La presentadora de Els Matins de Catalunya Ràdio, Marina Romero, despedía la programación de verano con una entrevista a la Segunda teniente de Alcalde de Barcelona, Janet Sanz. La responsable de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad dejó tres afirmaciones para la historia.
La primera: ratificar una mentira. Dijo algo así como que si las bases se lo piden repetirá en la candidatura de los comunes en Barcelona. Subiendo el cinismo a un pedestal de alto rango, Sanz se quedó tan pancha. Que los comunes dijeran hasta la extenuación que más de dos legislaturas era profesionalizar la política y alejarla de los ciudadanos era una cortina de humo que no pensaban cumplir. Veremos cuántos concejales se suman a “la excepción” y se saltan a la torera el código ético de su partido. Janet Sanz no afirmó, ni confirmó, que se presentará a las elecciones pero se le detectaba ardor guerrero para continuar al frente de la concejalía más negra del equipo de Colau.
La segunda: “No he visto ningún informe técnico sobre el aeropuerto de El Prat”. Pues para ser la concejal entendida en el asunto ya le vale. O miente, que no sería inverosímil, o si realmente no ha leído ningún informe técnico es que no sabe hacer su trabajo o simplemente pasa de escuchar opiniones, sustentados en datos, que no se avienen a sus ideas. En estos años, los informes sobre la ampliación del aeropuerto han sido muchos y variados. Ahora la señora Sanz se limita a decir que hay que mejorar la gestión de El Prat. Y punto. Lo dice sentando cátedra como si supiera la señora regidora gestionar un aeropuerto. La ignorancia es atrevida y si se esconde bajo un manto de sectarismo es peligrosa. Hacer competitivo a El Prat no pasa por la gestión pasa por crear una infraestructura con mayor potencial que cree puestos de trabajo y que sea respetuosa con el medio ambiente. Hacerlo pequeñito y competitivo es una entelequia y una boutade si la dice un responsable público.
La tercera: las obras siempre dan problemas pero son para mejorar la ciudad. Quizá, debería explicar Janet Sanz que considera mejorar la ciudad. Llevarla al colapso no es la solución y es lo que pasará, y está pasando desde hace demasiado tiempo. Barcelona es una gran urbe no un lugar para huertos urbanos ni para estridencias como las superilles. Dónde vive la concejal. ¿Sabe lo que va a pasar con todos aquellos ciudadanos que viven fuera de Barcelona cuando vayan a trabajar? ¿Tiene una idea de los colapsos que se van a generar Seguramente no. Es lo que tiene vivir en una burbuja como cuando deseó que se cerrara la Nissan. Desde entonces no se le ha oído ni una palabra, ni se le ha visto ni preocupada ni ocupada con la solución a los trabajadores de la empresa.
Después de escucharla no daba crédito. Mientras soltaba su mitin me revolvía en la silla y recordaba aquella frase que pronunció Federico Trillo siendo presidente del Congreso: “Manda huevos”. Janet Sanz se recreó en fantasear con una mentida y explicar sopars de duro. Y para colmo se quiere volver a presentar. En fin, los barceloneses no se merecen esto. Espero que los comunes cumplan, aunque sea solo por una vez, el código ético. Escrito está pero eso de cumplirlo es otra cosa. Lo han demostrado en demasiadas ocasiones incluida la gestión de la ciudad. Gobernar es mucho más que encadenar discursitos sin fundamento.