Lluïsa Moret
La alcaldesa de Sant Boi y presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, ha destinado 75 millones a rescatar ayuntamientos metropolitanos asfixiados por la caída del impuesto de plusvalías, el incremento del IPC y el déficit estructural de la financiación local. Los municipios barceloneses han pedido ayuda a la Diputación y su presidenta les ha suministrado un balón de oxígeno. Como alcaldesa, sabe y sufre una situación provocada por el déficit estructural de los municipios, los gastos hipotecados, el incremento del IPC, la inflación desbocada y un aumento de servicios por la falta de vivienda. Ante esta agonía, los consistorios tienen dos alternativas: o reciben más ingresos para prestar servicios o que esos servicios los preste otra administración. Mientras, muchos de ellos con alcaldes socialistas, aumentarán el IBI, el impuesto más impopular y más contradictorio de las izquierdas.
Nacida en Barbastro (Huesca), Lluïsa Moret Sabidó se licenció en psicología en la Universidad de Barcelona y tiene másteres en Técnicas de Investigación Social y en Estudios de las Mujeres y Políticas de Género. Feminista desde antes de ser política, trabajó en los servicios de atención a la mujer y de drogodependencias de Sant Boi. El 2014 fue elegida alcaldesa y el 2019 ganó con mayoría absoluta. Dos años después, se incorporó a la ejecutiva del PSC como responsable de organización y acción electoral de Salvador Illa. La presidencia de la Diputación es uno de los poderes más codiciados por los partidos. Con muchos privilegios, muchos millones y una economía opaca, cubre necesidades que no atiende la Generalitat. Por ahora, Moret parte y reparte correctamente.