La remodelación de la arteria principal de Roquetes trae cosas buenas y una mala, la primordial: convertir la calle de la Mina de la Ciutat en un carril exclusivo para el autobús y taxis y otro, de un solo sentido. Se mantendrá un carril a cada lado para estacionar y recolocar las áreas de carga y descarga para los comercios. Asimismo, también se reducirá la carretera en los pasos peatonales para mejorar la visión de los cruces y aminorar la velocidad en la vía. Se allanarán las bajadas de la calle de Jaume Pinent y de Pla de Fornells. Dos curvas que han provocado caídas a los peatones, sobre todo, cuando llueve y se moja el suelo.

El nuevo plan de urbanismo a un modelo de movilidad equitativa porque, según el departamento de Mobilitat Urbana de Barcelona, el proyecto prioriza el uso del espacio público por los peatones y continúa presentándolo como un cambio sostenible y eficiente. Lo primero, porque sigue con el empeño municipal de rebajar los niveles de contaminación que existen en la ciudad y eficiente, porque, según el mismo área de Mobilitat Urbana, conlleva una mejora en el servicio de las líneas de autobús que transitan Mina de la Ciutat: 11 y V29. Cosa que “está por ver”, rumorean algunos vecinos. Una promesa con TMB que se suma a la de aumentar la frecuencia de la línea 60 del autobús que enlaza Glòries con Zona Universitària, pasando por la Vía Favencia de Nou Barris con dos paradas en el límite de Roquetes con Verdum.

Bajante de Jaume Pinent que se reducirá con Mina de la Ciutat en Roquetes / AO



Los vecinos coinciden en una cosa: cambiar el final de la Mina de la Ciutat, punto de origen y final de dos autobuses, los cuales no tienen el espacio habilitado para estar parados a la vez sin colapsar el final de ese carril. Un hecho que, todos reconocen, coincide con el incivismo de parar en doble fila en toda la vía y concretamente, en estas paradas de autobús, provocando el colapso de los vehículos. Los vecinos y comerciantes reclaman mantener los dos sentidos de la vía y  reorganizar el punto final de los autobuses. De lo contrario, siguiendo el plan municipal, los automóviles que quieran circular por el barrio de un lado al otro de esta vía central, sólo podrán hacerlo subiendo por la calle de Cantera, recorrer la calle de Briquets o de Llobera y desembocar en la calle de Artesanía. Un recorrido que “colapsa el norte de Roquetes”, dicen los vecinos que han asistido a la primera, de las tres sesiones previstas para acordar las modificaciones del nuevo boceto urbanístico.

Sesión de participación sobre el proyecto de Mina de la Ciutat con los vecinos de Roquetes / AO



La zona norte del barrio se compone de calles estrechas de un solo carril, cuestas con pendientes pronunciadas en algunos tramos y concentra mucha población mayor que requiere de vehículos de asistencia sanitaria habitualmente y de transporte público para moverse dentro del barrio, puesto que en las calles más altas apenas hay comercio (algún ultramarinos y un bar) ni servicios. Todo se ubica en la en la calle Mina de la Ciutat y hacia abajo. Detalles que remarcan todos los vecinos.

Bajada de Mina de la Ciutat por Jaume Pinent / AROA ORTEGA



Además, la salida del barrio se vería limitada a una bajada y a un extremo de la vía de la Mina de la Ciutat, un final que cuenta con una bifurcación. La primera, de subida a las calles más estrechas del barrio y la segunda, que sí sale del barrio, es una carretera que, pese a conectar en 3 minutos con la salida 2 de la Ronda de Dalt, queda al margen de la actividad social del barrio.

Diseño de la vía Mina de la Ciutat en el futuro / AO



“A priori, no es discutible” la conversión del diseño de la vía con un único sentido de circulación, ha  anunciado la técnica del Pla de Barris de Roquetes, justo lo que más críticas genera a los vecinos. Por ahora, todo está sobre papel. Se prevé una segunda sesión de participación sobre la ‘plaza del parking’ de la calle de Mina de la Ciutat el próximo 31 de enero y una tercera cita, el 13 de febrero. Los vecinos salen esperanzados por reanudar el diseño del plan de movilidad y mantener la vía central de Roquetes con doble sentido de circulación como hasta ahora, al tiempo que reclaman más control de la Guàrdia Urbana para evitar  estacionar en doble fila.

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