Durante el pasado mandato, el gobierno municipal de Barcelona impulsó la creación de numerosos carriles bici repartidos por toda la ciudad. Bajo el objetivo de alcanzar los 300 kilómetros de ciclovías en la capital catalana, el consistorio se centró en la creación de nuevas estructuras ciclistas en las principales arterias de la ciudad.
La Gran Via, las avenidas Diagonal, Roma y Meridiana, la vía Augusta, la ronda del Guinardó y la calle de Mallorca se encuentran entre las principales ubicaciones en las que se han implementado estos carriles durante los últimos cuatro años. Al listado se suma también el paseo de Maragall, con una ciclovía que continúa materializándose a lo largo de los distritos del Eixample, Sant Martí, Horta-Guinardó y Sant Andreu.
El Ejecutivo local ha aprobado modificaciones en este carril que se traducen en una fuerte inversión económica. Los cambios introducidos en el proyecto supondrán sobrecostes que superarán los 200.000 euros.
MODIFICACIONES
Entre las modificaciones que se realizarán en la iniciativa se encuentran la ampliación de la actuación en la acera de la calle de Freser y de la superficie de fresado y asfaltado del carril bici, el incremento de pilonas, anclajes, separadores y semáforos previstos, y las reparaciones del asfaltado en el paseo de Maragall.
Los trabajos adicionales también incluirán la modificación de pavimentos de las plataformas de autobuses, el aumento de la obra civil prevista para la instalación de semáforos en los cruces y el cambio de los parterres de la confluencia de la calle de Conca y de Còrsega debido a la existencia de una línea de alta tensión.
La aprobación del proyecto modificado supone una partida extra de 222.979 euros, por lo que el coste de la ciclovía ascenderá a 1.351.759 euros.
DISTRIBUCIÓN
El carril bici del paseo de Maragall es de carácter unidireccional, y recorre otras calles de los distritos del Eixample, Sant Martí, Horta-Guinardó y Sant Andreu. Este espacio ciclista contará con tramos en la calle de Freser y en la calle de Roselló. En esta última calle, entre las confluencias con las calles de Castillejos y Dos de Maig, los tres carriles de circulación y dos de servicios se reducen a dos carriles de circulación y otros dos de servicios. Entre los cruces de las calles del Dos de Maig y de la Independència, se reconvierte en carril bus un carril de circulación para el vehículo privado, a lo que se suma la pérdida de un cordón de servicios.
En la calle de Freser, entre las confluencias de las calles de la Independència y de Xile, se suprime el carril de servicios para la implementación de la ciclovía y se amplía la acera. Entre las calles de Xifre y de Conca se resta un carril de circulación, mientras que una ampliación de la acera entre esta última vía y el paseo de Maragall supone una rebaja del espacio en la calzada en dos carriles más una vía reservada para buses.
En el paseo de Maragall, entre las calles de Xifre y de la Indústria, se pierden los cordones de servicios y un carril de circulación, una fórmula que se repite entre esta última calle y la de Freser. Entre las vías de la Industria y de Sant Antoni Maria Claret, se recorta un carril al vehículo privado y se elimina un cordón de servicios.
PÉRDIDA DE APARCAMIENTO
La finalización del carril bici del paseo de Maragall se traduce en la pérdida de unas 200 plazas de aparcamiento en la vía pública. Sobre el total, se restan 196 estacionamientos para turismos y dos para motos, además de zonas de carga y descarga.
Todas las plazas suprimidas son reguladas, mayoritariamente como área verde. El proyecto también elimina estacionamientos de zona azul.
DISCREPANCIAS EN EL RECORRIDO
La ejecución de este carril bici se aprobó en el pasado mandato, con un gobierno de coalición formado por los comunes y el PSC que discrepó, como en otras tantas cuestiones, sobre el recorrido de la ciclovía.
Pese a que la formación liderada por Ada Colau quería alargar el carril hasta la calle del Tajo, la iniciativa fue aprobada según indicó la propuesta socialista.