“Más carriles para el bus, supone reducir el tiempo de espera, ganar salud y reducir la contaminación”. Así ha argumentado Carolina Recio, portavoz de Nou Barris, el cambio de sentido que su gobierno ha decidido implantar en las calles de Verdum. Sin embargo, a los vecinos del barrio les parece un despropósito. “Cargáis la responsabilidad de la contaminación en los ciudadanos y la flota de autobuses que tenemos en Barcelona no es sostenible. Si sois tan ecologistas, cambiad la flota”, respondió enfadado un vecino en el consejo de barrio.
Desde el lunes 13 de noviembre, Verdum no tiene ningún autobús que cruce por el medio de sus calles. El 32 y el nuevo V29, suben por la calle Artesanía y bajan por Almansa en un carril de bus que ha desplazado a los coches a otro de sentido único. Un hecho que aminora la velocidad de los vehículos a un ritmo desproporcionado y genera ‘graves atascos´, según los vecinos, en el giro con Vía Júlia, donde desembocan ambas calles.
Los vecinos de Verdum reclaman que, al menos uno de los autobuses vuelva a cruzar el interior del barrio manteniendo Almansa y Artesanía de doble sentido. Así se conseguiría agilizar el paso de los coches, que ´nunca han tenido problemas de atasco en esas vías´, aseguraba una vecina.
Los residentes de la zona proponen la eliminación del carril bici de Vía Julia, una calzada que resta un carril para los coches y que ahora, con la creación del carril bus, obstruye el eje comercial y principal de la zona.
A parte de las demandas para remodelar el recorrido de los autobuses, los vecinos de Verdum propusieron la creación de un pipí-can que divida a los perros grandes de los pequeños. Una idea que nace dentro del proyecto de reestructuración total del Parc de la Guineueta que se prevé que comience el próximo mes de diciembre.
EL NUEVO PARC DE LA GUINEUETA
Un parque de 30.000 m² que requiere la instalación completa de riego. Lo que fue una riera ha pasado factura con el tiempo y ahora sus famosos árboles de eucalipto han levantado el pavimento por el grosor de sus raíces. “Un parque abandonado” por Parc i Jardins, según contaban los vecinos, y ahora el cuidado se multiplica.
Se nivelarán los accesos de la calle Artesanía , Casals i Cuberó y Góngora debido a la litografía característica del terreno. Además dejará de ser un parque cercado por una verja y estará abierto permanentemente y se instalará una nueva red de iluminación.