El Bar Versalles de Sant Andreu, un auténtico emblema del barrio barcelonés, cerró sus puertas el viernes pasado tras más de 100 años de servicio ininterrumpido. Este icónico establecimiento, que abrió sus puertas en 1915, ha sido testigo de innumerables historias y momentos, convirtiéndose en un punto de encuentro indispensable en el barrio.
Uno de los factores determinantes para el cierre del Bar Versalles ha sido el desorbitado incremento del alquiler, que llegó a alcanzar los 10.000 euros mensuales, una cifra insostenible para los actuales propietarios. A pesar del pesar que ha causado su clausura, el bar no desaparecerá completamente de la memoria de Sant Andreu, ya que se le dará una nueva vida bajo el nombre de La Madrugada de Versalles. El empresario Ferran Ballús será el encargado de reconvertir este espacio emblemático en un restaurante especializado en carne, preservando la esencia y el espíritu del antiguo bar.
El Bar Versalles, una joya modernista en Sant Andreu
El edificio donde se encuentra el Bar Versalles es una joya del modernismo catalán. Situado en la calle Gran de Sant Andreu, destaca por su fachada ornamentada con sinuosas balconadas y barandillas de hierro forjado, así como sotabalcones decorados con trencadís, un tipo de mosaico característico del modernismo. La edificación, concluida en 1907, es obra del arquitecto Manuel Pascual i Tintorer, oriundo del barrio de Gràcia. Esta construcción no solo alberga el histórico bar, sino que es una de las edificaciones más singulares del modernismo en Sant Andreu.
El Bar Versalles no solo fue famoso por su arquitectura y su longevidad, sino también por el papel que jugó durante la Guerra Civil. El sótano del bar, originalmente una bodega y almacén, fue utilizado como refugio durante los bombardeos, ofreciendo seguridad y un lugar de resguardo a muchos vecinos. Este detalle añade una capa de profundidad histórica y emocional al establecimiento, haciendo su cierre aún más significativo.
La Madrugada de Versalles
La noticia del cierre del Bar Versalles ha sido recibida con tristeza por los vecinos del barrio y los numerosos clientes que durante décadas hicieron de este lugar su punto de encuentro. Sin embargo, la transformación en La Madrugada de Versalles trae consigo una promesa de continuidad y renovación. Ferran Ballús mantendrá elementos característicos del bar, integrando su historia y tradición en el nuevo concepto de restaurante.
El cambio de nombre y concepto es una respuesta a los desafíos económicos y a la necesidad de adaptarse a los tiempos modernos sin perder de vista la esencia de lo que hizo del Bar Versalles un lugar tan especial. La Madrugada de Versalles buscará ofrecer una experiencia culinaria de alta calidad, centrada en la carne, pero también pretende ser un espacio donde se respire la historia y el legado del antiguo bar.
Un bar con más de 100 años de historia
El cierre del Bar Versalles marca el fin de una era para Sant Andreu, pero también el comienzo de una nueva etapa. La renovación y el respeto por el pasado se entrelazan en esta nueva propuesta gastronómica que espera mantener vivo el espíritu de este rincón histórico del barrio. La Madrugada de Versalles se prepara para abrir sus puertas y recibir a todos aquellos que deseen ser parte de su nueva historia, recordando siempre el legado de un bar que, durante más de un siglo, fue el corazón de Sant Andreu.