Barcelona apasiona. Barcelona preocupa. Conversación a conversación, tertulia a tertulia, artículo a artículo, barceloneses y barcelonesas debatimos y polemizamos sobre el presente y el futuro de la ciudad. Datos, percepciones y relatos bailan y se confunden, salpimentando las controversias sobre el modelo de ciudad.
Los retos de ciudades como Barcelona son siempre complejos de abordar. Después de una Gran Recesión que ha dejado cicatrices; a finales de un procés que no le ha hecho ningún bien; en la salida de una pandemia global que ha golpeado duro; y con la guerra asolando de nuevo Europa, es perfectamente comprensible que pueda dominarnos la sensación de incertidumbre, un cierto desasosiego.
Pero no hay razones para que nos domine el desánimo. Barcelona puede.
Se equivocan los que atienden a mensajes catastrofistas, los que alimentan la tesis de la decadencia sólo por presentarse, salvíficos, al rescate de Barcelona. Como se equivocaban los que, cargados de épica, no pocos dogmas y pocas ideas realmente nuevas, la habían querido salvar antes.
La ciudad no necesita ser salvada, no. Necesita una idea. Una idea de la ciudad que va a ser. De la que queremos que sea. Enderezar las prioridades e identificar las oportunidades. Movilizar las energías del conjunto de la ciudad para impulsar una de las muchas grandes transformaciones que ha protagonizado y protagonizará.
Lo que hace falta es cierto atrevimiento para proponer, porque Barcelona es atrevida. Atrevimiento para convocar las esperanzas y voluntades de sectores amplios y diversos de la ciudadanía. Para dejar atrás la polarización, imposiciones y bloqueos, y poner todas las energías al servicio de esta nueva etapa. Hace falta ambición por la ciudad.
El socialismo barcelonés es un actor más, entre otros muchos, en la ciudad. Nadie puede dudar, eso sí, de su compromiso con la ciudad. Queremos encabezar ese esfuerzo colectivo en la nueva etapa que se abre en Barcelona. Nos hemos propuesto impulsar, desde la experiencia reciente y la voluntad de escuchar las inquietudes de vecinos y vecinas, una serie de debates, abiertos y en profundidad, sobre los grandes asuntos de la ciudad.
No nos detendremos aquí, pero empezamos debatiendo sobre tres grandes ejes. En primer término, sobre un modelo urbano sostenible y su impacto en el espacio público, que toma en consideración la necesidad de que la transición ecológica sea socialmente justa. En segundo lugar, sobre un espacio de prosperidad compartida, abierto a las oportunidades de desarrollo y creación de puestos de trabajo, dentro de un modelo de equidad y de cohesión social. Por último, sobre un modelo urbano que favorece la seguridad y la convivencia, condiciones para que todos puedan disfrutar la ciudad con igual libertad.
Para tejer las alianzas sociales que creemos imprescindibles hoy en Barcelona, nos dirigimos al conjunto de la ciudadanía. Queremos escuchar y hablar con ellos. Queremos construir un proyecto que vaya más allá de nosotros mismos. En el momento que atraviesan Europa y el mundo, es necesario que así sea. Un modelo de ciudad compartido, con el acompañamiento, crítico si es necesario, de grandes mayorías. Un gobierno estable y solvente, con un modelo de ciudad y las ideas claras. A hacer juntos la ciudad que será. A esa tarea convocamos.