Sara Jaurrieta: “La apuesta del PSC es la contraria al ‘turistas Go home’, queremos regular el turismo”
- La recién elegida primera secretaria del PSC de Barcelona señala que "estar a favor del sector privado no es ser un partido del 'establishment', es defender que la ciudad es de todos”
Sara Jaurrieta (Barcelona, 1975) es la nueva primera secretaria del PSC de Barcelona. Economista, ha trabajado en la Agencia de Salud Pública de Barcelona en el Hospital Vall d’Hebron y en el Instituto Catalán de la Salud en el Departamento de la Presidencia de la Generalitat, en el último gobierno tripartito que presidió José Montilla. Concejal del Ayuntamiento de Barcelona, entre 2006 y 2015, ahora ejerce de diputada en el Parlament. Y ha sido elegida en el congreso del PSC de Barcelona, celebrado el pasado fin de semana, como la encargada de relanzar el partido en la capital catalana, después del mandato de Ferran Pedret. Su lema, que repite en esta entrevista con Métropoli, es claro: “Hay que hacer más fuerte, más abierto y más enraizado el partido en Barcelona”. Esa será su misión, con retos complicados, como la defensa de un discurso coherente y eficaz para abordar el turismo, o la construcción de vivienda. Jaurrieta no los teme: “La apuesta del PSC es la contraria al ‘turistas Go home’, pero sí queremos regular el turismo”.
La nueva primera secretaria formará un tándem con Marta Villanueva, concejal en el consistorio, y que será la secretaria de organización del PSC de Barcelona, sustituyendo en ese cargo a Carles Prieto, el delegado del Gobierno en Catalunya. El hecho de que sean dos mujeres al frente del partido ilusiona a Jaurrieta, que cree que se abre una “nueva etapa”, en una situación, sin embargo, “más fácil que para los anteriores responsables”. El hecho de que el PSC tenga la alcaldía, en la figura de Jaume Collboni, después de años complicados, en los que el partido pasó de “cuatro a diez concejales”, facilita las cosas. Pero los problemas estructurales siguen ahí: “El partido debe ser más fuerte, con más militantes; más abierto, a la nueva ciudadanía, con más reflexión; y más enraizado, con capacidad para ser más poroso, para atraer a sectores diferentes”, señala.
Una de las cuestiones que los dirigentes más veteranos del partido apuntaban es que los responsables orgánicos podían haber hecho más en determinados debates, con críticas a otros partidos, y sabiendo que esa labor no la podían realizar los cargos institucionales, como el propio alcalde –o en su etapa de teniente de alcalde—o los concejales, con áreas de gobierno. Jaurrieta ve las cosas de otro modo, con la idea de que todo tiene sus momentos: “Confiamos en que el alcalde pueda tener más apoyos en los próximos años, en que el PSC sea el primer partido de la ciudad y el aglutinador de la izquierda. El objetivo es que el alcalde Collboni se consolide y amplíe su mayoría, que crezca su apoyo en la ciudad”.
Pero, ¿en qué distritos de la ciudad? El PSC ha vivido la transformación de Barcelona y la suya propia como partido. La nueva primera secretaria, entiende que los socialistas pueden crecer más en los distritos más populares, como Nou Barris, Sant Martí, Sant Andreu o Sants, pero también pueden ampliar apoyos en el Eixample, Sarrià o Gràcia. “Representamos a la Barcelona trabajadora, pero también a los sectores económicos que ven en el PSC una respuesta para dinamizar la ciudad, para atraer talento. Y eso nos gusta”, indica la dirigente socialista.
Soluciones, "no retórica"
Jaurrieta, que ha sido en los últimos diez años primera secretaria del PSC de Sarrià-Sant Gervasi, asume y explica lo que sucedió en ese distrito en las últimas elecciones municipales, cuando, a pesar de que Collboni era percibido como un buen candidato, los votantes se inclinaron de forma masiva por Xavier Trias, el cabeza de lista de Junts per Catalunya. “Trias es una persona conocida en el distrito, fue alcalde durante cuatro años, y vive en Sarrià-Sant Gervasi. En un momento de polarización, con Ada Colau, porque se deseaba un cambio de gobierno, se miró más a Trias. Pero creo que ahora la situación sería distinta, al ver que Collboni ha asumido retos y les ha dado respuesta”.
Esa es una de las claves para los próximos años en Barcelona. Jaurrieta entiende que Collboni gobierna y que hay que fijarse en los cambios que ha impulsado: “Se han abordado problemas con eficacia, como la limpieza y el orden, con el Pla Endreça; se ha dado respuesta al problema de la vivienda, con planes de construcción de vivienda pública y también respecto al turismo. Se ofrecen soluciones y no sólo retórica. Y el gobierno municipal es efectivo. El partido lo que debe hacer es actuar como complemento, generando reflexión, debate e ideología, viendo lo que se hace en otras ciudades, con propuestas”.
Sin embargo, ¿se ha escuchado en estos años al PSC de Barcelona, si se compara con otros tiempos, cuando mostraba un enorme poder? Sara Jaurrieta, pausada, con calma, insiste en que son otros momentos, y en que el partido ha sabido superar una etapa “muy difícil, con los años del procés”. La dirigente remacha: “Han sido años muy duros, y el partido en Barcelona lo ha hecho muy bien, en momentos en los que era complicado abrir una caseta del PSC en la calle”. Pero, ¿y ahora? “Lo que queremos es buscar que más gente nos apoye, que seamos una referencia para las asociaciones de padres y madres de las escuelas, para los comerciantes, para el mundo de las startups o para los sindicatos. Queremos que nos vean como un partido transformador”.
Una de las cuestiones pendientes para el PSC es establecer su relación con los comunes. El distanciamiento con el partido de Ada Colau se ha ampliado. Y los comunes se han instalado en la oposición, con ganas de volver a competir por la alcaldía, con Colau de candidata. Jaurrieta considera que esa relación debe ser, sin embargo, “colaborativa, porque nos unen muchas cosas. Todos los partidos tienen sus cuestiones internas, pero los sectores progresistas de la ciudad deben poder establecer alianzas de forma permanente”. Eso, sin embargo, no implica gobernar con los comunes o con otros partidos. Jaurrieta cree que Collboni ha podido gobernar “con eficacia” sólo con diez concejales, y que, a la espera de lo que haga ERC, --con quien se llegó a un acuerdo de gobernabilidad—el PSC puede seguir gobernando “en solitario”.
¿Miedo a ir en contra del turismo?
Pero hay un elemento central hoy en la ciudad de Barcelona: el turismo. El pasado fin de semana se organizó una manifestación en contra del turismo, con incidentes que no gustaron nada al PSC, con manifestantes echando agua e increpando a turistas que estaban comiendo en terrazas de establecimientos del centro de la ciudad. Jaurrieta rechaza por completo esas prácticas, con la posibilidad de que se puedan extender, y las aprovechen determinados partidos o asociaciones. “”El turismo no ha parado de crecer, y desde el gobierno de la ciudad se han tomado medidas inteligentes, como ha sido el poner fin a las licencias de pisos turísticos. Queremos un turismo de más calidad, centro en el turismo cultural, gastronómico, un turismo de acontecimientos. La apuesta del PSC es la contraria al ‘turistas Go home’, queremos regular el turismo. Y lo estamos demostrando, con la tasa turística, que sirve para financiar el plan energético en las escuelas, con la descarbonización que está en marcha. Eso lo debe ver el ciudadano, debe saber el destino de esas tasas turísticas, y que el turismo genera riqueza y ayuda a la ciudad”.
¿Hay miedo a esas prácticas en contra del turismo? “Subirse al carro e ir contra el turismo no es una buena estrategia, no es una buena idea. El turismo es una fuente de riqueza. Hacer campañas contra el turismo es una mala estrategia, porque, de hecho, todos somos turistas. Lo que se debe hacer es lo que ya está en marcha: las campañas de civismo, donde se explica que hay que cuidar la ciudad”.
Jaurrieta, hace unos días, difundió un mensaje en recuerdo de Antonio Santiburcio, que fue primer secretario del PSC de Barcelona, en los años ochenta y noventa, y hasta su fallecimiento. Santiburcio tenía voz propia y con ella la organización socialista en la capital catalana. ¿Debe tener más carácter esa federación de Barcelona? Jaurrieta insiste en eran otros momentos, con Barcelona en la etapa postolímpica, con muchas cosas por hacer en toda la ciudad. “Hemos estado 12 años fuera del gobierno municipal, y ahora se está impulsando todo lo que se defendía. El partido vela por los intereses del gobierno de la ciudad y por la reducción de las desigualdades. Queremos que sea la ciudad de las oportunidades, y estamos en esa fase, para coger impulso, y siempre siendo conscientes de que nos movemos en el mundo local”.
¿Gobernar en solitario?
Al PSC, y al de Barcelona, en concreto, se le ha considerado, por partidos como los comunes, e incluso por sectores de ERC, como el partido del ‘establishment’. Jaurrieta rechaza la etiqueta. “No estoy de acuerdo con eso. El PSC ha defendido siempre los intereses generales. Defiende a los ciudadanos de todos los barrios, pero especialmente a los más vulnerables. Lo que pasa es que hacemos una defensa clara de la colaboración público-privada. Lo hicimos en Ciutat Vella y lo hemos vuelto a hacer ahora, con inversiones importantes. Se critica que se cuente con el sector privado. Y para mí eso es un acierto. Hay que contar con el sector privado. Estar a favor del sector privado no es ser un partido del establishment, es defender que la ciudad es de todos. La ciudad la hacemos entre todos, entre la sociedad civil, el gobierno, los sectores económicos, las familias…todos”.
¿El PSC gobernará con ERC en el Ayuntamiento? La primera secretaria del PSC de Barcelona tiene claro que Collboni puede gobernar “en solitario”. Es cierto que un gobierno de coalición “sería más cómodo, pero el gobierno actual está funcionando, porque objetivamente las encuestas así lo indican”. La dirigente socialista, además, entiende que la posible elección de Salvador Illa en el Parlament, con los votos de ERC, no debe relacionarse con el Ayuntamiento de Barelona. “Son realidades distintas”, concluye, con la idea de que, por ahora, a Jaume Collboni no le ha ido mal ese gobierno con sólo diez concejales.