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Albiol con los vecinos afectados por una okupación

Albiol con los vecinos afectados por una okupación Ayuntamiento Badalona

Opinión

Las cuentas (que no salen) de Albiol en Badalona

"Para Albiol su actuación en el B9 es suficiente para poder mantener la confianza de los vecinos de la ciudad. Gobierna con mayoría absoluta. Sin embargo, ¿qué tipo de dirigentes queremos ensalzar, qué tipo de políticos pueden servir para solventar problemas concretos y mejorar la convivencia?"

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Xavier García Albiol se comprometió con sus vecinos en Badalona. Aseguró que iba a desalojar el antiguo instituto B9, que llegó a albergar a unas 400 personas. Los ‘okupas’ procedían de diferentes países africanos, pero también eran nacionales en situación de enorme vulnerabilidad.

Albiol ha cumplido el ‘contrato’ con sus vecinos, y esas personas están fuera y el viejo instituto ya está en fase de ser derribado para albergar una comisaría mixta de Guardia Urbana y Mossos d’Esquadra.

Pero, ¿le salen las cuentas a Albiol? ¿Se ha resuelto esa situación complicada de convivencia entre los barrios de Sant Roc y del Remei de Badalona?

Albiol acierta en la cuestión de la inmigración y en su crítica sistemática sobre la inseguridad jurídica en el ámbito de la vivienda. Sirve el alcalde de Badalona como un buen termómetro sobre lo que sucede en las grandes ciudades.

Para Albiol su actuación es suficiente para poder mantener la confianza de los vecinos de la ciudad. Gobierna con mayoría absoluta. Sin embargo, ¿qué tipo de dirigentes queremos ensalzar, qué tipo de políticos pueden servir para solventar problemas concretos y mejorar la convivencia?

Volvemos sobre el caso del instituto B9. Los propios defensores del colectivo de inmigrantes, plataformas de izquierda, abucheaban a sus –teóricos—representantes políticos. La concejal de los comunes en Badalona, Aïda Llauradó, recibió el rechazo total de esos activistas cuando acudió al barrio para criticar la medida de Albiol. Le afeaban que viniera a toro pasado.

La cuestión es que Albiol hace mucho tiempo que detectó el problema. Para los locales, las personas con pocos recursos, familias modestas, la inmigración es una cuestión seria. Los barrios se degradan, hay agresiones, la lucha por la vida, en definitiva.

La izquierda ha comenzado a aprender que los discursos bien intencionados no resuelven las carencias de esos vecinos locales con rentas más bajas. Y el resultado es que en las elecciones Albiol logró una amplia mayoría absoluta.

Todo eso parece evidente. Pero, ¿para qué sirve desalojar un instituto si, después, esas mismas personas acaban vagando por otros barrios de la ciudad? Podrán salir de Badalona, pero, ¿qué sucederá en Sant Adrià, en Santa Coloma o en la costa del Maresme si acaban llegando a todas esas ciudades y pueblos?

La Policía Nacional detuvo a unas decenas de inmigrantes, aplicando la ley de extranjería. Pero hay muchos desalojados sin papeles. ¿Qué país los puede reconocer? La administración de Justicia admite enormes problemas para devolver a extranjeros a sus países. Porque no los aceptan. Los dejan a su suerte, y nadie se responsabiliza de ellos.

Albiol sostiene que ese no es su problema. Se comprometió a desalojarlos y lo ha hecho. Quiere proteger a los locales de Badalona, y, por ahora, éstos aplauden su actuación. Pero hay que reclamar más responsabilidad a toda la sociedad. A los dirigentes e instituciones y a los propios ciudadanos. ¿Se implicará el Ministerio de Exteriores, implementará una política clara y firme el conjunto del Estado?

Que cada uno salve la cara como pueda no parece lo más razonable. Por mucho que Albiol pueda revalidar su mayoría absoluta.