En muchas ocasiones, las empresas que cuentan con logística se desentienden de las labores relativas al almacén, obviando que disponerlo organizado y coordinado determina el éxito o fracaso de una empresa. Además de entregar el producto de manera rápida a un cliente, optimizar los espacios permite ahorrar tanto tiempo y dinero como posibles contratiempos relacionados con accidentes laborales.

Son diversas las medidas que una empresa puede tomar para optimizar un almacén y realizar su actividad de manera eficiente. Entre ellas, algunas afectan a la propia organización del mismo, mientras que otras se orientan hacia el uso de una mecánica rápida, como carretillas recogepedidos, o la instalación de señales para evitar accidentes.

Dependiendo de factores como la extensión del almacén, la actividad empresarial, la facturación o el número de empleados, las medidas para optimizar el espacio pueden ser de mayor o de menor magnitud. En cualquier caso, los expertos recomiendan una serie de consejos para optimizar espacio y tiempo.

ESTUDIAR EL LUGAR

Algunos almacenes poseen un sistema de organización inconveniente para el espacio del que disponen. En consecuencia, los pedidos más populares se encuentran en una zona alejada de la puerta de salida y los productos almacenados no son tan numerosos como podrían llegar a ser.

Antes de organizar el stock en sí, es importante conocer las capacidades del espacio y las oportunidades que brinda. De ese modo, podemos distribuir estanterías y pasillos de manera óptima.

ORDEN DE LOS PRODUCTOS

En un almacén, el tiempo que el empleado invierte en la búsqueda del producto puede provocar la contratación o el rechazo de pedidos posteriores. Por tanto, es fundamental llevar a cabo un control en el orden de los productos.

El espacio debe aprovecharse lo máximo posible, tanto en vertical como horizontal, pero también se ha de contar con un sistema de orden conocido por todos trabajadores. Para evitar problemas de localización, algunas empresas han incorporado softwares especializados. En este sentido, no podemos olvidar que invertir un tiempo excesivo en localizar ciertos pedidos es una pérdida económica constante para el almacén.

MAQUINARIA EFECTIVA

Como ocurre en cualquier empresa, existe una gran diferencia entre un gasto y una inversión económica. En el primer caso, la empresa no recupera el dinero depositado; en el segundo supuesto, sí. Adquirir maquinaria y tecnología que será útil al almacén es, sin duda, una inversión a medio y largo plazo.

Las carretillas recogepedidos son un ejemplo de ello. Aunque puedan suponer una inversión inicial, todo almacén eficiente debe contar con este tipo de maquinaria. Por ejemplo, estos instrumentos permiten trasladar de manera rápida pedidos de hasta 2.500 kg, lo que supone un ahorro de tiempo y esfuerzo evidente.

SEÑALIZACIÓN DEL ALMACÉN

Con el fin de evitar accidentes laborales y contratiempos entre trabajadores, la mayoría de los almacenes cuenta con pasillos que indican la dirección en la que se debe circular.

Estas direcciones se consiguen con la instalación de alguna señal que informe al respecto, un sistema similar al de las carreteras o autovías. De este modo, los trabajadores evitarán impactos entre ellos o con carretillas que se dirigen hacia su posición.

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