Salvador Illa acaba de incorporar a la dirección del PSC a Núria Parlon, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet desde 2009. Además, será la nueva portavoz del partido y dirigirá la secretaría de seguridad y convivencia.

El nombramiento tiene mucha miga porque Parlon no solo es una exitosa política que ha sabido mantenerse en el poder mientras sus compañeros socialistas del cinturón rojo de Barcelona pasaban apuros. También ha mostrado una gran destreza en el tratamiento de la inseguridad, sin miedo aparente a que le pudieran colgar el sanbenito de facha por ocuparse de una cuestión que preocupa a todos los ciudadanos.

Tras las últimas elecciones municipales, pese a obtener mayoría absoluta, incorporó a su equipo a los dos concejales que había obtenido Ciudadanos para que se ocuparan de la seguridad y de la promoción económica. Parlon leyó los resultados como una derechización del voto local y optó por adaptarse de una forma inteligente.

En 2017 hizo otra demostración de habilidad cuando abandonó la ejecutiva federal del PSOE en señal de protesta por su apoyo a la decisión del Gobierno del PP de aplicar el artículo 155 de la Constitución en Catalunya como respuesta a los desmanes que había cometido la Generalitat durante aquel otoño.

Ella, como sus compañeros de Terrassa, Granollers y Castellar del Vallès, criticaron públicamente la decisión del PSC-PSOE y defendieron una consulta de autodeterminación aunque personalmente no fueran independentistas. Los cuatro disfrutaban de un amplio apoyo popular que pudieron revalidar –incluso ampliar-- en los comicios de 2019; solo Jordi Ballart rompió el carnet para crear y encabezar en adelante la candidatura Tot per Terrassa.

El movimiento de ficha que acaba de hacer el primer secretario de los socialistas catalanes es de un pragmatismo desconocido, por lo menos visto desde fuera. En el escenario de la política española, sólo Pedro Sánchez ha tomado decisiones equiparables, como cuando repescó para su equipo más cercano a elementos que se habían subido a la conspiración para echarle de la secretaría general del PSOE.

Parlon se planteó en dos ocasiones optar a la primera secretaría del PSC, pero solo compitió –y perdió-- con Miquel Iceta en 2016. Como Illa, e Iceta, estuvo junto a Sánchez en aquella batalla fraticida desencadenada por el apoyo socialista al PP en forma de abstención para que Mariano Rajoy volviese a ser presidente. Y en estos momentos, tras las decisiones tomadas por el Gobierno de coalición sobre las peticiones de los nacionalistas catalanes, la alcaldesa de Santa Coloma suma más que nunca.