
La líder de los comunes en el Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz
Los ocultos motivos de la cruenta guerra de los comunes contra Collboni
El partido de Janet Sanz y Ada Colau aumenta la virulencia y la intensidad de sus campañas y el PSC lo achaca al nerviosismo de sondeos negativos
Los comunes redoblan la presión sobre Collboni por la vivienda
¿Existe algún motivo por el que los comunes se han puesto de perfil contra la labor del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, en una serie de sucesivas campañas conta la gestión municipal? Desde las filas del PSC se apunta a que el nerviosismo de los comunes se debe a que los sondeos internos les vaticinan un batacazo enorme en las municipales de 2027.
Desde las filas de los comunes se niega la mayor y se afirma que sólo se reivindican las estrategias y proyectos que había puesto en marcha Ada Colau y que son las contrarias de las que aplica Collboni. “Está desmantelando los logros sociales de la etapa de Ada Colau”, deslizan los de Barcelona en Comú (BeC).
Acusaciones cruzadas
Las campañas contra la política de vivienda y del turismo de Collboni traen de los nervios a los de Colau, que acusan a los socialistas de “venderse” a los lobbies económicos. “No es cierto que estemos desmantelando nada -explican fuentes del PSC-. En materia de turismo, estamos haciendo lo que Colau no se atrevió a hacer, que es regular los pisos turísticos”.

Janet Sanz, teniente de alcalde de Ecología de Barcelona / EP
Lo mismo ocurre en la política de vivienda. “En ese campo, no solucionaron nada y nosotros estamos tomando medidas y arreglando el sector. Están dolidos porque les hemos arrancado las banderas que tenían: en vivienda estamos siendo mucho más eficaces. Pero también en temas como el turismo, la limpieza o la seguridad”.
Endurecimiento de BeC
Desde BeC, se mantienen en sus trece y sacan pecho por su “coherencia, al defender ahora los mismos postulados con los que nacimos hace más de 10 años. En los temas sensibles y que más afectan a los ciudadanos, Collboni ha dado la espalda a los vecinos. Se está desmantelando el ‘estado del bienestar’ y de políticas ciudadanas que nosotros habíamos puesto en marcha”.
Los comunes han endurecido sus posturas en todos los temas y han ido cambiando los límites de las peticiones, desbordando sus posicionamientos para poner en aprietos a Collboni y que tenga que tomar medidas que Colau nunca había ni planteado, como destinar el 50% de la vivienda nueva a alquiler social (la anterior alcaldesa se conformó con el 30%).
La pinza con la derecha
Desde las filas socialistas, se hace hincapié en que los comunes buscan voluntariamente alianzas con la derecha representada por Junts. Hace pocos días, los de Colau propusieron a los de Puigdemont la reprobación de Laia Bonet, cosa que llevaron a cabo. “Pero es que en cada votación, Barcelona en Comú se alinea con Junts y votan juntos”, subrayan.
La situación, según algunas fuentes consultadas, recuerda “la famosa pinza que el comunista Julio Anguita hizo con un PP que por aquel entonces pilotaba José María Aznar para hacer caer a Felipe González”. La estrategia del Califa andaluz llevó al hundimiento del PCE a nivel de España y a su práctica desaparición en Extremadura.
Sondeos poco amables
En Barcelona, advierten las fuentes, puede ocurrir algo parecido. “En un momento en que la ultraderecha está en auge, en Barcelona se demuestra que es posible una alianza de izquierdas, como la de ERC y el PSC. Pero los comunes prefieren pactar con la derecha antes que con nosotros. Los ciudadanos no les importan ni un pimiento”, acusan desde las filas socialistas. “Han de hacerse notar de alguna manera”, enfatiza un alto dirigente del PSC.
Lo cierto es que, aunque desde BeC lo niegan, hay algunos sondeos que son poco amables con los comunes e incluso apuntan a que ni aunque en el 2027 se presente de nuevo Ada Colau puedan sacar un resultado airoso. Sus concejales pueden verse mermados de manera muy importante.
“Ya están en campaña”
De ahí que los socialistas sospechen que ése es el verdadero motivo del nerviosismo de los comunes. “Están ya en campaña electoral, aunque las elecciones sean dentro de dos años y pico. No las tienen todas consigo y los vaticinios son negativos. Necesitan remontar el vuelo”, dicen en el PSC.

Mitin de los comunes en el distrito de Sant Martí de Barcelona / METRÓPOLI
“No nos guiamos por cuestiones electoralistas, sino por nuestro propio programa. Nuestras exigencias son las de siempre y las que aplicamos cuando gobernamos”, aseguran desde las filas de los comunes
De hecho, su propia dinámica les hace sentirse más cómodos en la oposición que en el gobierno. No hay que olvidar que, durante la etapa de Colau, BeC se comportaba muchas veces como si fuese un partido de oposición mientras su jefa era la que mandaba en el Ayuntamiento. En resumen, contraprogramaba en la calle la gestión que Colau desplegaba en el consistorio.
La importancia del 2027
Pero, sea como sea, sí reconocen que la batalla de Barcelona del 2027 será crucial para el futuro de la organización y consideran que es el principal reto de futuro que tiene el partido a corto plazo y que, por tanto, han de fijar todos sus efectivos en él. De ahí la intensidad de las campañas para reivindicar su programa electoral.
Desde el PSC se apunta a que, si tuvieran las cosas tan claras y opciones de sacar un buen resultado, las campañas serían menos virulentas. “Están desesperados”, atizan desde las filas del PSC. Y para hacer más sangre, aseguran que “en estos momentos, los comunes adolecen de una falta de liderazgo palmaria, lo que también los hace actuar como un pollo sin cabeza”. Enfatizan, así, que “Colau está más fuera que dentro y comienzan a oírse rumores de que a lo mejor se lo piensa y no se presenta a alcaldesa en el 27”.
Reprochan, también, la diferente vara de medir que tiene el grupo parlamentario del Parlament y el grupo municipal, donde “Janet Sanz vota sistemáticamente contra Collboni, mientras Jessica Albiach puede llegar a acuerdos con Salvador Illa a nivel de Cataluña”.