Trabajadores de las obras del Camp Nou

Trabajadores de las obras del Camp Nou SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

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Investigan un foco de tuberculosis en las obras del Camp Nou

La Agencia de Salud Pública de Barcelona ha detectado una persona diagnosticada, mientras otras tres permanecen en observación por su estrecha vinculación con el positivo

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La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) ha activado una investigación ante la posible aparición de un brote de tuberculosis entre los empleados que trabajan en las obras de remodelación del Camp Nou.

Según ha adelantado El País, uno de los trabajadores ha sido diagnosticado con la enfermedad, mientras que otras tres personas permanecen bajo estudio a la espera de los resultados de laboratorio.

El caso se detectó después de que el afectado, integrante del equipo técnico, acudiera a los servicios médicos con síntomas compatibles con la tuberculosis, como tos persistente, fiebre y fatiga. Tras la confirmación del diagnóstico, se ha iniciado el rastreo de contactos entre los compañeros de trabajo más cercanos, que suman 23 personas.

Sin brote

Por el momento, desde el ASPB subrayan que no puede hablarse todavía de un brote, ya que para considerarlo como tal deben existir al menos dos casos confirmados vinculados entre sí. Aun así, la agencia mantiene activa la vigilancia epidemiológica y ha puesto en marcha medidas preventivas y de seguimiento médico para garantizar el control de la situación.

Trabajadores de las obras Camp Nou

Trabajadores de las obras Camp Nou SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y curable, aunque requiere un tratamiento antibiótico prolongado, de al menos seis meses, para evitar recaídas o resistencias a los fármacos. En los últimos años, Barcelona ha registrado un leve repunte de casos, especialmente entre población trabajadora extranjera, lo que ha llevado a reforzar los programas de detección precoz y control sanitario.

"Situación controlada"

Desde Limak, la empresa constructora encargada de la reforma del estadio azulgrana, han explicado a Metrópoli que la situación está "controlada" y que se trata de un "caso aislado". 

Según han relatado, el trabajador afectado fue retirado de forma "inmediata" de su lugar de trabajo tras detectar el caso. En el momento se activaron los protocoles de salud y "se realizaron exhaustivos controles y seguimientos al personal que pudo haber tenido contacto", aseguran.

"Hasta la fecha este sigue siendo un caso aislado", ya que "todas las pruebas realizadas han resultado negativas, lo que descarta la existencia de un brote", remarcan. 

Asimismo han explicado que desde la detección del caso se ha actuado "en estrecha coordinación" con las autoridades sanitarias, aplicando medidas de desinfección para evitar transmisiones. "No se consideran medidas adicionales en este momento, y los empleados pueden continuar asistiendo a su trabajo con normalidad", finalizan. 

El Camp Nou durante las obras

El Camp Nou durante las obras Òscar Gil Coy Barcelona

Polémicas en las obras

Este nuevo caso sanitario se suma a las polémicas laborales que rodean las obras del estadio, gestionadas por la empresa Limak, adjudicataria del proyecto, y varias subcontratas internacionales. En los últimos meses, las inspecciones de trabajo han detectado irregularidades laborales y situaciones precarias entre parte de la plantilla.

Diversos sindicatos y organizaciones han denunciado condiciones de trabajo precarias, largas jornadas y situaciones de vulnerabilidad entre los empleados, muchos de ellos procedentes de países extracomunitarios.

En septiembre, la Inspección de Trabajo de la Generalitat realizó una intervención en el recinto tras recibir varias denuncias sobre posibles irregularidades en las contrataciones y en las condiciones de alojamiento de los trabajadores. Según fuentes sindicales, algunos empleados llegaron a dormir frente al estadio ante la falta de alternativas habitacionales adecuadas. 

A estas denuncias se suma la polémica por el despido de medio centenar de empleados en situación administrativa irregular, una decisión atribuida a las empresas Limak —constructora turca encargada del proyecto— y Extreme Works, una de las subcontratas. Los sindicatos acusan a las compañías de intentar repatriar a los trabajadores sin garantías, mientras que la Inspección de Trabajo mantiene abierta una investigación sobre posibles vulneraciones de derechos laborales.