Las restricciones de tráfico por las obras de la superilla del Eixample empezarán este verano. Los trabajos previos previos se iniciarán este mes de julio -sin afectaciones- y la reforma propiamente durante la primera quincena de agosto. La transformación de cuatro calles pacificadas del distrito Consell de Cent, Comte de Borrell, Girona y Rocafort- en vías pacificadas comportará ya que no se podrá circular en línea recta más de dos tramos seguidos en las arterias afectadas. Después habrá que girar. La velocidad quedará limitada a 10 km/h y habrá un único carril.

Las obras empezarán de forma simultánea en las cuatro calles que se transformarán. También se actuará en las cuatro plazas que se construirán en los cruces de Consell de Cent con Girona, Rocafort, Comte Borrell y Enric Granados. El objetivo es que la pacificación esté lista en unos ocho meses y medio, es decir antes de las elecciones. El presupuesto sube hasta los 52,7 millones.

Diseño de una plaza de la superilla del Eixample / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

SIN AFECTACIÓN A LOS PEATONES Y AL TRANSPORTE PÚBLICO

En cada calle se trabajará por mitades, es decir no se ocupará simultáneamente las bandas mar y montaña sino que sólo quedará ocupada una parte de la calle. Quedará garantizado un carril de circulación para el tráfico en general, vecinos, servicios, bicicletas y vehículos de emergencia, y acera libre para los peatones. También se podrá acceder a los vados y aparcamientos en todo momento y no habrá ninguna afectación en el transporte público.

Para intentar minimizar los efectos, algo que parece difícil, el Ayuntamiento desplegará una campaña con reuniones informativas con las entidades que forman la comisión de seguimiento del proyecto, materiales que recibirán los vecinos en sus propias casas, información a través de las redes sociales y un canal específico de Telegram, informadores que pasarán por los comercios. Después del verano habrá un teléfono directo y un mail para residentes y comerciantes para consultar dudas.

Coches y motos circulan por una calle de Barcelona con tráfico / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

EL RACC PREVÉ ATASCOS

Para el Reial Automòbil Club de Catalunya (RACC), la pacificación del Eixample comportará más congestiones, contaminación y ruido en otros puntos del distrito. Según un informe del propio RACC, las colas de vehículos aumentarán de forma importante en el Eixample, la zona sobre la que bascula la movilidad del centro de la ciudad. Cuando la superilla estará acabada, dentro de ocho años, los atascos pueden subir hasta un 55%. En hora punta, el club del automóvil calcula que puede llegar a haber hasta 22,7 kilómetros de colas (ahora son 14,6). El próximo año, cuando esté acabada la primera fase de la superilla, el RACC prevé un aumento de los atascos de un 26%.

El PSC, socio de gobierno de Ada Colau, discrepa del modelo que Barcelona en Comú quiere imponer en el Eixample. "No puede ser una guerra contra el coche", dijo la regidora de Movilidad Laia Bonet en febrero. Las calles de la superilla serán de plataforma única y los vehículos ya no podrán circular nunca más en línea recta y estarán obligados a girar en las esquinas. Bonet no ve con buenos ojos trasladar este modelo a todo el Eixample -la idea es convertir una de cada tres calles del Eixample en ejes verdes-. Los socialistas son partidarios de introducir cambios, como en los giros. "Hay que hacer excepciones porque en algunos casos el giro obliga a recorrer seis manzanas para hacer un tramo de 150 metros".

Noticias relacionadas