Los trabajadores del Up&Down impiden el cierre de la sala
Un grupo de empleados y sus familias se han concentrado frente al local y han evitado el precinto municipal
20 diciembre, 2017 19:21Noticias relacionadas
El precinto municipal de la discoteca Up&Down, situada en el Distrito de Les Corts, previsto para este miércoles tendrá que esperar. Alrededor de un centenar de personas (entre trabajadores, familias y algunos clientes) ha impedido que la comitiva judicial, los técnicos municipales y la Guàrdia Urbana pudieran ejecutar el cierre del local. La clausura del Up&Down se produce por orden judicial, tras una redada de los Mossos, en noviembre del 2016, en la que se halló estupefacientes entre algunos clientes.
Fuentes municipales han explicado a Metrópoli Abierta que la comitiva ha levantado acta de que no se ha podido realizar la clausura y se ha comunicado al juez para que fije una nueva fecha y establezca, en caso de que lo considere oportuno, las medidas para que se pueda llevar a cabo el precinto. El Ayuntamiento ha recordado que la sala no puede abrir y que en caso de hacerlo, si se produce algún incidente, las consecuencias podrían ser graves.
En la redada de los Mossos de hace algo más de un año se halló cannabis en siete clientes, según la versión de la empresa. El Ayuntamiento interviene porque el procedimiento judicial ha ido por la vía administrativa y no la penal. Por casos como el descrito, la normativa prevé el cierre de un establecimiento entre seis meses y 18 meses, y lo que se ha hecho es aplicar el castigo mínimo, "en este caso de 181 días", explica un portavoz municipal a Metrópoli Abierta.
La Federación Catalana de Asociaciones de Actividades Recreativas Musicales (Fecasarm) ha felicitado a los trabajadores por haber paralizado el cierre. En su opinión, la resolución judicial no es firme y valora que el consistorio se está anticipando "al castigo que en su día pueda imponer el juez". En cambio, el Ayuntamiento dice que el cierre se produce después de que la justicia haya desestimado el recurso de la propiedad, primero a la sanción municipal, y después de la suspensión cautelar.
PAGAR EL ALQUILER
Según esta patronal del sector del ocio nocturno, el precinto puede suponer el cierre definitivo del Up&Down, ya que mientras el establecimiento permanezca con la persiana bajada se tendrá que seguir pagando el alquiler, entre otros gastos, y si finalmente la sentencia se reduce o se anula, "los daños ya serán irreparables".
La discoteca Up&Down se encontraba con anterioridad en la calle de Numància. El histórico local, epicentro de los jóvenes de clase alta de Barcelona durante mucho tiempo, cerró en 2008, después de 27 años de trayectoria, y dio paso a un gimnasio de la cadena DIR, que todavía continua abierto.