El distrito más pobre de Barcelona sigue hundido en el pozo
Cinco dirigentes vecinales de Nou Barris analizan las principales problemáticas del distrito con más barrios de la ciudad (13)
19 enero, 2019 23:37Noticias relacionadas
Lo primero que choca de Nou Barris es que engaña con su nombre: no son nueve los barrios que lo conforman, sino 13. Tal vez eso le confiere, de entrada, un carácter especial, como raro, que le ha convertido en uno de los distritos que acumula todos los problemas que se dan en Barcelona.
Para hacernos una idea, y antes de empezar, ponderemos la 'clasificación' de los distritos de Barcelona por número de barrios:
1) Nou Barris: 13 barrios
2) Horta-Guinardó: 11 barrios
3) Sant Marti: 10 barrios
4) Sants-Montjuïc: 8 barrios
5) Sant Andreu: 7 barrios
6) L'Eixample: 6 barrios
-.Sarrià-Sant Gervasi: 6 barrios
8) Gràcia: 5 barrios
9) Ciutat Vella: 4 barrios
10) Les Corts: 3 barrios
TOTAL: 10 distritos, 73 barrios
¿Por qué, pues, llamarlo Nou Barris si son Trece? El nombre del distrito se puso en 1984, cuando el Ayuntamiento de Barcelona aprobó una nueva división territorial de la ciudad. Literalmente proviene de la cabecera de la revista 9Barrios, publicada por la primera asociación de vecinos de la zona, a comienzos de la década de los años 70. Hasta entonces, una parte importante de Nou Barris estaba dentro del antiguo Districte 9, juntamente con parte del actual de Sant Andreu. Fue después que se decidió 'añadir' cuatro barrios 'nuevos', hasta llegar a los 13 actuales.
Situado en el extremo noreste de la ciudad, entre la sierra de Collserola y la avenida Meridiana, Nou Barris tiene más de 800 hectáreas y está habitado por unas 168.000 personas (el quinto distrito de Barcelona) de procedencias muy diversas. Esto es así porque el crecimiento poblacional e industrial fue tardío en comparación con el del resto de la ciudad, y no fue hasta los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo XX que empezó a convertirse en punto de acogida para la inmigración obrera de la época. El ejemplo palmario lo da Can Peguera, que se convirtió en el decimotercer barrio en recuerdo de la reubicación de los obreros que vivían en chabolas en Montjuïc, en grupos de viviendas conocidas popularmente como 'casas baratas'.
DISTRITO DISTINTO
Geográficamente, el extremo superior del distrito lo ocupan los barrios de Ciutat Meridiana, Torre Baró y Vallbona, con unas estructuras urbanas muy marcadas por la orografía montañosa y las grandes barreras artificiales (autopistas y vías del tren). El resto de barrios son los que acumulan más población, como los de Prosperitat, Porta, Guineueta, Turó de la Peira y Roquetes. Verdún (en recuerdo de la famosa batalla de la Primera Guerra Mundial), Can Peguera y Vilapicina i la Torre Llobeta son los otros tres barrios que llevan al número definitivo: 13.
En los últimos años, el distrito ha vuelto a ser una de las principales zonas de acogida de la fuerte corriente inmigratoria extranjera, debido al precio relativamente más bajo de la vivienda en el distrito, transformando notablemente la composición étnica y la red de comercios de los barrios. Se estima que casi un 15% de su población es extranjera, siendo las principales nacionalidades foráneas la hondureña, la ecuatoriana, la boliviana y la pakistaní.
UNA HISTORIA DE LUCHA
Los vecinos de Nou Barris siempre han sido reconocidos por su carácter luchador. El distrito posee un movimiento social arraigado, un asociacionismo vecinal que se inició durante la dictadura franquista y que se hizo fuerte durante la transición. Un movimiento que se convirtió en el motor de transformación del barrio para incorporarlo a la ciudad.
Ese tejido asociativo ha contribuido al desarrollo de una dinámica social de carácter vecinal integradora y cohesionadora. Esa fuerza es la que le permite seguir luchando en unos momentos, los actuales, en los que los problemas en su barrios han crecido.
DISTRITO 'COMUNERO'
Por buena lógica, los habitantes confiaron en el proyecto de Barcelona en Comú, formación que ganó las últimas elecciones municipales en seis de los diez distritos y en 54 de los 73 barrios de Barcelona. La votación evidenció la diferencia de voto según la renta. Así, los mejores resultados de Ada Colau aquel 2015 estuvieron precisamente en Nou Barris: Vallbona (40,3%), Trinitat Nova (39,6%), Torre Baró (38,9%), Can Peguera (37,9%), Prosperitat (37,8%), Bon Pastor (37,8%) y Roquetes (37,7%). Y sin embargo...
Sin embargo, han pasado casi cuatro años, y el distrito y sus barrios siguen encabezando el ranking de pobreza y de mayores problemas de Barcelona, especialmente en tres aspectos: vivienda, paro y falta de infraestructuras.
Eso es lo que, en resumen, se extrae de las opiniones de cinco importantes líderes vecinales que nos hablan a continuación.
Pep Ortiz, Coordinador de AAVV de Nou Barris y presidente de Can Peguera: “Somos el distrito más deprimido económicamente”
Pep Ortiz se califica como un vecino más de Can Peguera pero, en realidad, es uno de los motores del movimiento vecinal de todo Nou Barris. En 1976 entró en la asociación de su barrio -que se había creado apenas dos años antes- y, poco a poco, se involucró en más luchas y entidades, hasta convertirse en un histórico activista.
"Aunque queramos comprender la crisis, no se ha hecho ni mucho menos lo suficiente para mejorar la situación de Nou Barris”, dice, de entrada. “Los temas prioritarios del distrito pasan por una participación activa en la administración de los equipamientos del vecindario. Es decir, poder decidir qué hacer en cada uno de los barrios para mejorar y salir de esta maldita situación".
“Hace cuatro años, Can Peguera era el barrio más pobre de Barcelona. Ahora seguimos estando a la cola en las listas de renta familiar de la ciudad”, explica Ortiz, esgrimiendo el proyecto A-puerta, una comisión de seguimiento que se llevó a cabo el año pasado y que reflejó la realidad socio-laboral del barrio: la tasa de paro era del 42%. Aparte de esta conclusión principal, el estudio también detectó que un 65% de las personas que trabajan creían que su salario no era suficiente para llevar una vida digna.
El proyecto permitió encuestar a casi el 70% de los vecinos del barrio, donde viven algo más de 2.000 personas. Así, pues, el perfil medio del parado era el de una persona de entre 40 y 55 años con estudios primarios. Del conjunto de parados entrevistados, un 67% estaba buscando trabajo, aunque no lo encontraba, mientras que un 13% no buscaba trabajo. Por lo que hace a las prestaciones sociales, un 55% no recibía ninguna.
“Las cifras nos sorprendieron, porque hay más miseria y pobreza de la que creíamos", admite. Aunque Ortiz añade que "las cifras son frías, y hay que ponerlas en contexto para entenderlas", no puede por menos que admitir que “somos un distrito deprimido económicamente, con siete barrios entre los más pobres de Barcelona”.
Ortiz, que también es miembro de la Taula d’Habitatge del distrito, apunta sobre otra de las carencias del barrio y del distrito entero: la vivienda. "A pesar de que Can Peguera tiene un 80% de viviendas sociales, construidas por el Institut Municipal de d'Habitatge, la falta de vivienda pública es dramática”, dice. Y acusa: “Al otro lado de la balanza tenemos a las inmobiliarias de los bancos rescatados con dinero público, especuladores que se han hecho con un parque de vivienda muy potente".
Al respecto, Ortiz alerta de la subida de los precios que puede experimentar la periferia con la expulsión de vecinos de los barrios más céntricos, generada por la burbuja del alquiler que está afectando a toda la ciudad. "Obviamente los precios aquí siguen siendo más bajos, pero si nos fijamos en los índices de subida, aquí son superiores. Es un riesgo que tenemos que tener muy en cuenta", señala el líder vecinal.
Ortiz cree que, al margen de la vivienda, la clave de bóveda de lo que pasa en su barrio y en su distrito se debe al paro. “Con trabajo y un sueldo digno, las cosas serían diferentes”, señala. “Las administraciones deberían promocionar el trabajo. Se podría generar empleo social aprovechando que hay barrios enteros por rehabilitar. Así mataríamos dos pájaros de un tiro: trabajo y sueldo dignos para la gente, arreglando o construyendo las infraestructuras necesarias”.
“No es que no se haya hecho nada, pero nosotros queremos más, porque necesitamos más”, reivindica Ortiz. “Se tardó mucho en llevar a cabo el plan de equipamientos. Han pasado ocho años desde que se aprobó y tres equipos diferentes del gobierno en el Ayuntamiento”.
Acaba Ortiz diciendo que “sigo siendo optimista, porque si no seguiríamos estando como en 1974”. Sin embargo, no puede negar que “para que las cosas mejoren realmente, necesitamos un cambio de mentalidad de quienes tienen el poder para encntrar soluciones, y eso no creo que lo veamos en los próximos años...”.
Filiberto Bravo, presidente de la AV de Ciutat Meridiana: “No queremos ser el último barrio de Barcelona”
Las cosas en su barrio parecen no haber cambiado en los últimos tiempos para Filiberto Bravo, presidente de la Asociación de Vecinos de Ciutat Meridiana desde 2010. Nacido en Cáceres (1952) 'Fili' (así le conocen todos) llegó a Catalunya con apenas 14 años. Se instaló con su familia en Santa Coloma de Gramenet y en 1971 se trasladó a Ciutat Meridiana, un barrio con 10.500 habitantes y más del 40% de población extranjera, el más pobre de Barcelona, con problemas muy serios de todo tipo, y especialmente de vivienda.
Su nombre -y su inconfundible figura- volvió a saltar a la palestra informativa recientemente, a raíz del increíble caso de los tres menores que se quedaron encerrados en su casa, con su madre trabajando fuera, porque la inmobiliaria decidió cambiar la cerradura de la puerta de seguridad sin avisar.
Bravo tuvo que ponerse manos a la obra para solucionar la papeleta -su móvil hace milagros- consiguiendo liberar a los niños y que su madre pudiera seguir en el piso pagando una cuota social.
“Es uno más de los trágicos acontecimientos que se dan continuamente en Ciutat Meridiana, sólo que este fue muy mediático. De repente, mucha gente se sorprendió de lo ocurrido, cuando en realidad es algo a lo que nos enfrentamos cotidianamente”, suelta con amargura.
Está claro que el principal de los muchos problemas que padece Ciutat Meridiana es el de la vivienda. Bravo parte de la base de que “estamos olvidados por las distintas Administraciones” porque, a su entender, no toman las medidas necesarias para evitarlo.
“Los principales problemas de Ciutat Meridiana siguen siendo los de siempre: vivienda, paro y alimentación. También de infraestructuras. Faltan muchos equipamientos. Otra cuestión que hace tiempo que reivindicamos es mejorar la movilidad en el interior del barrio. Está situado en la montaña de Collserola, con numerosas cuestas. Hay mucha gente mayor y habría que poner más escaleras mecánicas”, resume Bravo.
“Los problemas de vivienda son de familias que no pueden pagar la hipoteca o el alquiler. En muchos casos, esto ha acabado derivando en ocupaciones de pisos. En el barrio hay unos 250 ocupados. La mayoría de las personas que ocupan son familias con niños pequeños. Y otras muchas vienen de otros barrios para ocupar un piso. Hay familias monoparentales, mujeres que huyen de una situación de malos tratos. Son situaciones muy complejas, sin demasiada perspectiva de futuro”, se apena.
“En el barrio debe haber otros 300 pisos que están vacíos y que se están deteriorando”, advierte Bravo. “Y, mientras tanto, tenemos esas 250 familias que no quieren estar ocupando, sino poder tener un alquiler social justo”.
Bravo habla también del problema de los mercados en el barrio. “La situación del comercio ha empeorado. Han cerrado diversos establecimientos. Y el año pasado lo hizo el Mercado Municipal de Núria. Ahora, en el de Ciutat Meridiana, sólo hay abiertas cinco paradas”, apunta.
Bravo considera que las Administraciones tienen abandonado el barrio, y que eso no ha cambiado ni con la llegada de un partido que anunciaba cambios en favor de los más necesitados. “Es un barrio que está abandonado por quienes mandan. Ada Colau nos visitó en una ocasión, un verano. Vino, pasó y se fue. Es lo que hacen todos los políticos. Total, muchas palabras bonitas y muchas promesas, pero pocos hechos”, se sincera. “La verdad es que no hemos visto ningún cambio importante respecto a otros gobiernos anteriores”.
“Somos un barrio de Barcelona, pero debemos ser el último de la lista. Queremos ser de Barcelona, de verdad, no sólo en el mapa”, es la frase final de este viejo luchador de causas perdidas.
Amparo Iturriaga, presidenta de la AAVV de Roquetes: “Los barrios más pobres de la ciudad están en nuestro distrito”
Como Custodia Moreno en el barrio de El Carmel de Horta-Guinardó, Amparo Iturriaga forma parte de una generación de mujeres que han liderado la lucha vecinal para levantar un distrito, en su caso el de Nou Barris. Durante los años más duros de la crisis económica impulsó talleres de costura para "empoderar a las mujeres", una actividad que dio paso a la, irónicamente, llamada Roquetes Fashion Week.
“Algunos de los barrios más pobres de Barcelona se encuentran en nuestro distrito. Lo dije en el pregón de las fiestas del pasado mayo, y sigo pensando lo mismo”, dice Iturriaga, que lleva más de 20 años dentro del movimiento asociativo. "La situación era entonces diferente a la de las luchas de los años 70”, recuerda Amparo. “Entre las primeras movilizaciones que hicimos, había la lucha por la sanidad y la convivencia en el barrio. La asociación de vecinos estaba en ese momento muy separada del resto de las entidades del barrio. Había que construir equipamientos nuevos y hacer red entre asociaciones y entidades. Eso nos llevó a crear el Plan Comunitario de Roquetes”.
Cree Amparo que, a pesar del tiempo transcurido, los problemas son los mismos, sólo que han cambiado de lugar en la 'clasificación' de otras épocas. “No podemos decir que estemos peor que entonces, que aquello sí que fue duro, pero lo cierto es que hemos dejado de mejorar. Cada barrio de nuestro distrito sangra por algún lado. En el caso concreto de Roquetes, yo diría que en los últimos tiempos el más acuciante es el del paro. Si toda la gente pudiese trabajar y tuviese un salario digno, muchos de los demás problemas derivados no existirían. La crisis económica de los últimos años y sus consecuencias sociales han hecho mucho daño”.
Como otros significados luchadores, Amparo no se esconde a la hora de criticar a quienes mandan por no hacer todo lo que se podría hacer. “Las diferentes Administraciones podrían conseguir soluciones si se lo propusieran de verdad. En el caso de la vivienda, por ejemplo, construyendo pisos de alquiler social”, apunta. “Nuestras entidades, agrupadas en una sola plataforma para hacer más fuerza ante ellas, seguimos luchando por ello. Pero no es fácil”.
"En Nou Barris no tenemos un problema coyuntural, es un problema estructural. Y hasta que no haya más recursos en los barrios no saldremos de donde estamos metidos”, asume esta sexagenaria, aún todo ímpetu. "Estamos viviendo recortes de todo tipo. Pero en Nou Barris somos gente luchadora, con empuje y decisión, y vamos a seguir haciendo lo imposible para no permitir que se pierda la identidad de nuestros barrios".
Albert Recio, presidente de la AAVV de Prosperitat: “En Nou Barris se dan todas las problemáticas de Barcelona”
Miembro de la Coordinadora de AAVV de Nou Barris y de la campaña '¡Nou Barris cabreada, dice basta!', Albert Recio, profesor de Economía Aplicada de la UAB, es un reconocido líder vecinal desde hace años.
“En general, en Barcelona, los problemas van por barrios, más que por distritos. No tienen una problemática digamos homogénea. Es decir, que hay distritos cuyos barrios se diferencian cada uno por su problema, no por todos en conjunto. Por poner un ejemplo, en el de Sant Martí, lo que le preocupa a un habitante de Poble Nou no es lo mismo que al de La Verneda i la Pau”, explica Recio, que es vicepresidente primero de la Favb. “Sin embargo, hay que aceptar que Nou Barris es, quizás, el distrito barcelonés que más aglutina todo tipo de problemáticas, porque sus trece barrios son un compendio de ellas”.
Recio remarca “el histórico carácter luchador de todo el distrito en general” y considera que esa es una distinción que marca su manera de afrontar la situaciones. “Nou Barris es, en este sentido, bastante diferente a otros distritos. Creo que el sentimiento de pertenencia se da de manera más acusada que en otros”.
Autor de numerosas publicaciones y miembro de varios consejos de redacción de revistas y del consejo asesor de la revista Calle, Recio recalca la existencia de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos: “Es el único distrito que tiene algo así, y eso es lo que le otorga un cariz más unificador a la hora de afrontar las problemáticas, y que nos hace más homogéneos a la hora de actuar”.
En concreto, en su barrio de La Prosperitat, Recio destaca que, al margen del famoso caso de la mezquita y los grupos ultras, el principal problema es el paro. “Tenemos un alto índice de gente que no tiene trabajo”, destaca. “Es un problema sistémico que hay que solucionar, sobre todo entre los jóvenes, cuyo futuro está en nuestras manos. La solución no es fácil; es un tema complejo, de macroeconomía, que afecta a todos los ámbitos. Requeriría demasiado tiempo poder explicarlo aquí...”, finaliza este economista de barrio.
Ana Menéndez, presidenta de la FAVB de Barcelona: “Todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna”
Aunque preside la federación que aglutina a las 110 asociaciones de vecinos de Barcelona (sustituyó en la Favb a Lluís Rabell en 2015) , Ana Menéndez (Oviedo, 1963) se ha significado mucho últimamente por lo que ocurre concretamente en Nou Barris, donde, además, ejerce de profesora de piano. En especial, se dejó ver junto a Filiberto Bravo y se posicionó en el caso de los tres chiquillos que habían quedado encerrados en un piso de Ciutat Meridiana. Entonces expresó su malestar, no sólo por el hecho en sí, sino por todo lo que pasa en ese barrio y en todos los demás del distrito.
“Lo que ocurrió con los niños es la gota que colma el vaso de una situación que debiera movilizar a todos los ciudadanos de Barcelona. Es inconcebible, y por eso decidimos desde la Favb presentar una denuncia ante la Fiscalía contra los responsables”, explica Menéndez, que recuerda una visita allí para darse cuenta de que “parece un barrio que haya dejado de pertenecer a Barcelona. Me enervé al ver la realidad”.
Considera Menéndez que “sólo a pie de calle vives de primera mano lo que ocurre en cualquier barrio. Hablas con la gente y te enteras de lo que pasa de verdad”. Y añade: “¡Menos mal que allí hay una gran solidaridad vecinal, un movimiento que está bien vivo!”.
Elogia esa solidaridad vecinal de Ciutat Meridiana y, por contra, cree que las Administraciones no hacen todo lo que deberían hacer. “Tienen que invertir más, no sólo en este barrio, sino también en otros del distrito, para que deje de ser el sumidero de la ciudad”, clama. “Es la zona de Barcelona donde hay más desahucios, más paro (junto con La Marina del Prat Vermell), más riesgo de exclusión social y menos comercios. Y tampoco se respetan derechos como en otros barrios. Se necesita una intervención urgente, esto no se puede permitir”.
Menéndez plantea el acceso a la vivienda y la burbuja del alquiler como el principal problema de la ciudad, se mire al barrio que se mire. "No se respeta el derecho a la vivienda" , considera. “Y no pasa solo en Ciutat Meridiana o en Nou Barris, sino que ocurre en toda la ciudad”. Aboga por la manera de hacer de la Favb, que tiene “un convenio firmado con el Ayuntamiento de construcción de vivienda asequible, con el que hemos construido más de mil pisos en Barcelona. Sin embargo, este Ayuntamiento nos obliga a solicitar suelo por licitación a pesar de que el convenio nos concede la adjudicación directamente”.
Pese a ello, el pasado noviembre pudieron inaugurar cien nuevas pisos con protección oficial en otro barrio con carencias de vivienda, el del Turó de la Peira. En este caso, se adquirió la parcela en virtud del convenio firmado entre el Ayuntamiento de Barcelona, la Favb y Fem Ciutat.
“La voluntad del Ayuntamiento es la de fomentar concursos y concurrencia pública, pero también hay otros modelos complementarios como el derecho de superficie”, explica. “Este es el modelo que llevamos a cabo desde hace 25 años, un modelo a defender porque contribuye a hacer posible la vivienda digna”.
Las críticas a cómo se ha implementado en los barrios la red ortogonal de autobuses también es una de las criticas de Menéndez, quien considera que municipalmente se está fallando en la manera de actuar. "Es urgente replantear los métodos de participación. La metodología no es siempre la adecuada. Estamos hartos de que nos infantilicen. La participación era una de sus banderas, y en eso están fallando", concluye Menéndez. "Para lo que queda de mandato, pedimos al gobierno municipal que tenga más cintura política, porque no toda la culpa la tiene la oposición".