Por cuarto día consecutivo, este jueves el aeropuerto de Barcelona ha amanecido con colas en los controles de seguridad, en los que desde las 5:30 los pasajeros debían esperar una hora para poder acceder a la zona de embarque.
Este viernes los sindicatos están convocados a una reunión con la empresa que gestiona el servicio, Eulen, para negociar las condiciones laborales antes de que entre en vigor la huelga convocada a partir del próximo 4 de agosto. Sin embargo, el comité de huelga ha anunciado que si no se sienta Aena en la mesa de negociación ellos se levantarán.
Por su parte, Aena ha informado que no se sentará en la mesa de negociación de un conflicto de una empresa externa, como es Eulen, por lo que el conflicto amenaza con eternizarse.
Este jueves, Aena ha instalado más tornos para organizar las filas de los pasajeros, para evitar el caos que se produjo este miércoles, cuando las colas desbordaron la zona central de la termina. Esto no ha evitado las colas y muchos de los pasajeros se han vuelto a mostrar indignados ante las largas esperas.
En este sentido, la terminal T1 del aeropuerto de Barcelona ha amanecido por cuarto día consecutivo con largas colas de hasta una hora en los controles de seguridad, que son el primer filtro que hay cuando se llega al recinto aeroportuario.
La parte más complicada ha sido entre las 5:30 y las 6:30 horas, una franja que, al igual que los días anteriores, coincide con la que los trabajadores de Eulen, la empresa privada que gestiona el servicio, han fijado para la huelga que han anunciado a partir del 4 de agosto.
Además de los controles convencionales, situados en la planta superior de la terminal, esta mañana también se ha colapsado el filtro de los vuelos regionales, con esperas de 45 minutos, y el "carril rápido", específico para quienes vuelan con niños o personas con problemas de movilidad.
El hecho de que los momentos de más aglomeración coincidan con las franjas de una hora fijadas para los parones, sumado a que los problemas empezaron tras el anuncio de una huelga indefinida consistente en paros parciales los viernes, domingos y lunes, ha reforzado la hipótesis de que los problemas de estos días responden a una huelga encubierta.
Asimismo, los avisos que Aena ha dispuesto para informar a los pasajeros apuntan a que el origen de las colas es "un conflicto laboral" entre Eulen y su plantilla. Los trabajadores, que niegan la huelga de celo, atribuyen los problemas a la escasez de personal y a la falta de formación de los contratados, y aseguran que hace jornadas de hasta 16 horas.