Persona sola sentada en un banco / PIXABAY

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Los peligros del aislamiento social

La soledad continuada trae consigo una larga lista de inconvenientes y efectos negativos para el ser humano

16 diciembre, 2020 13:01

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Unos de los grandes problemas a los que se enfrentan las personas de la tercera edad es el aislamiento social. La diferencia de edad, de intereses y la pérdida progresiva de vitalidad hacen que, poco a poco, las personas mayores se puedan ir viendo aisladas del resto de la población. Esta situación se ve incrementada por situaciones derivadas de discapacidades de tipo visual o auditivo, incluso motor.

No podemos obviar el hecho de que los seres humanos estamos "programados" psicológica y biológicamente para necesitarnos los unos a los otros, para socializar. Debido a esto es lógico que el aislamiento social pueda imponer un estrés en nuestra mente y cuerpo que tenga un impacto significativo en la salud.

Dado que el aislamiento social y la soledad son comunes en la tercera edad, se ha prestado mucha atención a aclarar sus efectos adversos sobre la salud en la vejez.

QUÉ ES SOLEDAD Y AISLAMIENTO SOCIAL

No todas las personas experimentan la falta de contacto de la misma manera. Una persona se considera socialmente aislada si vive sola, tiene menos de un contacto mensual con amigos o familiares y no pertenece a un grupo como una congregación religiosa o una asociación. Hay quienes eligen el aislamiento como estilo de vida. Sin embargo, para la mayoría es el resultado de la separación, un fallecimiento, problemas de movilidad y otros factores que han podido ir surgiendo.  

En cualquier caso, para las personas que están solas, la calidad de las interacciones sociales, es más importante que el número de ellas de cara a la sensación de soledad que pueden experimentar. De hecho, este sentimiento lo pueden experimentar personas que están acompañadas, pero que no se sienten integradas o, sencillamente, están como “aparcadas”. En realidad, la soledad tiene que ver con los niveles de satisfacción de las personas con su conexión o su aislamiento social percibido.

LA SOLEDAD FOMENTA ENFERMEDADES GRAVES

La soledad y el aislamiento social no solo es un problema por sí mismo sino que, además, es perjudicial para la salud. De hecho, diversos estudios han encontrado que el aislamiento social aumenta el riesgo de demencia y de enfermedades graves, y aumenta de manera considerable el riesgo de muerte prematura.

Es más, algunos estudios sugieren que el impacto del aislamiento y el desacompañamiento en la salud y la mortalidad es del mismo orden de magnitud que los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la obesidad y el tabaquismo.

RELACIONARSE ES VITAL

En este sentido, en muchos países se considera que el aislamiento social de las personas mayores es un importante problema de salud pública. De ahí la importancia de ofrecer a nuestros mayores todas las opciones disponibles para que no se sientan solos.

Una solución para combatir el aislamiento social están en las residencias de ancianos. En las residencias geriátricas en Barcelona, por ejemplo, encontrarás opciones de centros para el cuidado de personas mayores que ofrecen no sólo multitud de servicios, sino también opciones para que los ancianos formen parte de una comunidad de iguales y se relacionen de manera activa y positiva con el resto de la comunidad.

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