
Motocicletas estacionadas en plaza Catalunya
El plan integral del PP contra los robos de motos en Barcelona: policía especializada, inteligencia artificial y lucha contra talleres ilegales
Los populares articulan una propuesta completa para combatir todas las fases de la sustracción de estos vehículos, que cuenta con el beneplácito de los motoristas barceloneses
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Un plan integral para combatir los robos de motos en Barcelona. Esta es la propuesta que formulará el PP en la Comisión de Seguridad de este miércoles, con la que quiere atajar una problemática que, tan solo en 2023, se tradujo en la sustracción de 2.587 vehículos de esta tipología.
La propuesta, del agrado de los motoristas de la ciudad, aborda todas las fases del robo de motocicletas, combinando soluciones policiales y de vigilancia con el uso de las nuevas tecnologías y el control de la compraventa de segunda mano.
Proposición
La proposición registrada por los populares contempla el incremento de la presencia policial en los distritos y barrios con más robos, así como la creación de una unidad especializada que analice los patrones delictivos y la utilización de herramientas de inteligencia artificial para detectar zonas y horarios de riesgo.

Motos aparcadas en Barcelona
Instalar cámaras de videovigilancia en las zonas con mayor concentración de motocicletas, impulsar una aplicación móvil municipal que permita a los ciudadanos denunciar el robo de estos vehículos y compartir ubicaciones seguras para el aparcamiento de estas, y potenciar el control y la regulación de empresas y webs de compraventa para evitar la adquisición de motos o piezas robadas, son otras medidas que se suman al plan del PP.
Finalmente, la formación reclamará el control y cierre de talleres ilegales que operen como centros de desguace o venta de piezas. Para garantizar la transparencia del plan, los populares exigirán la emisión de un informe semestral público con las acciones realizadas, resultados y recomendaciones.
“Incrementar la presión”
El líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera, señala que “cada día se roban siete motos en la ciudad sin que el Ayuntamiento tome medidas específicas para acabar con este problema de inseguridad”, y destaca la importancia de crear una unidad policial especializada en estos sucesos.

El líder del Partido Popular en Barcelona, Daniel Sirera
El edil popular tamibién hace hincapié en la instalación de cámaras de seguridad en espacios con gran concentración de estos vehículos, como el aparcamiento de motos de la calle de Viriat, cerca de la estación de autobuses de Sants. Además, destaca su apuesta por incrementar el control y regulación de empresas de compraventa, evitando que adquieran motos o piezas robadas.
“La multirreincidencia en el robo de motos es un hecho, y por lo tanto es necesario incrementar la presión y poner el foco en un tipo de delito que no para de crecer en nuestra ciudad”, sentencia Sirera, quien incide en el rol imprescindible de la moto en la movilidad de Barcelona.
“Paso adelante”
Motoristes per Barcelona valora positivamente esta proposición, considerándola un “paso adelante” en materia de seguridad. Su presidente, Gregori Hidalgo, afirma que el acto Barcelona, la ciudad de las motos, que reunió a la mayoría de alcaldables a las puertas de las elecciones municipales de 2023, fue un “punto de inflexión” a partir del cual “todos los partidos, a excepción de BComú, realizan propuestas en favor de la moto”.
Sin embargo, el presidente de la plataforma asegura que “queda mucho trabajo por hacer” para reducir las sustracciones de motocicletas en la ciudad. La “videovigilancia de las zonas de estacionamiento” más concurridas, incluida en la propuesta, es una de las medidas defendidas por el colectivo, que también incide en la necesidad de “instalar anclajes en plazas de aparcamiento que se encuentren sobre la calzada”.
Hidalgo incide en que “la moto está democratizando la movilidad, especialmente en zonas conflictivas como el centro de la ciudad”, y aboga por el establecimiento de futuras mejoras en cuestión de seguridad para combatir la elevada cifra de robos en la capital catalana, que cuenta con unas 350.000 motocicletas y ciclomotores.