. La socialista Lourdes Borrell es actualmente la alcaldesa, acompañada de los grupos municipales de Junts-Tots Som Sant Feliu y de Veïns per Sant Feliu, cuyo regidor, Silvestre Gilaberte, ejerció como concejal de ICV en los años 90.