Las retenciones para entrar en Barcelona por el túnel de Glòries no cesan. Después del atasco monumental del lunes, con más de dos kilómetros y medio de colas desde el enlace con la Ronda de Dalt, la situación se volvió a vivir durante la mañana del martes con un embotellamiento de 1,5 kilómetros. El propio Ayuntamiento previó, tres días antes de la apertura en sentido Llobregat, que la congestión pueda repetirse durante semanas.

"Todo esto es consecuencia de una mala planificación respecto a la direccionalidad de los carriles de circulación dentro y fuera del túnel", explica Paco Narváez, exconcejal de Movilidad del PSC, en conversación con Metrópoli. En el interior, los carriles se reducen a dos –el tercero es un carril bus-taxi–, en una vía que usan 45.000 coches al día. "Solo han dejado un carril hasta la calle Marina para conectar con Aragó, que es por donde pasa la mayoría. El otro lleva a la calle Padilla, por el que no va prácticamente nadie. Alguien en el Ayuntamiento pensó que, obligando a girar por Padilla, más conductores cambiarían de recorrido para ir por ahí. Estos días se ha demostrado que no es así", señala.

Según Narváez, el desconocimiento de muchos usuarios sobre estos cambios en la movilidad ha provocado aún más colapso ya en el subterráneo de Gran Via: "En medio del túnel, la gente que se encuentra con el carril obligatorio hacia Padilla, y no quiere ir para allá, se intenta meter en el otro carril, el de Marina. Así contribuyen al colapso hacia Marina, y de rebote colapsan el carril que lleva a Padilla".

PACO NARVÁEZ ADVIERTE DEL RIESGO SI OCURRE UN INCIDENTE

A esto hay que añadir otro hándicap en el exterior, en el tramo de la Gran Via anterior al acceso del túnel: "El segundo problema es la innecesaria instalación de dos carriles bus. El número de líneas que pasa por ahí es ridículo, en contraste con la capacidad que les han dado. Así que han dejado en la entrada estos dos carriles, nadie entiende por qué se han comido el espacio de esta manera, cuando lo que se necesita es pasar rápidamente por el túnel", valora. Algo que, opina, comporta serios riesgos: "El túnel debe tener mucha fluidez por si hubiese un incidente. Si creas un colapso, que además ha sido premeditado, las consecuencias se pueden agravar mucho de forma totalmente innecesaria".

Paco Narváez, ex concejal de movilidad del Ayuntamiento, en una imagen de archivo / METRÓPOLI

CONTAMINACIÓN Y PERJUICIO AL COMERCIO

Tampoco se reducirá la polución, asegura: "Ocurrirá lo mismo que en la calle del Consell de Cent: más contaminación por el número importantísimo de coches parados. Los vecinos de la Gran Via en Sant Martí ahora están mucho más contaminados que antes, cuando Glòries tenía capacidad de absorber todo el tráfico del Maresme de forma razonable". Vaticina que el problema irá a más con las obras de la superilla del Eixample, a partir del mes de junio.

El comercio se verá perjudicado de rebote, dice Narváez. Lo explica así: "Muchos clientes vienen de fuera, por lo que para las tiendas es importante estar en un lugar visible para los coches. Si estos clientes habituales no tienen la ocasión de ver los escaparates, el comercio pierde oportunidades de venta y parte del negocio".

Por todo esto, Narváez se aventura a pronosticar cambios en el dibujo de los carriles si otro partido consigue la alcaldía después de las próximas elecciones municipales. "Es que las cosas serias de la ciudad no se pueden dejar en manos de cualquiera", reivindica el exregidor socialista.

Coches circulan en ambos sentidos del túnel de Glòries / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

DANIEL MÒDOL AVISA DE QUE EL COLAPSO AUMENTARÁ CON LA SUPERILLA

Una percepción prácticamente idéntica a la que Daniel Mòdol, que también fue concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona por el PSC, trasladó a este diario en una entrevista publicada el pasado 27 de marzo. El arquitecto dijo que el nuevo túnel de Glòries, que definió como una "intervención estratégica", se había planteado inicialmente de forma que el impacto sobre la movilidad fuese el mínimo posible. Finalmente, "la solución que se ha adoptado es la que tiene más impacto. Es la que menos conexiones tiene. Es una vía directa de entrada a la ciudad". Y afirmó que "vamos a tener colas y colas de coches".

En la misma entrevista, Mòdol alertaba también del colapso de tráfico con la superilla del Eixample. "Ya lo estamos viviendo. Hoy en día es muy difícil moverse en vehículo privado por la ciudad. Y no solo en vehículo privado. Ir en taxi o VTC es casi imposible. La queja es constante, no solo de taxistas y conductores de VTC, sino de todos aquellos profesionales que necesitan, por su trabajo, desplazarse en vehículo privado. No es que vayamos al colapso. Es que ya lo estamos viviendo. Lejos de buscar medidas para solucionar, revertir algunas de las actuaciones que se han hecho en algunas de las vías principales, lo que se quiere es incrementar el problema. El colapso está garantizado, va a ser continuado y va a aumentar", vaticinó entonces.

Dani Mòdol, exconcejal del PSC y arquitecto, en una imagen de archivo / PABLO MIRANZO

CERO AUTOCRÍTICA DESDE EL AYUNTAMIENTO

Pero el consistorio desoye las críticas y, a pesar de las largas colas generadas, este lunes el actual gerente de Movilidad, Manuel Valdés, se apresuró a subrayar que el túnel había "funcionado correctamente". Dijo que la circulación registrada en el subterráneo de la Gran Via había sido "la esperada", y fue incluso un paso más allá asegurando que se había "reducido la longitud de la congestión" y que esperaba "que en el futuro se vaya eliminando".

De hecho, ante la posibilidad de que se generasen grandes atascos Valdés recomendó, días antes de la apertura del túnel, utilizar "alternativas de transporte público". Tras comprobar que la sugerencia había caído en saco roto y que se había generado un gran colapso, el lunes aconsejó evitar las Glòries entre las 7.00 horas y las 9.30 horas de la mañana, en plena hora punta para ir al trabajo.

GREMI DEL MOTOR: "MALTRATAN A LOS TRABAJADORES Y AL COMERCIO"

"Me gustaría preguntarle al señor Valdés si él ha comprobado personalmente que haya menos congestión. Y si no, que hable con los afectados que tienen que venir a trabajar cada día a Barcelona", apunta Jaume Roura, presidente del Gremi del Motor, en conversación con este medio. Añade: "Nuestra valoración es totalmente negativa. Es una forma más de actuar sin previsión del gobierno de la señora Colau respecto a los perjuicios que puede causar a la ciudadanía".

Roura acusa al Ayuntamiento de "maltratar a los trabajadores que se desplazan a Barcelona y al comercio, que tanta vida aportan a la ciudad", con las dificultades a la circulación en Glòries, y enfatiza que el tiempo del recorrido se ha más que doblado en horas punta. Si antes de la apertura del túnel se tardaba 10 minutos en cruzar la plaza, estos últimos días ha aumentado hasta los 25 minutos solo este tramo.

"Durante las obras se formaban caravanas en las horas puntas. Pero no como ahora, que con un carril menos complica mucho más la circulación. Antes de tomar decisiones, se tiene que hablar y valorar las consecuencias de aquello que se pretende hacer. Insistimos en pedir al gobierno de la señora Colau que escuche a la ciudadanía. Pero a todos, no solo a los suyos. Que recuerde que gobierna para toda Barcelona", señala Roura.

Circulación en la nueva boca del túnel de Glòries en sentido Llobregat / AJ BCN

EL RACC VE "MARGEN DE MEJORA" Y CRITICA LOS "POCOS AUTOBUSES"

Por todo esto, el RACC considera también que hay "mucho margen de mejora" en la circulación del nuevo túnel. En una entrevista este lunes en betevé, el director del área de Movilidad de la entidad, Cristian Bajardí, se quiso mostrar "prudente" a la hora de valorar las imágenes del colapso en Glòries. Aun así, aseguró que hay recorrido para hacer que la infraestructura sea "más eficiente".

Asimismo, Bajardí se refirió a los "pocos autobuses" que pasan por la instalación, apuntó a la necesidad de analizar por qué la gente sigue usando el coche para ir a Barcelona y afirmó que la demanda del transporte público "no sirve para las necesidades" de la población, ya que se encuentra por debajo del nivel prepandemia.

REACCIONES DE LA OPOSICIÓN

Desde la oposición, ERC ha avanzado ya que pedirá al Ayuntamiento alargar el carril bus-VAO de la C-31 de Badalona hasta Glòries, para reducir así el colapso antes de la entrada al túnel. Además de los autobuses, por este carril pueden circular los vehículos que lleven dos o más ocupantes –conductor incluido–, vehículos ecológicos, motocicletas y vehículos para personas con movilidad reducida.

JxCat también está trabajando en varias iniciativas que se debatirán en la Comisión de Urbanismo y Movilidad del próximo 19 de abril, ha explicado Jordi Martí a Metrópoli. El concejal juntaire cree que el gobierno municipal "ha visto que esto es un fracaso absoluto, y ahora tiene que rectificar y aplicar medidas para que la inversión de 200 millones de euros no quede en nada". Y zanja su valoración con esta acusación a la alcaldía: "Esto no habría pasado si el Ayuntamiento hubiese elaborado otro tipo de previsión, en lugar de obstinarse en perjudicar al vehículo privado. No se puede entender que una nueva infraestructura dificulte la circulación y ponga más trabas a la movilidad. Todo este dinero tiene que servir para mejorar los accesos y la fluidez, no para añadir problemas".

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