Abdelbari Akhrif cruzó el estrecho desde Ceuta bajo un camión. Durmió en un centro de menores en Cádiz, marchó a Valencia y pasó por dos centros más: uno en Manresa y otro en Santa Perpètua. Ahora reside en un piso titulado, mixto y compartido en Barcelona. Como él, Yassine Buofars se subió a un barco desde Melilla, desembarcó en Almería y llegó hasta Barcelona. A día de hoy, vive en un centro social situado en el pie del Tibidabo.

Ambos se conocen gracias a una iniciativa creada por Darna, una asociación laica que pese a existir desde hace un tiempo, se puso las pilas después del 17A para prevenir el fenómeno de desarraigo que viven algunos jóvenes de origen magrebí. “Los agravios sociales y la falta de expectativas son algunos de los factores de riesgo” que llevó a algunos jóvenes a radicalizarse y produjesen el atentado del pasado 17 de agosto. Así lo aclara David Garriga, criminólogo y presidente de la Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global (CISEG).

EL EQUIPO DE DARNA

Personas como David, Ángela o Rachid, entre otras muchas, unen sus fuerzas a diario para trabajar con jóvenes como Abdelbari y Yassine con el objetivo de mejorar la convivencia de estos jóvenes y los vecinos del Raval, barrio donde se ubica la entidad.

CACHEOS POLICIALES

“La policía me para, al menos, dos veces por semana. Me piden la documentación, me cachean y me registran el móvil por si lo he robado. La gente me ve y se queda con la idea de que soy un ladrón”, cuenta preocupado Abdelbari. Él lo ha naturalizado pero no se siente cómodo. En septiembre, comenzará a estudiar electricidad para poder competir en el mercado laboral pero, por ahora, su NIE no le permite trabajar. Para ello, deberá pasar al menos un año y conseguir un contrato de al menos, seis meses.

Yassine Buofars en el Raval / A.O. 



EL FÚTBOL COMO HERRAMIENTA DE SUPERACIÓN

Ángela, colaboradora de Darna, asegura que montar un equipo de fútbol ha sido una gran oportunidad para que los jóvenes no tutelados o tutelados por la Direcció General d’ Atenció a la Infància i la Adolescència (DGAIA), encuentren un espacio en el que compartir “su mochila de circunstancias. Así conocen la ciudad y la gente porque juegan con jóvenes diferentes”

Las actividades que organiza Darna, “estimulan en valores, controlan la impulsividad, les ofrece alternativas formativas y laborales y herramientas para poder afrontar posibles situaciones de frustración y debilidad”, explica Garriga.

MÁS ESPECIALIZACIÓN ENTRE LOS PROFESIONALES

David, colaborador de Darna, opina que el atentado del 17A “se focalizó solo como algo policial y eso es un error porque pese a que los cuerpos de seguridad hicieron un trabajo extraordinario, es necesario implicar a otros actores sociales para trabajar en pro de la prevención a cualquier tipo de violencia. Deben existir programas atractivos para estos jóvenes que ven en el discurso de Daesh o Al Qaeda una finalidad". Garriga, también resalta la importancia de exigir una "formación especializada entre los profesionales que trabajan con estos jóvenes”.

Los jóvenes Yassine y Abdelbari en Darna / A.O. 



BAYT AL-THAQAFA

Y con este fin, tanto Darna, como Bayt Al-Thaqafa, una fundación histórica de trabajo social situada en el barrio de La Ribera, trabajan para presentar alternativas de vida a jóvenes que llegan hasta Barcelona. Bayt Al Thaqafa (la casa del conocimiento) gestiona 12 pisos de acogida para 60 personas. En su interior, Mireia Aguado, la coordinadora del grupo joven, junto con el equipo de voluntarios, no se despega de más de una decena de jóvenes que acuden a la Bayt con ganas de aprender el idioma e informarse de las opciones que tienen para formalizar su situación en la ciudad, así como cursos formativos que les permita conseguir un empleo.

Mientras, Bayt les ofrece tiempo y espacio para visitar algunos espacios de la ciudad, como método de acercamiento cultural a la sociedad de acogida. También organiza talleres y campamentos, actividades lúdicas que, a su vez, sirven para fomentar el diálogo intercultural.

Abdelbari Akhrif, nacido en Tánger, una mañana en el barrio del Raval / A.O



TODOS LOS JÓVENES NO ROBAN

“Claro que hay algunos que eligen robar con la situación que tenemos”, dice Abdelbari “pero hay de todo como en todas partes”. Para Yassine, “robar no es ninguna solución a nada, solo acumula más problemas” a las limitaciones con las que viven estos jóvenes marroquíes que Barcelona no quiere en sus calles. Él y el resto del equipo de fútbol de Darna ya esperan impacientes que llegue el día 20 de agosto para comenzar a entrenar y superar la nueva temporada de fútbol. 

PREVENCIÓN PARA LA SEGURIDAD

"La conciencia de seguridad de un país empieza por el propio ciudadano y tenemos un problema si no comenzamos a prevenir los extremismos para revertir esta balanza a favor de la convivencia y la seguridad", afirma el criminólogo. "En los últimos dos, tres años el número de detenidos relacionados son el terrorismo islámico en nuestro país oscila entre los 70-75 personas. Luego tedríamos que ver cuántos han sido apresados o inculpados pero lo que está claro es que el discurso terroristas sigue presente en nuestros jóvenes y sigue convenciendo". 

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