La oposición carga contra el acuerdo del PSC y ERC en Barcelona
Este jueves, las bases republicanas decidirán sobre el futuro del partido en el Ayuntamiento, una posible incorporación que no ha gustado a ningún grupo municipal del consistorio
13 junio, 2024 10:35A pocas horas de que la militancia republicana decida sobre la incorporación de ERC al gobierno municipal en Barcelona, el grupo en el Ayuntamiento considera que su entrada "es necesaria", algo que no comparte la oposición. Tras hacerse público el pacto, los partidos no tardaron en pronunciarse al respecto y cargan contra un acuerdo que, por unanimidad, consideran un error.
Para quien supone mayor varapalo es para el partido de Xavier Trias. Después de la investidura, el PSC y Junts per Catalunya iniciaron negociaciones para un posible pacto. A pesar de que los convergentes ganaron papeletas para convertirse en socios de gobierno, las conversaciones no prosperaron al entender que Collboni trabajaba para cerrar un pacto de izquierdas. Ahora, Junts avisa a ERC que su entrada en el Ejecutivo local sería "entrar en un gobierno que ha decidido el PP" --haciendo referencia al apoyo de los populares a la investidura de Collboni--. Según explicó el concejal Josep Rius en una entrevista en el programa Cafè d'Idees de RTVE, que Collboni sea alcalde se debe a un "pacto nada coherente y contra natura entre socialistas, comunes y PP".
Los comunes insisten en un tripartito
Barcelona en Comú sigue con su obsesión para formar parte del gobierno. Los comunes ven con especial preocupación el pacto, ya que Collboni continuaría gobernando en minoría con 15 concejales. Por esta razón, recuerdan que siempre han apostado por un "tripartito de izquierdas que suma una mayoría clara" ante un PSC "más a la derecha que nunca". El partido de Ada Colau cree que ERC, con cinco concejales, "no podrá condicionar el rumbo del gobierno municipal actual" y que sólo sumándose ellos al Ejecutivo "podrán condicionar las políticas y el modelo de ciudad".
Los populares se sienten engañados
Uno de los partidos que está en boca de todos es el PP, que permitió investir a Collboni como alcalde. Una de las condiciones de los populares era que los comunes no formaran parte del nuevo gobierno municipal. Algo que los socialistas, de momento, cumplen. Sin embargo, tampoco esperaban la entrada de los independentistas, que horas antes de la investidura cerraron un acuerdo con Junts. El líder del grupo municipal, Daniel Sirera, se siente engañado porque Collboni prometió "no pactar con los que no respectaban España". Sirera considera que ERC integra "el peor del colauismo y del separatismo". A su juicio, el gobierno municipal podría gobernar buscando acuerdos puntuales con todos los partidos, pero ha optado por "condenar a Barcelona a tres años más de decadencia y decrecimiento económico".
Además, Daniel Sirera ha acusado este viernes al alcalde socialista Jaume Collboni de "intentar comprar a ERC a cambio de su voto para hacer a Salvador Illa (PSC) presidente de la Generalitat". Para el dirigente Popular, "a la vergüenza que supone que el alcalde anteponga los intereses del PSC a los de Barcelona, se suma el ridículo de haber anunciado un pacto de gobierno que ni cuenta con el apoyo de sus propios votantes ni suma mayoría".
El PSC, "el salvavidas del independentismo" según Vox
Para el partido de extrema derecha, es "la peor noticia para la prosperidad de Barcelona". El líder de Vox, Gonzalo de Oro, señala que la capital catalana perderá oportunidades, prestigio y libertad por las "nefastas políticas separatistas" que ERC ha hecho en Catalunya. Para de Oro, es "una vergüenza que el PSC sea siempre el salvavidas del independentismo". Vox también señala al PP y le recuerda que "votó a favor de la investidura de Collboni y sólo ha servido para que el separatismo vuelva a gobernar en Barcelona".
Votación de la militancia
Este jueves 13 de junio, las bases avalarán el futuro del partido en el Ayuntamiento. A la espera de que esto suceda, el grupo municipal de Barcelona defiende un "muy buen acuerdo" con el PSC y asegura que la distribución de áreas será "lo más ajustada posible".