Juanjo, el hombre al que ha ayudado la cooperativa para evitar el desahucio
Una cooperativa de Barcelona compra un piso a un fondo en Ciutat Meridiana para evitar el desahucio de un vecino
La entidad Sostre Cívic adquiere la vivienda con apoyo de la Generalitat y plantea replicar el modelo para frenar la especulación inmobiliaria
Relacionado: La prohibición del Govern sobre la vivienda especulativa pondría en riesgo dos de cada tres alquileres en Barcelona
Noticias relacionadas
La cooperativa de vivienda Sostre Cívic ha logrado frenar un desahucio en el barrio barcelonés de Ciutat Meridiana, uno de los más golpeados por la crisis habitacional. La entidad ha comprado la vivienda de un vecino amenazado con perder su hogar, permitiéndole continuar en el piso donde reside desde hace más de 25 años y transformando el inmueble en una vivienda cooperativa en cesión de uso.
El caso, impulsado junto al Sindicat de Llogateres, representa una alternativa innovadora frente a los desahucios y al modelo especulativo del mercado inmobiliario.
La operación ha sido posible gracias a un préstamo del Institut Català de Finances (ICF), con bonificación de la Agència Catalana de l’Habitatge (AHC), dentro de un convenio firmado hace dos años entre ambas instituciones para promover el acceso a la vivienda a través de modelos no lucrativos.
Promoción de viviendas en una imagen de archivo
Un rescate cooperativo
La vivienda —un piso de 55 metros cuadrados situado en el polígono Font Magués— ha sido adquirida al fondo Divarian por 54.200 euros, y Sostre Cívic prevé invertir otros 49.000 euros en rehabilitación y eficiencia energética.
El beneficiario, Juanjo Hernández, de 56 años, adquirió la vivienda hace más de dos décadas, pero tras perder la propiedad por dificultades económicas, pasó de ser propietario a inquilino y finalmente a ocuparla de manera irregular.
Con esta compra, el vecino pasará a tener un derecho de uso permanente como socio de la cooperativa, abonando una cuota mensual similar a su antiguo alquiler, mientras que Sostre Cívic mantendrá la titularidad del inmueble durante los próximos 75 años. Transcurrido ese periodo, la vivienda pasará al parque público de la Generalitat, garantizando así su función social a largo plazo.
Un modelo replicable
Tanto Sostre Cívic como el Sindicat de Llogateres han definido el caso como una “prueba piloto” para crear un nuevo instrumento de respuesta rápida ante situaciones de emergencia habitacional. El objetivo es que cooperativas y administraciones puedan adquirir viviendas de fondos o grandes propietarios para transformarlas en hogares de uso cooperativo y asequible.
Una vivienda dotacional para personas mayores en Barcelona
La cooperativa propone reforzar la financiación pública —ampliando el límite de los préstamos hasta 150.000 euros por vivienda— y habilitar compras conjuntas con ayuntamientos o entidades sociales. También aboga por ampliar el derecho de tanteo y retracto a inquilinos de edificios en venta, de modo que puedan organizarse en cooperativas y mantener sus hogares fuera del circuito especulativo.
Ciutat Meridiana, símbolo de la lucha por la vivienda
El barrio de Ciutat Meridiana, situado al norte de Barcelona, se ha convertido en los últimos años en emblema de la resistencia vecinal frente a los desahucios. Conocido popularmente como “Villa Desahucio” tras la crisis de 2008, la zona ha vivido centenares de casos similares, en su mayoría vinculados a ejecuciones hipotecarias y ventas de viviendas a fondos de inversión.
Para Sostre Cívic, esta experiencia marca un precedente en la cooperativización de viviendas individuales dentro de barrios vulnerables.
Un modelo en expansión
Con más de 2.100 socios y 25 proyectos activos en toda Catalunya —que suman más de 500 viviendas—, Sostre Cívic se ha consolidado como la cooperativa de vivienda en cesión de uso más grande de la comunidad.
Su objetivo, explican, es construir un parque de vivienda estable, asequible y sin ánimo de lucro, que complemente la oferta pública y proteja a los vecinos de la presión del mercado.