Sant Andreu de Palomar es uno de los barrios de Barcelona que cuenta con una mayor riqueza patrimonial. El Rec Comtal, el recinto de Fabra i Coats o las casas de la calle del Pont, son algunos ejemplos que despejan cualquier duda sobre los múltiples elementos históricos que suman sus calles.
Entre ellos se encuentra, también, la capilla dels Segadors. Datado del siglo XVII, este histórico oratorio presenta una degradación evidente que se comenzará a atajar. Un acuerdo entre el Ayuntamiento, el Arzobispado y la parroquia de Sant Andreu desencallará esta situación, con una primera fase de reformas a la que se deberán añadir futuros trabajos de rehabilitación que aseguren su estructura.
Cuando finalice la totalidad de las obras, la duda recaerá en el uso de este espacio. La entidad que vela por el patrimonio de Sant Andreu apuesta por su consolidación como un equipamiento cultural público que, junto con otros elementos de la zona, ponga en valor su relevancia histórica.
Restauración de la cubierta
El primer paso para la rehabilitación de la capilla ya se ha oficializado. Como informó Metrópoli, el pasado mes de julio se alcanzó un acuerdo entre las partes implicadas para llevar a cabo la restauración de la cubierta.
Este pacto ha conllevado una subvención municipal de 130.000 euros a favor del Arzobispado de Barcelona, una cuantía con la que se cubrirá parcialmente unos trabajos cuyo coste asciende a 299.554 euros.
Futuro uso
El Centre d'Estudis Ignasi Iglésias celebra este primer paso para la recuperación de la capilla. Pese a ello, desde la entidad recuerdan que se necesita la ejecución de una segunda fase de obras para asegurar la estructura. “Hay que frenar el deterioro y asentar todo lo que está a punto de caer. En una segunda fase, habrá que recuperar las paredes y realizar una excavación arqueológica si es necesaria”, señala Jordi Petit, presidente del colectivo.
Cuando se haya garantizado la correcta conservación de la capilla, la asociación apuesta por su “apertura al público” con un uso acorde a su componente histórico. “Queremos un espacio de orientación cultural, que forme parte de un conjunto de equipamientos junto a las casitas del Pont y el alojamiento militar”, explica el presidente, quien incide en que, con este circuito, se tiene el “relato histórico hecho”.
Sin embargo, Petit indica que durante las obras podrían surgir eventualidades, como el hallazgo de restos arqueológicos, que podrían implicar el replanteamiento de este espacio. “Hay que adaptarse a lo que haya”, sentencia.
Cúpula de la iglesia
La cúpula de la iglesia de Sant Andreu, de la que la capilla dels Segadors es adjunta, también sufre una degradación pendiente de solución. Tras unos trabajos de restauración ejecutados entre 2019 y 2020, la Archidiócesis reconoce que el material ha sufrido un deterioro precoz.
El Arzobispado asegura que todas las instituciones implicadas están trabajando para resolver esta situación que, de forma provisional, se ha solventado con la colocación de una malla protectora.