El barrio de Sant Andreu de Palomar se ha convertido en la última estación de varias líneas ferroviarias de Barcelona. Las obras en el AVE, así como la nueva estación de Alta Velocidad de La Sagrera, han requerido de una primera actuación en las vías que marcan la frontera entre varios barrios de Barcelona que pasa por unificar las vías y llevar a cabo un soterramiento del área.
También se está renovando la estación de Rodalies de Sant Andreu. Y es que por esta estación pasa aproximadamente el 20% del total de trabajadores que, desde municipios cercanos, usa el servicio ferroviario para trasladarse a sus puestos de trabajo en la capital catalana. Pese a los años años anteriores en los que se llevaron a cabo unas obras cuyo presupuesto total asciende hasta los 1.100 millones, no ha sido hasta este pasado septiembre que se ha pegado un gran acelerón. Adif calcula que para el 11 de diciembre, las obras de Cercanías habrán concluido.
Este es su estado actual, habiéndose ejecutado un 65% de todo el plan:
Vías ensambladas
Los hasta 600 técnicos que han trabajado mañana, tarde y noche durante los últimos meses ya han colocado gran parte del nuevo entramado de vías. En la imagen, dos trabajadores ensamblan dos fragmentos de la nueva línea ferroviaria con metales candentes. Las temperaturas alcanzadas rozan los 2.000 grados y el calor abrasador puede sentirse a varios metros a la redonda.
SUMINISTRO ELÉCTRICO
Las obras en toda la zona no dejan cabos sueltos. No se trata solo de la edificación y soterramiento bajo hormigón, sino que también se ha extendido un cableado eléctrico por toda la infraestructura que debe procurar el suministro de energía a los más de 4 kilómetros de túnel. En la imagen, dos técnicos trabajan con uno de los cuadros eléctricos mientras otros de sus compañeros extienden más cableado por la zona.
MAQUINARIA PESADA
Los grandes bloques de hormigón y metal requieren de maquinaria pesada para su transporte y colocación. Cada pequeño tramo de la vía colocado y cada estructura levantada requiere de una precisión milimétrica, por lo que no se ha escatimado en el uso de vehículos y dispositivos como grúas y tuneladoras para su avance. Toda la maquinaria se ha introducido por el único fragmento del túnel que, por el momento, quedará descubierto. Se trata de un pequeño tramo de unos 120 metros de los cuatro kilómetros que tendrá el conducto subterráneo.
DÍA Y NOCHE
A lo largo de los meses que han durado estas obras, más de medio millar de técnicos han trabajado de forma simultánea para avanzar el proyecto. El resultado visible es que desde el último verano se ha avanzado exponencialmente en los trabajos. Los operarios han trabajado distribuidos en varios turnos de manera que siempre había equipos sobre el terreno tanto mañanas como tardes y noches. Tan es así que los trabajos se extienden hasta las 5:30 horas y se retoman a partir de las 6:30 horas para proseguir a lo largo del día.
ESFUERZO Y DEDICACIÓN
El ingeniero de caminos de Adif, Alberto Alcañí, ha señalado que, a pesar del avanzado estado de las obras, la operadora no iba a adelantar la fecha de finalización para insistir en los controles de seguridad. Ha destacado a Metrópoli el esfuerzo y la motivación de los trabajadores, que llevan meses dándolo todo para finalizar los trabajos en el margen previsto y en perfecto estado.
INNOVACIÓN Y TECNOLOGÍA
Además de los trabajadores, las instalaciones también han contado con el apoyo de supervisores, diseñadores y otros expertos en tecnología. A través de una compleja aplicación en 3D, los técnicos han podido hacer un seguimiento en tiempo real del estado de las obras, sabiendo en todo momento qué está hecho y qué queda por hacer. La aplicación combina fotografías con varios modelos de mapeado no solo de las vías, sino también de los alrededores, lo que también evita posibles incidentes que harían peligrar la finalización de los trabajos en el plazo anunciado.