La edil de ERC, Elisenda Alamany

La edil de ERC, Elisenda Alamany EUROPA PRESS

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La militancia de ERC en Barcelona en línea con el PSC: hacia el acuerdo sin los comunes

Las asambleas de ERC valoran las negociaciones de Elisenda Alamany con el alcalde Collboni con un debate intenso en el que se descarta un tripartito de izquierdas

31 enero, 2024 20:05

Debate, intercambio animado de impresiones y sin que haya una determinación contundente, a través de una votación. Las cuatro sesiones en los diez casales de ERC en Barcelona han dejado un buen sabor de boca entre los responsables del partido en la capital catalana, con una conclusión clara: más allá de si querrían cerrar ya la entrada en el gobierno de Barcelona o negociar con cierta intensidad con el PSC, la militancia de los republicanos sí está de acuerdo con los socialistas en que un posible gobierno de coalición en Barcelona no debería contar con los comunes.

Las negociaciones con el PSC se mantienen, con los republicanos dispuestos a entrar en el gobierno local, pero sin acelerar los pasos, y con la mirada puesta en lo que pueda pasar en el Congreso de los Diputados, con la Ley de Amnistía ahora parada por la decisión de JxCat de no votar el proyecto previamente acordado con el PSOE. Aunque la decisión de la militancia en Barcelona no es vinculante, lo que ha querido el partido es que se hablara de esas negociaciones con el PSC, y se fuera conformando un clima propicio. “Se quería que se pudiera participar y el debate ha sido provechoso”, señalan fuentes del partido.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni EFE

Sin votaciones –eso llegaría en un congreso en Barcelona para aprobar o no la entrada en el ejecutivo local—la militancia ha escuchado en la última semana a los concejales de ERC y a la presidenta de la Federación de Barcelona, Eva Baró, y al número dos, Toni Vidal. Los concejales Elisenda Alamany, --que ahora lidera el grupo en el consistorio--, Jordi Castellana y Jordi Coronas han sido los que han buscado la complicidad de la militancia republicana, con un punto de partida muy claro: la apuesta por conformar un gobierno con el PSC. Por ahora, sin embargo, no se ha querido especificar más allá, ni las áreas que podrían ser responsabilidad de ERC.

El punto en común, el consenso que sí se ha establecido, es que las negociaciones deben avanzar tal y como se han planteado: entre el PSC y ERC, sin los comunes en esa ecuación. Los republicanos, por tanto, coinciden con los socialistas en que el gobierno municipal en Barcelona podría avanzar con quince concejales –los diez del PSC y los cinco de ERC—buscando para las cuestiones concretas el apoyo de los comunes o de JxCat. Pero “nada de tripartitos”.

MARCAR DISTANCIAS CON JXCAT

Esa suma no sería suficiente, porque está lejos de los 21 concejales que daría la mayoría absoluta. Sin embargo, los republicanos esgrimen que tampoco tuvo mayoría Ada Colau, al frente de los comunes, en sus dos mandatos. Con el apoyo del PSC en las dos ocasiones, a los comunes les fue necesario contar –precisamente—con Esquerra Republicana para sacar los dos últimos presupuestos en Barcelona. La negociación fue permanente para sacar las distintas iniciativas municipales.

La dirigente de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany

La dirigente de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Elisenda Alamany

Pesa ahora en Esquerra Republicana un factor que cada día que pasa cobrará más fuerza. Y es la distinción con JxCat, una vez se ha constatado que el partido de Carles Puigdemont –al no gobernar en la Generalitat— se siente libre para presionar al Gobierno socialista de Pedro Sánchez. Con Oriol Junqueras presente en el Congreso de los Diputados, dispuesto a aplaudir la aprobación de la Ley de Amnistía, el grupo de JxCat votó en contra este martes en Madrid. Mientras Junqueras destacaba que la ley era “robusta”, el partido de Puigdemont reclamaba negociar con más intensidad para introducir nuevas modificaciones en la ley.

La doble velocidad entre los dos partidos independentistas es ahora determinante para que ERC valore la necesidad de constituir un gobierno de coalición en Barcelona con los socialistas, a la espera de que el PSC colabore en la recta final de la legislatura en el Parlament de Catalunya, con los presupuestos de la Generalitat de 2024 en juego.

Consultados los militantes de Esquerra en Barcelona, --con acentos distintos, con mayor o menor predisposición— la convicción del grupo municipal del partido, junto con la Federación de Esquerra en Barcelona –Oriol Junqueras se alineó con Baró en las recientes elecciones al órgano de gobierno— es que el acuerdo está próximo para gobernar Barcelona. Y sin los comunes. “Los pactos llegarán, si se necesitan, pero sin formar un tripartito en el gobierno de Barcelona”, señalan las mismas fuentes consultadas.