La limpieza de un piso donde encontraron un cadáver en descomposición de Sant Andreu se eterniza. Después de que este medio informase sobre la insalubridad de la finca debido a los olores y las plagas de insectos, un técnico de Habitatge de Catalunya se personó para hacer una valoración del inmueble con tal de llevar a cabo la desinfección. Dos semanas después, los residentes del bloque siguen sin saben cuándo se realizará.
El dilema de esta comunidad comenzó el pasado día 7 de mayo, cuando los Mossos d'Esquadra retiraron el cadáver de un vecino de 40 años fallecido desde hacía más de dos meses. El hedor del cuerpo, que estuvo descomponiéndose durante 60 días, a raíz de un suicidio –según fuentes vecinales–, imposibilitó que los residentes de la finca pudieran airear sus casas. Tal y como explicaron a este medio, el fallecido era un hombre que "vivía encerrado y nunca abría las ventanas". Por lo que "el olor quedó impregnado en el piso".
PROCESO "MÁS LARGO Y COSTOSO"
Portavoces de Habitatge de Catalunya –organismo propietario del edificio situado en el número 36-35 de la calle de San Adrián– han explicado a Metrópoli que la limpieza del inmueble forma parte de un proceso "más largo de lo habitual". Argumentan que, como el fallecido padecía síndrome de Diógenes, se precisa de una limpieza y desinfección "especial y más costosa". Esto implica que la adjudicación se haya ralentizando.
Las mismas fuentes confirman que "ya están listas todas las autorizaciones y el presupuesto aprobado". El organismo pasa la pelota a la empresa de desinfección: "dijeron que comenzarían esta semana, no pueden tardar demasiado".
Mientras las administraciones ultiman los trámites, los vecinos de la finca siguen haciendo frente al hedor "más nauseabundo a putrefacción, descomposición y basura". A pesar de que el técnico de Habitatge cerró las ventanas, tal y como imploraron los vecinos a través de este digital, temerosos de una posible okupación y hartos de los olores, el "hedor a muerte" sigue invadiendo sus fosas nasales.
LAS ALTAS TEMPERATURAS PODRÍAN EMPEORAR LA SITUACIÓN
Según explica Eduardo, uno de los vecinos afectados, "la puerta de la galería no cierra bien y, cuando hace aire, sale por ahí el olor. Además", "las ventanas del exterior también se abren", añade. Este residente argumenta que la fetidez "sigue siendo constante". "La única defensa que tenemos es que un vecino empuje la puerta con una escoba si se abre", lamenta.
Pero la situación podría agravarse. Los habitantes del edificio temen la llegada de las olas de calor. Creen que, con el aumento de las temperaturas, las plagas de insectos se agudicen. "Tenemos moscas, mosquitos y plagas de cucarachas y otros insectos que no sabemos ni cuáles son", explica Eduardo. El vecino incide en que los más afectados por la aparición de estos seres vivos son los residentes de los bajos y entresuelos.
LOS VECINOS, DESAMPARADOS
Esta comunidad de Sant Andreu de Palomar se encuentra en una situación de "desamparo" por parte de las administraciones. Reclaman que se ejecute la "urgente e imprescindible limpieza y desinfección del inmueble", que esperan desde hace más de un mes "cuanto antes".