La constante guerra contra el vehículo privado impulsada por el gobierno de Ada Colau en Barcelona ha provocado la reacción del RACC. A las puertas de las elecciones municipales, el club automovilista catalán ha exigido que se frenen las medidas contra coches y motocicletas en Barcelona que han llevado a incrementar la congestión del tráfico en la capital catalana.

El presidente del RACC, Josep Mateu, y la Jefa de Estudios de Movilidad de la organización, Alba Rey, han presentado este miércoles un estudio sobre la percepción de la movilidad en Barcelona de la que se desprenden distintos indicadores con los que los barceloneses denuncian mayores dificultades para desplazarse por las ciudad que hace cuatro años.

Sobre los 2.000 encuestados en la capital catalana, un 80% cree que la congestión del tráfico ha empeorado durante el presente mandato municipal, mientras que un 65% opina que la situación evolucionará negativamente en los próximos cuatro años. Entre los datos recabados por el RACC, también destaca que un 72% de los participantes consideran que caminar por Barcelona es más inseguro que en el pasado mandato.

CIRCULACIÓN Y APARCAMIENTO

La percepción ciudadana en la capital catalana pasa por una mayor complejidad en la circulación y más dificultad para encontrar estacionamiento. Respecto a 2021, más de la mitad de los residentes encuestados creen que circular por la ciudad es más difícil, mientras que seis de cada 10 participantes aseguran que el aparcamiento ha empeorado. Este último indicador va en consonancia con la cifra de plazas libres que se han recortado en Barcelona entre 2009 y 2021, una reducción del 68%.

Retenciones en la Ronda de Dalt / EFE

Más de la mitad de los usuarios de vehículo privado con una alternativa razonable de transporte público mantienen su medio de desplazamiento, y ocho de cada 10 conductores consideran "no agradables" los desplazamientos en autobús, metro, tranvía, Rodalies o FGC. La moto es el medio mejor valorado para moverse por la ciudad, y un 60% de los encuestados aprueba su circulación en los carriles bus.

La reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora en entornos escolares cuenta con un apoyo mayoritario de todos los usuarios de transporte público y privado, pero la implementación de radares llevada a cabo por el Ayuntamiento no cuenta con ese apoyo.

OBJETIVOS REALISTAS

Mateu y Rey han apuntado que el RACC cree que "el gobierno de la ciudad debería replantear la estrategia de movilidad y marcarse unos objetivos realistas respecto a la reducción de la movilidad en vehículo privado por la ciudad".

El club catalán ha exigido que se lleven a cabo "inversiones en transporte público antes de aumentar las restricciones al vehículo privado", y ha reclamado una visión metropolitana de la movilidad mediante la implementación de medidas añadidas al mencionado desarrollo del transporte, como una "mejora de la red de Park & Ride con plazas seguras y vigiladas".

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